Los filtros de Instagram son cada vez más populares entre les usaries. Estos cambian totalmente las facciones de la cara cómo si hubiesen pasado por el quirófano. Así, pueden salir a la luz complejos que antes ni se hubieran pasado por la cabeza.
En diálogo con Nota Al Pie, el doctor cirujano Rodrigo Salemi comentó: “Es una tendencia en crecimiento y muy peligrosa querer parecerse a los filtros o buscar la perfección. Lo que otorgan los filtros es eso: mejorar la piel, el rostro, las acciones, la forma de la nariz, la posición de los ojos, etc.».
Lo más buscado en este momento son los foxy eyes, un efecto que levanta, alarga y rasga la mirada, cuya embajadora es Bella Hadid. Casi todos los filtros más usados dan este resultado, además de afilar la nariz y agrandar los labios.
Fuera de las pantallas de los móviles, este efecto puede conseguirse con maquillaje, pero para algunes no es suficiente y se someten a cirugías estéticas para conseguirlo.
«Esto no arranca acá, comienza con Barbie y Kent con ese estereotipo de perfección. La tendencia de la cirugía estética buscaba la mejora del rostro. Esta nueva inquietud, lleva a que ellos mismos te pidan, mostrándote una foto en el celular, ‘quiero que me quede la cara así ‘, eso es muy peligroso” señaló Salemi.
La autoestima: el problema eterno
Actualmente Instagram resulta muy perjudicial para muchas personas, que ven minada su autoestima y crean nuevos estereotipos de belleza irreales y fuera del alcance humano. La red social es conocedora de este problema y aunque en 2019 anunció que iba a prohibir los filtros con efecto de cirugías plásticas, todavía no han tomado cartas sobre el asunto.
Rodrigo Salemi completa respecto a este tema: “Hay que empezar a fomentar en les jóvenes que acepten los distintos tipos de rasgos que tiene cada uno, la personalidad y respetar la naturaleza humana. La cirugía mejora un montón de aspectos, tenemos que apoyar esto para que cuando la cirugía se haga, sea en beneficio de la persona”.
La suma de todos los factores en el mundo digital configura unos nuevos estándares de belleza que, al traspasarse al mundo real, no son más que un espejismo inalcanzable. El rostro perfecto de Instagram no tiene parangón con la realidad. Incluso pasando por el quirófano.
“Los buenos cirujanos son los que se encargan de decir: hasta acá llegamos para no dañar la salud de los pacientes. El aplicar ese filtro motiva a querer parecerse y buscar la perfección en el rostro. Un ideal estereotipado que no tiene nada que ver con la vida real”, comentó Salemi
Por último, Salemi destacó que “hay que revalorizar el diálogo de los padres con los chicos”. Y agregó: “debemos valorar las cuestiones positivas para poder apoyar. También reducir lo negativo, para que esa persona se sienta segura de sí misma y se genere una sociedad un poco mejor”.