A pesar de las medidas que, desde el 20 de octubre, el Gobierno nacional viene implementando para controlar la suba de precios, estos continúan aumentando. En noviembre se registró un incremento del 5,72%. El programa de congelamiento establecía que los precios de más de 1400 productos de consumo masivo debían mantenerse congelados hasta el 7 de enero de 2022, contemplando las fiestas de fin de año. Por su parte, el Gobierno adjudica los motivos a una inflación multicausal.
Desde el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) reclaman que dentro del congelamiento de precios figuran 31 de los 57 productos que forman parte de la Canasta Básica de Alimentos (CBA); debido a que no incluyen la carne y las verduras. Además, consideran que los negocios de cercanía de los barrios populares deben integrarse al control de precios, ya que solo funciona en las grandes cadenas de supermercados.
El ISEPCI confecciona cada mes el Índice Barrial de Precios (IBP). Su objetivo es estimar el costo de vida en los distintos barrios populares del país. Se realiza mediante el cálculo del valor y las variaciones de la CBA, compuesta por 57 productos de los rubros almacén, verdulería y carnicería.
Nota al Pie entrevistó a Isaac Rudnik, Director Nacional del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) para conocer los motivos por los cuales estas políticas no dan los resultados esperados.
El fracaso del congelamiento de precios
En el anuncio de la implementación del congelamiento de precios, el Gobierno nacional, a través del secretario de Comercio, Roberto Feletti, afirmó que habría sanciones para quienes no lo cumplan. En esta nueva iniciativa se busca llegar a un acuerdo con los formadores de precios que controlan las cadenas de producción y comercialización para intentar controlar el proceso inflacionario que rige en el país.
Desde el ISEPCI consideran que los programas de precios cuidados, precios máximos, precios esenciales y similares que se lanzaron en los últimos años durante gobiernos de distinto signo, no fueron eficaces.
“El programa ha fracasado como los anteriores que buscaron contener los aumentos implementados por gobiernos de distintos signos porque, aunque esta vez anunció que imponía un congelamiento liso y llano, la base siguen siendo «acuerdos» voluntarios que deberían cumplir las cadenas de comercialización y que obviamente no cumplen”, explicó Isaac Rudnik a Nota al Pie.
A través una nota publicada en la página web de ISEPCI, considera que otro motivo por los cuales fallan estas medidas es porque los controles son muy débiles. Sostiene que se debe fortalecer un cuerpo de inspectores profesionales capaz de controlar los precios máximos establecidos. Por otro lado, la oferta está concentrada en unos pocos actores, formándose oligopolios que concentran el mercado. Además, no compiten entre ellos, sino que acuerdan entre sí para definir precios que les permiten altos márgenes de ganancia.
La carne continúa siendo un lujo
Según explicó Rudnik a Nota al Pie, el aumento sostenido de la carne se debe a que “los precios internacionales siguen influyendo en los aumentos de los cortes populares”. Es el producto que más aumentos sufrió a lo largo de los meses, siendo un alimento indispensable.
El producto que sufrió los mayores aumentos, entre los alimentos indispensables de la dieta familiar, fue la carne. A pesar de que el gobierno implementó el cierre total de las exportaciones de carne, flexibilizándolo luego a partir de fines de junio, su valor continúa aumentando. En junio pasado el incremento respecto al mismo mes del año anterior llegó al 81,53%. Así lo señalan desde el ISEPCI, quienes consideran que es un error no incluir en el congelamiento de precios a los cortes de carne de consumo popular.
Además, informan desde su página web que “en los meses siguientes, los aumentos de las carnes se frenaron (-0,29% en julio, -0,33% en agosto, +0,67% en septiembre); y las subas de la Canasta Básica de Alimentos se hicieron más moderadas que en los meses anteriores (0,86% en julio; 1,57% en agosto; 2,22% en septiembre). En octubre volvieron paulatinamente las subas: Carne: +1,78%; Canasta de Alimentos +2,47%; y en noviembre, se fueron nuevamente para arriba: Carne: +12,20% Canasta de Alimentos: 5,77%”.
Los aumentos de noviembre
Según el relevamiento mensual de precios de la CBA, realizado por ISEPCI en 600 comercios de veinte distritos del conurbano Bonaerense, en noviembre una familia de adultes y dos hijes pequeños necesitó $31.219,46 (5,77% más que en octubre) para solventar sus alimentos básicos.
Para cubrir sus gastos básicos totales, que además de alimentos incluyen salud, educación, transporte, tarifas, y otros similares, la misma familia requirió $ 73,677.92, o sea +5,92% que el mes anterior. La carne aumentó un 12,20%, los productos de verdulería 3,60% y los de almacén subieron 1,77%.
Respecto a la presencia de precios congelados en comercios de cercanía, afirmó a Nota al Pie que “en los negocios de cercanía de los barrios donde nosotros relevamos, los precios de esos productos no estuvieron presentes. Claramente deberían establecerse mecanismos adecuados para que estos programas lleguen a los barrios de manera eficaz y sustentable”.