El paraje de la Cuesta del Ternero está ubicado al sur de Bariloche, unos 20 kilómetros antes de la localidad de El Bolsón. Es una superficie amplia de bosques nativos. En determinadas áreas tiene nacientes de ríos, como el Quemquemtreu. Posee cascadas y espejos de agua, lo que hace que sea un espacio territorial muy codiciado. Allí habitan varias comunidades mapuches, quienes consideran ese territorio como ancestral. Hoy, el lugar está custodiado por fuerzas policiales.
Nota al Pie diálogo con Soraya Maicoño, referente de las comunidades mapuches, quien denunció que “el Lof Quemquemtreu es un paraje que está militarizado porque fue reprimido y desalojado el 24 de septiembre”. Cómo consecuencia de eso señaló que “muchos de nuestros hermanos y hermanas mapuches quedaron en el territorio y por una medida cautelar por parte del juez Calcáneo se impide el ingreso de alimentos y abrigo”, advirtió. La activista mapuche describió que en el sitio hay un campamento humanitario que “está fuertemente controlado por la Policía de Río Negro y el COER (Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate)”, quien imposibilita el acceso.
Objetan la estigmatización
Soraya Maicoño criticó que “se esté demonizando, estigmatizando y marcando como terrorista al pueblo Mapuche”. En ese sentido, explicó: “estamos reivindicando el derecho a vivir en nuestro territorio y protegerlo”. La referente también manifestó su preocupación ante una posible escalada del conflicto. “Necesitamos difusión de lo que sucede para evitar otro asesinato como el de Rafael Nahuel y Santiago Maldonado”, enfatizo.
Resolución del conflicto
“No está en nosotros resolver el conflicto. Si fuera por nosotros no deberíamos tener conflicto”, subrayó Maicoño. Y describió que en lugar de la situación de tensión actual, “deberíamos estar en nuestro territorio, desarrollando nuestra cultura y espiritualidad, sin tener que estar pendientes de despojos constantes y humillaciones”. También objetó que las comunidades indígenas “tengan que pelear por la tierra que queda en manos de extranjeros con la complicidad del Estado argentino”.
El Estado
“Hay una solución al conflicto pero está lejos de la intención del Estado alcanzarla. Por empezar, la solución del conflicto debería empezar por desmilitarizar la zona”, enfatizó la activista. Asimismo, argumentó que “si los conflictos se basan en una militarización, estamos ante una sociedad que no ha madurado nada y que no quiere un diálogo serio”.
Finalmente denunció que “el Estado nacional y el rionegrino no van a abordar una solución porque las tierras ya están entregadas a los empresarios que acomodan al político de turno en el gobierno”. La referente indígena finalmente consideró que el cambio de la situación actual podría gestarse en otro ámbito. “Lo único que podría aportar una solución es la empatía de la sociedad civil que no debiera naturalizar la presencia de las fuerzas represivas en la calle”, finalizó.