En octubre, pese a las medidas de congelamiento designadas por el estado, hubo un aumento del 2,47% en los alimentos de la canasta básica. Las frutas y verduras alcanzaron el 3,92%, mientras que los productos de almacén y las carnes llegaron al 2,51% y 1,78% respectivamente.
A mediados del mes pasado, el Estado había decretado el congelamiento de casi 1500 productos de consumo masivo. Estos precios debían mantenerse hasta enero de 2022. Sin embargo, la experiencia muestra una cosa distinta.
Entre los productos que aumentaron, también se encuentran elementos imprescindibles como la leche, la cual sufrió un aumento del 69%. Por otro lado, el costo del café, por ejemplo, creció casi un 73% y el aceite un 58%
En conversaciones con Nota al Pie, el Director del ISEPCi (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana), Isaac Rudnik, explicó cuáles son las razones de esta subida.
¿Por qué aumentan los precios pese al congelamiento?
“Hay una confluencia de situaciones estructurales y coyunturales. La primera es un alto nivel de concentración en las cadenas de producción y comercialización que les permita cartelizarse. O sea ponerse fácilmente altos precios, aun cuando no respondan a suba proporcionales de sus costos”, declaró Rudnik.
“Con ese «plus» enfrentaron dos situaciones inesperadas que se dieron el año pasado, cuando se inició esta escalada que aún continúa. Por un lado, la suba de los precios internacionales de los productos del agro que exportamos (que coinciden con los que consumimos) y su traslado directo a los precios internos. Por otro la crisis de la pandemia que aunque produjo baja de consumo, subieron igual los precios por su capacidad de cartelización”, agregó.
Consecuencias de los aumentos
La suba de los productos de la canasta básica tiene consecuencias muy negativas, ya que “perjudican principalmente a los sectores de menores ingresos, que destinan la mayor parte de sus ingresos a comprar alimentos”. Sobre todo en este escenario de decrecimiento económico, que impactó principalmente en estos sectores más vulnerables.
“El gobierno debe redoblar la apuesta para garantizar el congelamiento y sancionar a los que no lo cumplen. El freno o la aceleración de los aumentos dependen de la fortaleza y decisión del gobierno para imponer nuevas medidas que limiten la voracidad de ganancias de los grandes grupos empresarios”, concluyó el economista.