La escritura expresiva se utiliza desde la terapia psicológica y ayuda a hacer conscientes los pensamientos y los sentimientos que une tiene. De esta manera, permite expresar aquello que no se puede exteriorizar de manera verbal.
En este sentido, Nota al Pie dialogó con la Licenciada en Psicología Florencia Linfozzi para conocer más sobre este método
“La escritura como camino que devela algo del inconsciente”
La licenciada explicó que “existen varias investigaciones con respecto a la escritura terapéutica, emocional o expresiva”; así como “técnicas que utilizan la escritura como medio para tratar algunos síntomas como la ansiedad o el estrés”.
Por consiguiente, puntualizó que “en lo personal, me resulta interesante pensar a la escritura como un camino posible que devela algo del inconsciente”.
Cabe destacar que “Freud ya se interesaba por la narrativa de grandes poetas como Goethe”. Además, “realizó un trabajo de los efectos que aquello tiene en el lector”, resaltó la psicóloga.
“La palabra escrita es un camino para encontrar lo que anida el conflicto”
Posteriormente, la especialista hizo hincapié en que “Freud expresó que el psicoanálisis consiste en la ‘cura por la palabra’. De esta manera “describió al método clínico, el cual comenzó a dar forma en el siglo XIX”.
En este sentido, “podemos pensar que, con la palabra escrita, el autor podría expresar su padecimiento”. Y, por ende, “encontrar allí lo que anida el conflicto, de manera tal que se lograría el alivio del sufrimiento (o lo ‘terapéutico’)”.
Con relación a cuándo es oportuno realizarla, la licenciada aclaró que “sería reduccionista de mi parte decir cuándo o cómo”. Y explicó que lo mejor es llevarla a cabo “cuando exista predisposición o cierta curiosidad por expresar lo que nos pasa”.
La “mejor” escritura es aquella que se relanza a la palabra cada vez
Por otro lado, Linfozzi describió que “Freud, en su método analítico, invitaba a los pacientes a decir todo lo que se les ocurriera”. Así como “todo aquello que se les pasara por la mente, aunque decirlo pudiera resultar penoso”.
En consecuencia, “una vez traídos a la conciencia, mediante asociación libre, la o el especialista podía interpretarlos y así trabajar sobre la sintomatología del paciente”.
En esa misma línea, la licenciada subrayó que “con la escritura se pone en juego la palabra”. Y por este motivo “la mejor escritura es aquella que se relanza a la palabra cada vez, sin perjuicio de ello”, sentenció Linfozzi.