Por decimoquinto año, se realizó en Mar Del Plata la Marcha del orgullo LGBTIQ+ en la que participaron cientos de personas colmando las calles de la ciudad. “La marcha es un momento donde celebramos los avances y los logros que tuvo nuestra comunidad, pero también un espacio para seguir luchando por todos los derechos que nos faltan”, comentó Cintia Pilli, activista trans travesti.
Pilli recordó: “En las primeras marchas éramos sólo 5 o 6 personas trans y 3 o 4 compañeros de la comunidad gay que estaban con miedo a que los echaran de sus casas o sus trabajos”. Y agregó: “hoy me pone feliz ver a las nuevas generaciones que ya no ocultan su amor y buscan la cámara con orgullo para darse un beso o un abrazo.”
Este año, 26 organizaciones participaron de la comisión organizadora de la marcha, quienes elaboraron un documento con las principales reivindicaciones que todavía necesita la comunidad LGBTIQ+. El documento fue leído durante la jornada y muchas de sus consignas fueron plasmadas en banderas y letreros.
El reclamo por la aparición con vida de Tehuel de la Torre, el joven trans que fue visto por última vez el 11 de marzo, fue uno de los más presentes. “Al orgullo le falta Tehuel” rezaba una de las pancartas. Por otra parte, el documento presentado por la comisión organizadora también exige la no criminalización por parte de las fuerzas de seguridad que siguen sufriendo las personas travestis trans en las llamadas “zonas rojas”.
Otras de las principales consignas del documento fueron la implementación y puesta en marcha del cupo laboral travesti trans en la municipalidad de General Pueyrredón. También reclama por una nueva ley de respuesta integral a la infección por el VIH, las hepatitis virales, y las ETS (enfermedades de transmisión sexual). Además, menciona la actualización de la Educación Sexual Integral (donde todavía no se incluyen las identidades trans), entre otras muchas consignas.
Arte y lucha
Distintas manifestaciones artísticas acompañaron la jornada. El trayecto de la marcha se marcó con las “señales del orgullo”, 60 banderas en mosaico (realizadas por artistas locales) que identifican las expresiones de género no hegemónicas y que se plasmaron sobre el espacio público de la ciudad. Esas banderas quedarán pintadas como signos de reivindicación.
Además, hubo música, danza, y humor de la mano de artistas de la comunidad LGBTIQ+ local. Franivv, une de les cantantes que se subió al escenario principal a compartir sus canciones señaló: “había mucha necesidad de reunirnos y celebrarnos, pero sobretodo de visibilizarnos y reclamar por derechos que nos pertenecen.”.
Por su parte, Santiago Flores, actor y humorista reconocido en la ciudad, compartió: “me gusta ser parte porque detrás de mí viene una niñez, y esa niñez la tienen que vivir de otra manera, no como la viví yo, escondido y con vergüenza.” Además, remarcó: “en esta marcha la sexualidad pasó a segundo plano, porque vinieron las familias de muchos de nosotros a acompañar y estar todes juntes.”
El recorrido de la marcha se realizó por una de las avenidas principales de la ciudad y estuvo encabezado por distintas carrozas pertenecientes a agrupaciones LGBTIQ+ locales. Además, la jornada se cerró con una “ceremonia de vals” organizada por el colectivo de artistas Las Tía Puto quienes invitaron a los presentes a bailar para “poner el cuerpo y manifestar desde el movimiento la consigna de la marcha”.
“El vals fue un clásico de la pompa patriarcal. La idea fue apropiarnos de ese símbolo tradicionalista para poder transformarlo y limpiarlo, y a la vez celebrar estos 15 años y los 15 que muches no han tenido” mencionó Sergio Colavita Lacoste, uno de les integrantes de este colectivo.