Este miércoles 22 de diciembre la organización medioambiental Rebelión o Extinción (XR) de Argentina organizó una acción no violenta en protesta y con la intención de visibilizar las consecuencias del fast fashion (moda rápida).
Bajo el lema “la moda rápida nos está llevando al colapso” la actividad desarrollada consistió en un desfile donde se exhibieron las prendas exclusivas de Trashcouture. Al finalizar el mismo, se habló sobre la industria en cuestión a fin de que quienes estén interesades puedan hacer sus preguntas. El mismo tuvo lugar a las 19hs en la puerta del local de ropa Zara, ubicado en Florida 651, Capital Federal.
En diálogo con Nota al Pie, la coordinadora de prensa de XR Ornella Belén expresó que la locación no fue azarosa. “Lo vamos a realizar en la calle Florida, lugar emblemático, porque hay un centro comercial muy grande y además es un espacio muy turístico”, afirmó la entrevistada.
Asimismo, aseguró que el local Zara, en conjunto con H & M y Forever21, impulsan con mayor ferocidad lo que es la moda rápida. Es decir, crear diversas temporadas durante el año con el fin de que las personas y les consumidores sientan la necesidad de comprar más y más ropa para así “estar a la moda”.
Fin de año: las fiestas y el consumo
El Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom) realizó un relevamiento en distintas provincias del país durante el 1 y el 12 de diciembre. El mismo proyecta un incremento en las ventas promedio ponderado del 96,4%.
“Claramente navidad y nochebuena, son momentos donde el consumismo nos ataca por todos lados”, explicó Ornella respecto a la fecha de la actividad. “Recibimos constantemente el impulso de necesitar comprar, regalar y comprar más y cambiar. Tener un outfit nuevo para nochebuena, navidad, etc”, afirmó.
Sin embargo, asimismo se mostró positiva en cuanto al impacto: “Creemos que en medio de la vorágine, en la que muchas personas estamos, este mensaje puede causar mayor efecto”.
Ser conscientes de lo que usamos
Según el estudio ambiental realizado por la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) confeccionar unos jeans requiere unos 7500 litros de agua, lo cual equivale a la cantidad de ese líquido vital que bebe una persona promedio en siete años. Asimismo, son responsables del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero de carbono a nivel mundial, más que todo el transporte marítimo y los vuelos internacionales combinados.
Por sus características, la UNCTAD afirma que la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo. Y que debido a la moda rápida (fast fashion) la producción de prendas de vestir se duplicó en el periodo de 2000 a 2014.
“Entonces la mayoría de las personas no somos conscientes de esto. No solamente está el gasto enorme de recursos para una prenda que se usa una o dos veces antes de llegar a un basural. Sino también el impacto social, ya que la mayoría usa mano de obra muy barata y explota personas. Entonces con nuestra compra estamos financiando este ciclo”, aseveró la entrevistada.
La coordinadora de prensa de XR entiende que, debido al aceleramiento impredecible y constante de la crisis climática que se manifiesta en eventos de clima extremo: sequías, inundaciones, huracanes, etc., es necesario tomar conciencia de cómo lo que hacemos tanto como lo que vestimos día a día impacta en ello.
Desde la organización plantean un conjunto de soluciones a saber: reutilizar las prendas; que las mismas deben ser sustentables en el uso que le demos a través de utilizar herramientas como la economía circular o elegir prendas hechas con materiales descartados de otras industrias; y tener conciencia de quien realiza las prendas que vestimos, es decir ¿de dónde vienen? Y su implicancia.
“Es decir, ser conscientes de la huella de carbono y la huella hídrica que tiene lo que vestimos y entender que la hiperestimulación de información que recibimos impulsándonos a consumir, no es más que una estrategia publicitaria” afirmó Ornella Belén.
Para finalizar, la entrevistada detalló: “Esta industria es solo una parte de un sistema más grande que necesitamos desarticular que queremos tener alguna opción y prepararnos para lo que es el colapso ecológico”.