En el día de hoy, el Centro de Estudiantes del EEM N° 1 D.E 14, “Federico García Lorca”, movilizó hacia el Ministerio de Educación porteño. El reclamo de les jóvenes consiste en mejores y más claros protocolos sanitarios para las escuelas de la Ciudad.
El conflicto se originó la semana pasada: durante una jornada de prevención, una Unidad Móvil del Ministerio de Salud del GCBA realizó testeos preventivos a estudiantes, docentes y no docentes de la institución. Así, se detectaron 34 casos positivos que no fueron informados de manera inmediata.
De manera que, las autoridades y les diferentes integrantes del Lorca exigieron una segunda instancia de testeos por PCR, para corroborar los resultados. Asimismo, solicitaron que se desinfectara el establecimiento, como establecen los protocolos.
El equipo sanitario realizó los testeos por PCR a las 34 personas que habían dado positivo en una primera prueba, quienes deberían mantenerse en aislamiento hasta recibir los nuevos resultados. Sin embargo, la espera, que debía durar 24 hs, se extendió. Recién 48 hs después de lo sucedido, el Ministerio informó a través de una comunicación telefónica que los PCR habían dado negativo. Sin embargo, jamás envió los resultados por escrito, ni dio una explicación de lo ocurrido.
“Todas las personas que dieron positivo y no recibieron el resultado, tuvieron que hisoparse por fuera de la institución, sin ningún tipo de acompañamiento. Así comprobaron que los test estaban dando mal, que eran falsos positivos”, explica Violeta, miembro del centro de estudiantes.
Luche y que se escuche
Es por eso que les alumnes del Lorca se organizaron y armaron un plan de lucha. En el día de ayer realizaron un pernoctazo, y esta mañana se dirigieron al Ministerio de Educación. “Los protocolos escasean, no son claros y no se cumplen”, aseguró Violeta.
En ese sentido, declaró que desde el centro de estudiantes le exigen al ministerio “una respuesta sobre por qué se dieron falsos negativos y también que den los resultados de los PCR porque hay personas que aún no tienen el resultado”.
Violeta cuenta que al interior de la comunidad educativa, esta situación se vivió con mucha angustia e incertidumbre. “Todes estábamos muy nervioses: muches chiques y docentes estaban preocupades porque conviven con personas de riesgo; o porque no sabían si estaban contagiando a su familia; ni cuál era la situación… Nadie tenía síntomas, por lo que resultaba muy extraño que toda esa cantidad de personas diera positivo”, señala. Y agrega que: “cuando salió a la luz toda la situación, se vivió con mucho enojo y decepción por parte de un ministerio que funciona así de mal”.
Aunque el mal funcionamiento y el abandono estatal no fue una sorpresa: “ya lo sabíamos”, afirma Violeta. “Los protocolos de covid en nuestras escuelas son muy escasos. De a poco fueron agregando cosas, como un medidor de temperatura, alcohol en gel, pero en realidad en las escuelas no hay distancia social… Los protocolos no se cumplen al pie de la letra, entonces no es extraño que sucedan estas cosas. Sin embargo, sigue causando el mismo enojo y la misma bronca saber lo poco que le importamos al Ministerio de Educación de la Ciudad, y al de Salud también, los pibes, las pibas, los y las docentes, y los y las no docentes”, concluye.