El pasado 29 de septiembre, el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires anunció el ingresó a la Legislatura del proyecto de ley “Creación del Instituto Biológico ‘Dr. Tomás Perón’, Sociedad del Estado (I.B.S.E)”. Quien lo impulsó fue el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, y Daniel Gollan, candidato a diputado nacional por el Frente de Todos.
Frente a esta iniciativa, les trabajadores del Instituto Biológico Dr. Tomas Perón, ubicado en La Plata, manifestaron un fuerte rechazo. El motivo es que, según aseguran, las consecuencias del cambio de figura jurídica serían negativas.
Nota al Pie diálogo con Adriana Mansilla, referente de les trabajadores, quien aseguró que, si se aprobará la ley, diversas funciones contempladas actualmente por el instituto se dejarían desatendidas.
Entre ellas se encuentran la atención a poblaciones como pacientes muy vulnerables que conviven con VIH; intoxicaciones de alimentos; el diagnóstico y campañas de prevención masivas para rabia, entre otras.
Contradicciones discursivas
En la presentación del proyecto que se realizó en el salón auditorio del Anexo de la Cámara de Diputades bonaerense, Kreplak hizo fuerte hincapié en que el proyecto apunta a una mayor capacidad, diversidad y velocidad de producción. Asimismo, aseveró que se planean crear nuevas plantas que resultaran en más puestos laborales.
En contraposición, Mansilla denunció que se hizo todo lo posible para que la institución no funcione. En este sentido, informó que hace, aproximadamente ocho años se vivencia un desfinanciamiento sostenido en el cual no se invierte en aparatología, mejoras edilicias, ascensores, insumos, entre otros.
“Es evidente que consecuentemente se perjudique enormemente en la producción, produciendo cada vez menos y brindando menos servicios. Pero es totalmente estratégico porque lo que ellos quieren es demostrar que nuestro instituto no funciona porque se quiere avanzar sobre la sociedad del estado” vociferó la referente gremial.
Respecto a la creación de puestos de trabajo, entiende que si no se vieran afectades por la desfinanciación también estarían necesitando más personal ya que se produciría más y por ende no es un beneficio exclusivo del proyecto.
Sobre la diversificación productiva y capacidad de abastecimiento del instituto, la entrevistada informó que, en su inauguración y previo a la desfinanciación, se producía para abastecer a los hospitales provinciales y municipios con 52 genéricos.
“También se habla del alcohol en gel como si acá se estuviera elaborando alcohol en gel. Lo cual es una falacia porque esa función se pasó a ALGABO, que es una empresa privada. En plena pandemia se dejó de elaborar el alcohol en gel”, denunció Mansilla.
Más inseguridad para les trabajadores
La entrevistada aseveró que el proyecto de ley afecta el régimen jubilatorio. “Nos jubilaríamos con más años de servicio, siendo 30 para las mujeres y 35 los hombres”, señaló.
Respecto al pasaje de la Ley 10430 a la Ley 20744, informó que perderían todos los beneficios que la primera significa. “En primer lugar, no vamos a tener estabilidad laboral ya que los contratos se renuevan, en caso de que sea favorable y quieran renovártelo, cada cinco años”, mencionó Mansilla.
Manipular para ganar
En la mencionada presentación del proyecto, el ministro de Salud provincial comunicó que “uno de los pilares fundantes de este nuevo proyecto del Biológico es una articulación eficiente entre el sector público, privado, científico y tecnológico”.
Sin embargo, les trabajadores denuncian que el proyecto no se envió a las comisiones de Salud, Ciencia y Tecnología. “Entendemos que es estratégico ya que, en esas comisiones, no van a tener un reporte favorable a la sociedad del estado. Más aún teniendo en cuenta la diversidad de tareas que hace nuestra institución”, manifestó Mansilla.
Además, informó que les trabajadores siguen reuniéndose y en asamblea, manifestándose de diversas formas e incluso presentaron en las Cámaras y ante el presidente una nota en la que plantearon la diversidad de tareas que hay en la institución. “Seguiremos luchando para decir ‘no’ a la sociedad del Estado. La salud pública no es un negocio, sino que es una responsabilidad del Estado. Queremos que todos los beneficios, mejoras e inversiones que se puedan hacer, se hagan en nuestro instituto biológico”, finalizó Mansilla.