La madrugada del 20 de mayo de 2019, en la ciudad de San Miguel del Monte, cuatro policías dispararon contra un auto en el que viajaban cinco jóvenes. La persecución terminó en un choque. Danilo Sansone (13 años), Gonzalo Domínguez (14), Camila López (13) y Aníbal Suárez (22) fallecieron. Rocío Quagliarello fue la única que sobrevivió.
En un primer momento la policía intentó hacer creer la versión de que les menores habían chocado, luego dijo que eran delincuentes. Sin embargo, gracias a las cámaras y les testigues, se confirmó que se trataba de abuso policial.
La realidad era otra: les menores eran inocentes perseguides a los disparos. Además de los casquillos en el auto que intentaron ocultar, la autopsia confirmó que antes del choque Gonzalo presentaba una herida de bala.
El reclamo de justicia
Susana Ríos, mamá de Gonzalo Domínguez, reclama un juicio pronto. Si bien aún no hay fecha, esta semana le asignaron jueza a la causa. La doctora Carolina Crispiani es quien va a presidir el juicio por jurado.
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En la actualidad hay 24 imputados por los crímenes, pero sólo 9 están en prisión. Se trata de los policías Rubén García, Leonardo Ecilape, Manuel Monreal, Mariano Ibáñez, Franco Micucci, José Domínguez, Héctor Ángel y José Durán. También del ex secretario de Seguridad de la municipalidad de Monte, Claudio Martínez.
Susana cree que cuando se haga justicia, si bien no va a encontrar paz, podrá cerrar una etapa. “Encontrar un poco de tranquilidad, que he luchado por lo que necesitaba: justicia por mi hijo. El también va a descansar en paz con sus amiguitos”, asegura.
La voz de una madre
“En mi vida me voy rearmando, porque tengo dos hijos más y tengo que luchar por ellos”, cuenta la mamá de Gonzalo. Agrega que “hay días que son difíciles, muy difíciles, pero es retomar y seguir porque no puedo bajar los brazos”.
Consultada por el apoyo de les vecines, ella asegura que nunca se sintió sola. “El apoyo es increíble, la gente es muy cálida, me siento muy contenida por la comunidad, por la familia, por los amigos”. Además rescata la contención de su abogada y su psicóloga.
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Ríos también se refirió a Lucas González, otro caso de gatillo fácil conocido en la última semana. “Con mi esposo vimos que pasó exactamente lo mismo, eran niños inocentes y la policía los mató queriendo hacer creer que eran delincuentes”, asegura.
Respecto a las similitudes en el accionar de los policías, Susana expresa que “en el caso nuestro también querían hacer creer que eran delincuentes. Pero eran niños que no estaban armados ni cometiendo ningún ilícito”.
En ese momento ella recuerda cómo, en mayo del 2019, los policías cambiaron declaraciones. “Había un testigo que quería declarar que había escuchado disparos. Ellos pusieron que eran estruendos, después levantaron los cuerpos sin vida en muy poco tiempo y los llevaron muertos al hospital”, explica.
Por otra parte, lo único que pide es justicia. “Lo que uno más desea es que no salgan de la cárcel nunca más”, dice y espera después del juicio tener “otra vida, donde sabes que luchaste por la justicia de los nenes”.
Afirma que el dolor la impulsa a seguir luchando. “Vos imagínate los últimos minutos de mi hijo en el auto, baleado, con todos los nenes llorando y gritando. No pudiendo parar porque eran disparos tras disparos, una cacería humana. Cuando vos llegas a ese momento decís hasta el final quiero justicia”.