El pasado lunes 5 de diciembre, a través de un comunicado publicado por el dirigente Emiliano Yacobitti un sector del radicalismo que responde a Martin Lousteau anunció la creación de un nuevo bloque en diputados llamado “UCR – Evolución”. La formación del nuevo espacio es consecuencia de la disputa por la conducción del partido e implica un fuerte cuestionamiento a Mario Negri, quien preside el interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara baja.
Rodrigo De Loredo, quien junto a Luis Juez le ganó la interna radical a Negri en Córdoba en las pasadas elecciones legislativas, y ahora será quien lidere la flamante bancada. La ruptura se produjo luego de que este último consiguiera los respaldos necesarios para seguir al frente del bloque del partido centenario en diputados.
En el comunicado, desde el sector de Lousteau, argumentan que la decisión tomada es debido a que “no estamos de acuerdo con que se repitan las mismas vocerías que vienen expresándose en nombre del partido desde hace décadas”. Más allá de la interna, lo que no está en discusión, es la permanencia dentro de la coalición opositora de Juntos por el Cambio.
La resistencia de Negri
Mario Negri, quien lleva presidiendo el bloque de diputados del radicalismo desde el año 2013 fue cuestionado por la nueva formación radical. Si bien desde el espacio de Lousteau apuntan a que la discusión no pasa por nombres sino por la representatividad social, el rol que ocupa Negri en la cámara baja fue puesto en debate.
No obstante, el diputado cordobés que está cumpliendo cinco mandatos consecutivos consiguió seguir al frente del bloque de la UCR gracias a cosechar el respaldo de la estructura partidaria expresada, fundamentalmente, en los gobernadores radicales. Uno de sus principales sostenes es Gerardo Morales, gobernador de Jujuy, que aspira a convertirse en el próximo líder nacional del radicalismo.
Uno de los argumentos utilizados para deslegitimar la ruptura del bloque de diputados tiene que ver con la reciente derrota del espacio conducido por Lousteau en el Comité Nacional de la Juventud Radical hace algunos días. Valeria Pavon, que responde al Gobernador de Corrientes Gustavo Valdes, le ganó la interna al espacio que a nivel nacional se plantea como la renovación y se convirtió en la presidenta de la Juventud Radical.
Este hecho, donde hubo acusaciones cruzadas entre ambos espacios produjo el enojo del gobernador correntino con la nueva formación radical. La consecuencia directa, por otro lado, fue la alineación de Valdés con Morales a nivel nacional.
El tándem Lousteau – Yacobitti que cuenta con el respaldo del histórico operador radical Enrique Nosiglia ganó visibilidad en la discusión pública luego de la ruptura, sin embargo, perdió terreno político en la estructura partidaria de cara a las próxima renovación de autoridades.
La disputa por la conducción del partido
La ruptura en la cámara de diputados es la representación de la pelea por el liderazgo de la Unión Cívica Radical a nivel nacional. El próximo viernes 17 de diciembre, fecha convocada por la mesa de conducción del Comité Nacional del partido, será el día en que se realizará el Plenario Constitutivo elegir a las autoridades para el periodo que va desde el corriente año hasta el 2023.
Ese día, cada provincia tiene designados cuatro delegades con representación partidaria para elegir autoridades. Sin embargo, al mismo tiempo, organizaciones como la Juventud Radical, la Organización de Trabajadores Radicales y el brazo estudiantil del radicalismo conocido como la Franja Morada, cuentan también con dos delegades más respectivamente. Con esos votos, en el próximo Plenario Constitutivo, la UCR designará al sucesor de su actual presidente Alfredo Cornejo.
Por ahora, todo parece indicar que Gerardo Morales será el nuevo presidente del radicalismo a nivel nacional debido a que es el único confirmado para dar la pelea por ese cargo. Lousteau, que tenía pretensiones de dar la disputa a nivel nacional, no llegaría a contar con los votos necesarios para complicarle el escenario al gobernador jujeño.