Demir Hannah es una artista correntina que apostó a hacer arte en comunidad, y es por eso que desde el año pasado se encuentra al frente del álbum digital “unides por la música”. El proyecto reúne a artistas de la comunidad LGBTIQ+ y busca visibilizar a les cantantes de distintas provincias de la Argentina con el objetivo de incentivarles a alcanzar sus sueños.
En diálogo con Nota Al Pie, la artista comentó que se trata de una propuesta para que cada artista pueda “fomentar su carrera, porque tenemos el derecho como cualquier otro artista de estar en los escenarios, sin ser cuestionadas por nuestras identidades de género autopercibidas”.
Además, aseguró que “buscamos que se nos vea como artistas más allá de nuestra identidad de género”. El álbum cuenta con doce canciones entre ellas covers, composiciones originales, con las que promueven “el arte plural”. Ella por su parte, después de recorrer distintos géneros musicales decidió interpretar los versos del chamamé.
Hannah, después de contactarse con el acordeonista Néstor Acuña, decidió cantar uno de los himnos chamameceros más renombrados. “Decidí hacer un chamamé de Mario Bofil llamado ‘Yo que te quiero tanto’, acompañado de un videoclip con imágenes de Corrientes rememorando un poco esas épocas de oro de Ramona Galarza”, dijo la cantante.
Aseguró estar contenta y entusiasmada con seguir cantando chamamé “porque siempre lo quise hacer y nunca me animé por el rechazo y por el conservadurismo del folclore del litoral y del chamamé que es innegable que tiene y qué sucede”, relató.
La iniciativa de “Unides por la Música” fue distinguida con el reconocimiento de interés municipal, provincial y por parte del Senado de Corrientes.
Los primeros años de Claudia Falcón
En la provincia de Corrientes, Demir Hannah es conocida como Claudia Falcón. Durante mucho tiempo se dedicó a trabajar en radio como locutora, y desde siempre militó por el reconocimiento de los derechos del colectivo LGBTIQ+. Además, fue integrante de la comparsa Ritmo Show. “En los 90, fui la primera mujer trans, locutora trans y desde el 96 fui la primera mujer trans diseñadora de vestuario y pasista en el carnaval oficial”, dijo la artista.
En la comparsa también participaba su madre, Sara Concepción Haedo, como directora de la agrupación musical. Rescata, además, que sus padres la apoyaron en todo momento y que la hicieron sentir segura de sí misma. “Siempre tuve mucha seguridad en mí, y siempre fui Claudia, le guste a quien le guste”, aseguró.
Su transición comenzó a los 14 años y “siempre mi familia me apoyó y me inculcó a estudiar”, dijo. Si bien por distintas razones no concluyó el secundario en su momento, asegura que nunca es tarde para hacerlo. “Me habían quedado algunas materias que nunca pude sacar porque me presenté, pero por discriminarme nunca me aprobaron”, afirmó.
Sin embargo, el año pasado la incentivaron a retomar sus estudios en el Bachillerato Popular Travesti-Trans Mocha Celis. “Estoy en segundo año, me queda tercero y ya termino el ciclo secundario. No me da vergüenza decirlo porque me parece re válido, y no dejo de ser Demir Hannah por estar terminando el secundario”, dijo orgullosa.
Mucho más que un bachillerato
La cuarentena significó limitaciones en ingresos económicos para muches. Incluso para las personas del colectivo trans, que todavía siguen luchando por el reconocimiento de derechos laborales. En este contexto, Demir Hannah, logra comunicarse con el director del bachillerato Mocha Celis, y desde entonces la animaron a continuar no solo con sus estudios, sino también con su carrera artística.
La artista asegura que no se trata solo de una escuela, sino también de contención para el colectivo. “Es esa gran caricia que el colectivo travesti- trans necesita. Su misión es rescatarnos, de nuestras heridas, de nuestros enojos, de nuestras miserias, y nos brindan la posibilidad de poder ver que somos seres humanos, que tenemos que hacer valer nuestros derechos como personas”, afirmó Hannah.
Censura y exilio
Después de dedicarse durante mucho tiempo a la locución, comenzó a tener mayor protagonismo en los medios correntinos una vez que se sumó a trabajar con Natalio Aides, un reconocido productor y periodista de la región. Asegura que “trabajar para Aides y después con mi propio programa fue como mi gran consagración en el mundo de la radio”, dijo.
Sin embargo, era una de las pocas que se animaba a hablar de lo que no se hablaba, y eso le trajo consecuencias. “Tuve un programa que se llamaba ‘sintonía nocturna’, que hablaba de disidencias, era para luchar contra la discriminación y a favor de las menorías sexuales. Fui censurada y tras una amenaza de muerte, en 1999 tengo que irme de Corrientes”, relató la artista.
Por esta razón, en su historia resuena mucho la palabra exilio. Describe que la realidad de Corrientes en ese momento era “manejado por los sectores religiosos, entonces era una aberración hablar de homosexualidad”, aseguró. En los años noventa “existía un colegio interno para varones con orientación sacerdotal, y en donde había mucha homosexualidad encubierta, y lo sé, porque yo hice mi primer año de secundaria”, dijo.
A raíz de una denuncia por abuso que realizó un chico que en ese momento cursaba el secundario, y después de replicar el caso en la radio, Demir Hannah recibió amenazas de muerte y se vió obligada a continuar su vida en Buenos Aires.
Los primeros pasos dentro de la música
Una vez radicada en Buenos Aires decide iniciar su carrera musical. Ya para el 2009 “comienzo a buscar un sello discográfico que me diera la oportunidad de poder editarlo, pero nadie se animó a editar el disco o a poner en escena a una mujer trans dentro del mundo musical”, aseguró Hannah.
Ante esta situación, la artista comenzó a realizar presentaciones en boliches, bares y fiestas. Asegura, además, que si en su momento no trascendió fue porque le dijo que no a un montón de cosas. “Al Señor Gerardo Sofovich le dije que no, porque me hizo una propuesta para que fuese vedette y estuviese en las tablas, y le dije ‘yo me dedico a la música’”.
“Por eso siempre digo que rasguñé la fama porque fui una vanguardista y una adelantada a una época, después seguí con la música y comienzo a incursionar dentro del ambiente más cis”, relató a Nota al Pie. Sin embargo, relató que en un momento dejó de hacer música porque sentía que estaba inmersa en un círculo que no la dejaba ser ella misma.
“Sentía que estaba a punto de llegar y no llegaba. Era subir cuatro escalones y bajar cinco”, agregó. Relató que se sentía catalogada “como que si sos artista y sos del colectivo sos para el colectivo nada más, y yo quiero una mirada más plural”.
Entonces, decidió hacer música “para una sociedad toda, y mi identidad de género no debe influir en lo más mínimo. Porque estamos hablando de arte, que debe ser para todos, todas y todes”, sentenció.
La música es una sola
Inspirada y motivada por sus compañeres del bachillerato, Demir Hannah resurge una vez más, y ahora para unir al país de punta a punta con la música. Así nace “unides por la música. Unificación de Artistes Transgénero de la Argentina”.
“Ellos me incentivaron y como yo que siempre me puse metas en mi vida de hacer cosas importantes, de justificar mi paso por este mundo, no para alimentar mi ego, sino siempre para crecer, dejar ser, y también entregar lo que soy”, afirmó la artista.
La iniciativa reúne a distintes artistas, y ya fue distinguida en la ciudad de Corrientes de “interés cultural” por distintas instituciones. A Hannah la espera un futuro en los escenarios, a la música un futuro inclusivo, y al arte talento. La artista se afianza en hacer música, “y sostenemos que el arte se debe sostener porque es arte”, dijo.
De la producción de unides por la música están a cargo Belén Ponce en redes y HD Ibáñez en producción musical. Para finalizar, la cantante aseguró que “la música me da libertad para poder expresarme como yo quiero y si hago canciones propias, mucho más, porque lo hago desde mi sentir”, concluyó.