La Orquesta Escuela de tango Nuevo es un proyecto que nació en 2017 con el fin de promover, investigar y desarrollar los estilos del tango actual. Esto lo hace a través de la formación de músicos en la práctica instrumental con los conocimientos y el lenguaje de las orquestas de Tango del Siglo XXI. La dirección es llevada adelante por Javier Yoko, bandoneonista y docente de música, y Nazarena Cáceres, profesora de tango y folklore.
Este sábado 4 de diciembre desde las 19 hs, en el marco de “La Semana de Boedo”, la orquesta se presentará en el Polideportivo Roberto Pando, ubicado en Salcedo 4220, esquina Marmol, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). A raíz del evento, que es con entrada libre y gratuita, Nota al Pie dialogó con uno de sus directores.
¿De que se trata la Orquesta de escuela de Tango Nuevo?
La orquesta es un proyecto que está ya hace cinco años. Como este hay varios proyectos en la Argentina. El proyecto es similar a otras escuelas, aprender el lenguaje del tango desde la formación de la orquesta típica. Nuestra propuesta es trabajar con arreglos originales que no son de los tangos clásicos del ‘40, sino con arreglos originales de las orquestas del siglo XXI.
A partir del 2000 se formaron muchas orquestas en Argentina con mucha gente joven. Si bien empezaron tocando clásicos, muchas comenzaron a componer temas propios tanto en la música como en letras. Una de esas fue la orquesta típica Fernández Fierro, también estaban Ciudad Baigón, la Vidú, entre otras. Hubo un desarrollo de orquestas y músicos que empezaron a grabar sus propios discos.
Entonces, nuestra propuesta es tomar el material nuevo, hablar con los músicos y empezar a trabajar con los arreglos originales en formato orquesta típica. La ventaja que tenemos es que los músicos son todos contemporáneos.
¿Qué es tango nuevo?
El tango es uno solo, no quiere decir que haya tango nuevo ni tango viejo sino que se le puso esa carátula que no se sabe de donde se originó pero se empezó a escuchar mucho. Más que nada desde el lado de las orquestas como para diferenciar que estaban haciendo composiciones nuevas y propias. Es una continuidad natural que tiene que haber de la música. El tango nuevo existe. Las orquestas como La Chicana, Agustin Guerrero, o La Martino, fueron la semilla. Hubo una necesidad de generar material nuevo.
Varias de las orquestas que nombraste tienen una impronta rockera. ¿Creés que hubo influencia?
Sí, una influencia natural, en el 2000 muchas de las primeras orquestas trajeron de vuelta el formato de orquesta típica porque en los 90s, había desaparecido un poco. Antes la orquesta típica se sostenía porque era trabajo para todos. Trabajaban de lunes a lunes en milongas, en cabarets, en la radio o en un bar, pero eso se fue diluyendo en el tiempo. Para los 90s muy pocas se podían sostener.
Entonces, los músicos jóvenes que arrancaron otra vez con esa propuesta tenían ganas de tocar tango. Todos eran pibes y pibas que rondaban los 25 años. Jóvenes que estaban influenciados por el rock, la mayoría de los músicos escuchaban el género y quizás también estaban tocando en bandas de rock.
Eso empezó a destrabar de que para tocar tango había que tocar con traje y zapatos. Se vio algo más real, tocar como vestían, con zapatillas, jean y remera. No se veía la necesidad de vestir de otra forma porque en definitiva lo que importaba era la música.
Esta forma de pensar, y el género se fueron desarrollando a lo largo de los años y también los sonidos. La Fernandez Fierro fue una de las primeras orquestas que cambió el sonido. Son los mismos instrumentos que tiene la orquesta de Pugliese pero vos los escuchás y son distintos. Tienen otra forma de trabajar los sonidos, otra forma de trabajar la propuesta del arreglo. Entonces todo eso tiene que ver claramente por la influencia que en esa época tuvo el rock argentino.
¿Cómo considerás que se encuentra la escena actualmente?
Pasaron 20 años desde que volvieron con las orquestas y me incluyo, yo fui integrante de la orquesta típica La Martino. Ahora estoy tocando en Ciudad Baigón. Son orquestas que maduraron el sonido, la forma de escribir el arreglo, y de grabar en estudio. Así que desde ese lado hubo mucho crecimiento. Antes las orquestas eran muy pocas, ahora hay un montón. Hay quintetos, tríos, dúos que directamente empiezan a hacer tangos nuevos.
En un festival que se vio mucho eso fue en FACAFF (Familia del Club Atlético Fernández Fierro), que tenía como consigna que las agrupaciones estén haciendo cosas nuevas. Es un festival con muchas fechas, con más de 50 artistas. En ese aspecto también creció. Por otro lado, cada vez hay más público.
Por el lado de los bailarines también, antes querían bailar los tangos tradicionales pero ahora se animan a tangos nuevos. Hay milongas en las que pasan exclusivamente tandas de lo nuevo. La verdad es que el crecimiento cada año es mayor.
¿La escuela está abierta para personas de todas las edades? ¿Tienen que tener conocimiento anterior?
Sí, nosotros hacemos audiciones. Para entrar a la escuela tiene que ser un nivel intermedio en el manejo de instrumentos. Tienen que saber leer una partitura, no a primera vista pero sí entender cómo es, porque nos manejamos con partituras para ensamblar. No hay límite en la edad. Hemos tenido músicos muy jóvenes de 20 años, como también más grandes de hasta 60 años.
¿Cómo será el repertorio para el show de este sábado?
Estamos tocando temas de La Orquesta típica Julián Peralta como “El Derrumbe”y “Aire sin Final”; de la Fernández Fierro con “Despegue su tren” y también temas de Ciudad Baigón, de Ramiro Gallo y de la Orquesta La Martino. Esto es parte del repertorio de este año, trabajando ensayo tras ensayo y nos estamos presentando por todos lados.
Hay algo muy copado que se viene ahora, más allá del concierto de mañana. Vamos a tocar el sábado que viene en el CCK(Centro Cultural Nestor Kirchner). Es el primer evento en el que se juntan orquestas independientes. Va a estar la academia Tango Club y El Semillero Tango. Cada uno va a mostrar su proyecto y vamos a terminar el concierto tocando entre las tres orquestas un tango en homenaje a Piazzolla.