En los últimos meses, tanto productores agroecológicos como trigueros comerciales se han manifestado en contra del trigo transgénico. A una semana de que la Comisión Técnica de Bioseguridad de Brasil aprobara la comercialización de la harina de trigo HB4 desarrollada por la empresa biotecnológica Bioceres –en colaboración con la Universidad Nacional del Litoral y el Conicet–; en Argentina tomó cartas en el asunto la justicia federal.
El jueves pasado, la justicia advirtió “la clara necesidad de un amplio ámbito de acceso a toda la información disponible en la materia y de participación pública en el proceso de toma de decisiones”; por tratarse del “primero que se autoriza de su especie a nivel mundial”.
El Juzgado Contencioso Administrativo Federal N°3, a cargo de Santiago Carrillo, ordenó al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación a publicar en el término de cinco días, sin restricciones y en su página web, la totalidad de los informes de los que se valió la Resolución 41/2020 que autorizó el potencial cultivo de trigo HB4 (sujeto al interés comercial de Brasil).
Le exigió, además, que en el término de veinte días “diseñe, implemente y ponga en funcionamiento un procedimiento de participación ciudadana adecuado a los estándares constitucionales aplicables (Acuerdo de Escazú, ley 27.566); que permita a todo interesado a efectuar presentaciones ante la autoridad de aplicación, las que deberán ser consideradas”.
Paralelamente, instó al Instituto Nacional de Semillas (INASE) a que en un plazo de cinco días publique en el Boletín Oficial la Resolución 535/2021 por la cual el INASE da cuenta de los riesgos de la contaminación cruzada que representa el trigo transgénico en contacto con el tradicional.
Lo que nadie dice sobre el trigo transgénico
El trigo HB4 es capaz de tolerar situaciones de sequía y es resistente al glufosinato de amonio. Se trata de un herbicida al que la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica como “moderadamente peligroso”.
Más de 200 organizaciones y 6200 ciudadanes firmaron el documento “¡Con nuestro pan NO!”. Allí se explicitan 20 razones por las cuales no debe liberarse el trigo HB4. Al mismo tiempo, más de 1000 científicos del Conicet y de 30 universidades públicas nacionales también expresaron su rechazo en una carta al Ejecutivo nacional.