Tres mil personas marcharon en Mar del Plata en la 7ma “Marcha de la gorra” para repudiar la violencia policial. “Creemos que es necesario visibilizar lo sistemático de esta violencia, ya que no se trata de hechos aislados”, comentó Federico Barrios, representante de Jóvenes de Pie, una de las agrupaciones que convocó la movilización.
La marcha de la gorra surgió hace 15 años, en repudio del código de vestimenta que pretendía crear la policía cordobesa con la excusa de prevenir la inseguridad. Por eso la consigna es “hacer frente a los estigmas; la forma en que se plantea al joven con determinadas características como un enemigo de la sociedad, como el portador de la violencia”, señaló Barrios.
En ese sentido, dijo que es habitual que les jóvenes de los barrios populares a diario sean detenidos por la policía para pedirles documentos; por vestir de determinada manera o por tener determinados rasgos. En esos operativos suele haber maltratos, se los detiene siendo menores y se los lleva a las comisarías o los penales, según nos relató.
La marcha se realiza en Mar del Plata desde el año 2015 cuando durante el gobierno de Macri se quiso instalar la polémica doctrina Chocobar. “En ese momento empezamos a marchar para cuestionar la idea que se tenía de la seguridad, poniendo el foco en la mano dura; pero sin mencionar la otra cara de la inseguridad que es la que no les da trabajo ni oportunidades a les jóvenes” mencionó Barrios.
De la movilización local participaron familiares de Thomas Perez, Brandon Romero y Matias Ordoñez los casos de gatillo fácil que conmocionaron la ciudad. También resonaron en la manifestación el caso reciente del asesinato de Lucas Gonzales en manos de efectivos policiales, el de Luciano Arruga o el de Santiago Maldonado, a nivel nacional.
“Marchamos para acompañar a las familias que están luchando hace años para que se haga justicia por estos casos”, mencionó Carla Otero, integrante de Jóvenes de Pie. “Para que sepan que seguimos estando y que no nos vamos a quedar callados hasta que deje de pasar”, agregó.
Datos acerca de la violencia
La agrupación Jóvenes de Pie y el Observatorio Social de Juventudes del ISEPCI, elaboraron el año pasado un registro nacional de violencia policial. La idea fue sistematizar datos concretos acerca de los episodios ocurridos durante el período de aislamiento decretado por la pandemia. En el trabajo se relevaron 156 casos de violencia policial o institucional; donde en el 39% de los casos la víctima falleció y en el 5% de los casos hubo desaparición.
El registro pudo identificar que los grupos que más han sido blanco de prácticas de violencia llevadas a cabo por fuerzas de seguridad fueron: varones jóvenes de sectores populares; trabajadores informales o desempleados; y personas del colectivo LGBTTIQ+, fundamentales mujeres trans y travestis
Entre los tipos de prácticas de violencia y abusos relevados por el informe se destacan el gatillo fácil (disparo con arma de fuego); golpes y tortura, abuso de poder a través de apremios ilegales; allanamiento ilegal y desaparición forzosa. Según el documento la intimidación también se perpetúa desde lo psicológico, a través de amenazas de vida, disparos al aire, extorsión y violencia sexual.