En pleno debate por el uso del “Green Pass”, pase que se obtiene al recibir la vacuna contra el Covid 19 o realizarse un hisopado, el partido Neofascista Forza Nuova intentó irrumpir el pasado sábado 9 de octubre en el Palazzo Chigi– sede del gobierno italiano- ubicado en Roma. Al mismo tiempo, provocaron destrozos en la guardia de un hospital y en uno de los principales sindicatos del país.
La medida que propone el gobierno del presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Draghi, es que las empresas y organismos públicos y privados cuenten con una aplicación para demostrar si se recibió la vacuna o no.
La nueva medida sanitaria
El “Green Pass” se encuentra en discusión para que sea obligatorio en los lugares de trabajo. Cabe destacar que en Italia ya se exige para los viajes en tren y avión de media y larga distancia. Además, es necesario para ingresar a los bares y restaurantes, gimnasios, teatros y realizar otras actividades.
Pese a esto, el gobierno italiano decretó este martes que los proveedores de empresas públicas y quienes participen en reuniones en edificios estatales deberán contar con dicho pase sanitario. El mismo será obligatorio desde este viernes 15 de octubre.
Por el momento, aún no se definió cómo obtendrán el pase sanitario les ciudadanes vacunades en el exterior. Se desconoce también el proceder ante aquelles -les ítalo-argentines, por ejemplo- que fueron inoculades con vacunas aún no reconocidas por Europa. Es preciso señalar que, para las personas que no están vacunadas (o que no hayan tenido coronavirus), está la opción de hacerse un test cada 48 horas a un monto de 15 euros.
Un partido antivacunas y una investigación en plena aplicación del Green Pass
El sábado 9 de octubre, centenares de manifestantes efectuaron por casi siete horas, una revuelta contra la policía italiana. La misma fue producto de la aplicación del “pase verde sanitario”. Al finalizar dicha manifestación, se contabilizaron un total de 12 personas detenidas. Entre ellos, dos jefes del partido Forza Nuova, principal promotor de las protestas, y un ex miembro de los Núcleos Armados Revolucionarios (NAR).
Por parte de la fiscalía de Roma, advirtieron que lo ocurrido el pasado sábado fue un ataque planificado por grupos neofascistas que acusaron al gobierno italiano de emplear una dictadura sanitaria.
El gobierno italiano anunció “tolerancia cero” sobre estos grupos de ultraderecha, causantes de los disturbios en la capital.
Después de las revueltas, la Justicia italiana abrió una investigación por terrorismo contra dos exponentes del grupo ultraderecha, que fueron encarcelados. Por otra parte, se abrió una línea investigativa sobre el intento de ataque al edificio gubernamental Palacio Chigi, en donde cuatro personas continúan detenidas.
La manifestación tuvo el foco en la Piazza del Popolo, en el centro romano, donde reunió a grupos antivacunas y personas que están en contra de la obligatoriedad del pase verde. Según informó este martes el diario italiano Repubblica, los colectivos antivacunas continúan activos en grupos de la aplicación Telegram, “con más de 30.000 inscritos” y se preparan para nuevas manifestaciones violentas en la capital.
Polémica por el pase verde sanitario
El gobierno decretó que instituciones, organismos públicos y privados, proveedores de empresas públicas deberán contar con la aplicación que demuestre la inoculación de las personas. Lo mismo se le demandará a les carteres que deban entregar correspondencia, empresas tercerizadas y quienes participen en reuniones en edificios estatales.
El próximo viernes 15 de octubre entra en vigencia la nueva norma en donde se podrá expedir el certificado con 48 horas de antelación. Los grupos antivacunas que están reclamando denuncian que el Estado atenta contra la salud de quienes no desean inocularse con algunas de las vacunas existentes.