En épocas donde las imágenes y la información están al alcance de la mano una nueva propuesta para lectores llegó a patear el tablero: un libro con portada en blanco. Sin información en la solapa, ni en la contratapa y con autore anónime; solo se lee “Seix Barral”, el nombre de la editorial.
Mercedes Güiraldes, editora de la empresa, contó a Télam sobre esta novedad. Confesó que no fue una idea del sello, sino que fue una propuesta de le autore. Como editora le pareció todo un desafío y acompañaron este proyecto.
“Nos gustó, a la vez que representó un desafío inédito para nosotres como editores; porque nos obligaba a desprendernos de muchas de las funciones características de nuestro oficio, como es escribir textos de contratapa y solapas, consensuar una imagen de tapa, presentar el libro, etcétera”, continúo.
Güiraldes dejó algo en claro: no se trata de una estrategia de marketing ni un capricho. “Detrás de esa idea está la curiosidad genuina por ver qué pasa si un libro se presenta a sí mismo desnudo de todo lo que supone una información previa acerca de él”, dijo además, en la entrevista.
Una cita a ciegas con les lectores
“Este libro propone a les lectores una especie de cita a ciegas, y en ese sentido es a la vez un desafío y un juego, y nos pareció que valía la pena intentarlo”, dice la editora.
El “libro blanco” llegó a las librerías acompañado de una carta del Grupo Planeta y Seix Barral con una invitación misteriosa. “En un mundo regido por algoritmos que nos conducen a lo que se supone que deseamos a partir de datos sobre nuestras preferencias, los invitamos a una cita a ciegas”, proponen.
“Este libro sin autor ni título, sin imagen de tapa ni texto de contratapa, del cual solo diremos que es una novela, establece con sus lectores un pacto de confianza que encierra una incógnita a develar”, continúa la carta.
¿En qué género encaja?
La mayoría de las consultas no giraban en torno a la autoría sino, la curiosidad acerca de qué trataba el libro: ¿es una novela? ¿es policial? ¿de suspenso y por eso la portada en blanco?. El Ateneo de La Plata rápidamente lo solucionó y lo cargó en su sistema como «ciencia ficción-fantástico».
La novela tiene como personaje central a un guionista que muestra su potencia al decidir firmar como anónimo aquello que va escribiendo mientras se ve involucrado en la vida de su amigo Micky Sandoval.
A dicho amigo, lo define como «un techie, como le decían en el pasado a quienes empleaban la totalidad de su tiempo en el desarrollo de novedades tecnológicas que muy pronto caían al abismo de la caducidad y la vergüenza de haber existido».
Todo sigue de manera rítmica hasta que hay un salto abrupto para les lectores: “Y ahora (el único ahora verdadero de este libro), tengo que suspender la escritura de la novela que están leyendo”, dice.
“Lo lamento mucho, pero a diferencia del ‘narrador’, el escritor tiene una vida de interrupciones más o menos parecida a la del lector. Mañana operan a mi padre en Junín, donde voy a quedarme cuatro días e intentar escribir un diario breve, que será todo mi aporte al género», continúan las líneas.
A modo reflexivo le autore escribe: “lo cierto es que no es posible escribir sobre la realidad que produce la experiencia”. Y para anunciar otra nueva pausa avisa: “Vuelvo a casa, a seguir con la novela».
Interpelar al lector en todo momento
Para concluir, la editora Güiraldes considera que “el verdadero asunto acá es el propio libro y el reto de que se lo acepte así como es ofrecido”. Invita, además, a vivir la experiencia de la siguiente manera: “Que al lector o la lectora le pase algo con él, más allá de cualquier cuestión autoral”.