Flotar en un río de ideas, atravesarlas por el color y simplemente ser une misme: esa es la consigna de Fernando Cuenya, profesor y artista visual. Él es el encargado de dictar los talleres de dibujo y pintura en un lugar muy inspirador y poco convencional, y es que no siempre se puede tomar clases mientras se está flotando en las aguas del Río Paraná.
Un techo sin escala al cielo. Paredes ausentes sustituidas por una baranda y un horizonte infinito forman su lugar de trabajo, su aula o su taller. El lugar es comúnmente conocido como el Teatro Flotante, pues en su interior hay un pequeño teatro, pero su nombre original es “Centro Cultural Flotante: Las Siete Corrientes”, y es un espacio para el desarrollo, fomento y fortalecimiento de la cultura de Corrientes y el NEA.
Conociendo el espacio
Por sus características, es un espacio donde se realizan muestras, ciclos de música en vivo, cine, teatro y conferencias. A lo largo del año y entre todas esas actividades también estuvo la propuesta de Cuenya. “En el flotante doy talleres de dibujo y pintura para jóvenes y adultos, aunque tengo también unos niños que asisten por un tema de horarios y les queda cómodo porque la tarde la tienen más libre”, aseguró.
Los talleres se dictaron a lo largo del año, una vez a la semana y durante dos horas. “La cantidad de alumnos va variando según el mes. Porque hay gente adulta y tienen sus actividades entonces el taller también está abierto para eso, para que aprovechen el espacio anual, y puedan retomar cuando quieran, según su disponibilidad de tiempo”, dijo el docente.
Además, dijo que: “el taller tiene un título con el que se trabajó todo el año: ‘experimentando desde la creatividad’ y básicamente nos centramos en esto para ir desarrollando en todas las clases”, dijo. En este contexto también dijo que no siempre pintan sobre papel, sino que se dan la posibilidad de explorar otros materiales y soportes.
“Por ahí los adultos no se dan la posibilidad de pintar con fibras o con biromes y acá en el taller experimentamos eso. Vienen con una idea y se encuentran con la posibilidad de hacer otras cosas que, por ahí, no estaban buscando, pero que les sorprende y les anima”, comentó Cuenya.
Una profesión marcada con pincel
Fernando Cuenya tiene 33 años, es profesor de artes visuales y se dedica a potenciar la expresividad en sus alumnes y en llevar al máximo esplendor su potencial creativo en su taller. Aseguró que “desde chiquito tengo afinidad con algunas técnicas. Sobre todo, con la pintura y la escultura y me siento muy identificado con ellas, además de que son técnicas con las que me familiaricé desde siempre”, dijo a Nota al Pie.
También se refirió a los múltiples prejuicios que comúnmente se asocian a une artista. “Acá hay todo un tema con el arte por el hecho que uno no le encuentra por ahí la salida laboral, sino que se lo vive más como hobby o un pasatiempo, y yo, por ejemplo, me encontré ya de grande con la posibilidad de trabajar y vivir de esto, que es lo que realmente me apasiona”, dijo el artista.
Cuenya se formó en el Instituto Superior Josefina Contte, se recibió en 2019 y tiempo después fue seleccionado para dictar los talleres en el teatro flotante. Además de los talleres, realiza obras propias de taller que son fruto de su creatividad o de encargos que le realizan. Ya sea por lo uno o por lo otro, “trabajo mucho partiendo desde las emociones y experimentando con las técnicas”, dijo.
Agregó que “eso de experimentar a través de las técnicas para mi es importante. Es darse la posibilidad de experimentar, de explorar, de crear. Todo eso me parece importante e intento plasmarlo en mis obras”, dijo Cuenya. Por otra parte, aseguró que espera, algún día, poder exponer sus creaciones en las salas más reconocidas de la provincia.
“Navegando la Cultura”
Un río, un bar, un teatro y ahora un festival. Todos estos son algunos de los atractivos con los que cuenta el Teatro Flotante. Y hasta el 5 de diciembre se realizará el Primer Festival Siete Corrientes, que lleva el lema “navegando la cultura”. Durante varios días, el teatro ofreció un abanico variado de espectáculos para promover el intercambio cultural entre artistas y compartir el trabajo de los distintos talleres.
Entre todas estas propuestas se encontró también la exposición de fin de curso de les alumnes del pintor. Además, el docente manifestó sus deseos de continuar dictando el curso el año próximo. “Ojalá podamos seguir el año que viene, yo creo que sí. De mi parte hay predisposición, y creo que, desde el flotante también, así que vamos a estar abriendo, porque entiendo que funcionó bien todo el año”, aseguró Cuenya.
Les alumnes se mostraron muy entusiasmades con la idea de continuar, ya que encontraron mucho más que un taller de dibujo y pintura. Encontraron contención y libertad en medio de los pinceles y de las acuarelas.
“Muchos de mis alumnos encontraron el taller la posibilidad de despejarse, de darse tiempo para ellos, de salir de la rutina, de lo que uno está acostumbrado y de encontrarse con uno mismo, por sobre todas las cosas, yo habilitó el espacio para eso, para que tengan la posibilidad de encontrarse, de experimentar y crear sin prejuicios”, concluyó el artista.