Hoy se cumplen veinte años del atentado terrorista que tuvo mayor impacto en la opinión pública. El 11 de septiembre de 2001 las Torres Gemelas de New York ardían bajo fuego. Inicialmente, no se sabía si se trataba de un incendio en uno de sus edificios. Luego, las cámaras mostraron en vivo cómo un avión impactó contra la segunda torre. Posteriormente, se verificó que las aeronaves que habían atacado ambas torres, eran aviones de aerolíneas comerciales que habían sido secuestrados con sus pasajeres a bordo y dirigidos deliberadamente contra las torres.
En ese entonces, el periodismo empezó a definir el suceso como el ataque terrorista que tuvo la más compleja planificación en la historia. Se requirieron meses de entrenamiento para pilotar aviones de gran porte, secuestrar dos aeronaves sincronizadamente para dirigirlas casi al mismo tiempo, cada una de ellas a una torre distinta. El plan, precisamente era borrar por completo del mapa uno de los símbolos más importantes de los Estados Unidos.
Los medios de comunicación
El periodismo se abocó a conocer los detalles del suceso. Prácticamente toda la transmisión de los canales de TV fue alterada. Los programas de las señales de noticias suspendieron los programas deportivos, de espectáculos y también los de entrevistas. La totalidad de las pantallas se colmaron de una sola imagen compuesta por dos edificios ardiendo. Y personas que saltaban al vacío desde grandes alturas.
Los diarios alteraron las secciones informativas de sus páginas. En los periódicos norteamericanos, ante una tragedia sin precedentes, inicialmente se eliminaron varios días las secciones de humor. Precisamente, el humor social no estaba en condiciones de leer tiras de humor gráfico. Con el transcurrir de las semanas, las rutinas de los medios se fueron normalizando y volvieron esos contenidos a las páginas. Posteriormente, también hubo quienes empezaron a animarse a realizar reflexiones de la tragedia desde las historietas.
Fue allí cuando las Torres Gemelas empezaron a aparecer en algunos dibujos humorísticos o en ediciones de cómic. En el país de la libertad, no era admisible que los propios artistas se autoimpusieran un límite a la libertad creativa. Tanto dentro de Estados Unidos, como fuera de él, historietistas y realizadores de humor gráfico, empezaron a plasmar el atentado del 11-S en su arte.
Nota al Pie realiza un breve repaso por algunas piezas de humor gráfico e historietas que abordaron el tema.
El humor gráfico en Argentina
La ilustración de la historietista Maitena fue publicada en el matutino La Nación dos días después de que aconteciera el acto terrorista. La imagen fue replicada por varios medios del mundo. La artista logró plasmar el sentimiento de una nación mediante la Estatua de la Libertad, llorando desconsoladamente en los brazos de una persona que procura darle contención. Es importante destacar la proximidad geográfica de este importante monumento con el lugar de los acontecimientos. La Estatua de la Libertad se ubica a menos de cuatro kilómetros del sitio donde estaban las Torres Gemelas.
El arte de Art Spiegelman
El destacado historietista Art Spiegelman, quien años atrás había obtenido un premio Pulitzer por su obra, vivió en New York cuando ocurrieron los atentados. De hecho, su propia hija era alumna de un colegio que estaba en las inmediaciones de las Torres Gemelas. En el año 2002 el artista decidió hacer uso de su obra para describir el horror de los atentados y el impacto que tuvieron en la sociedad norteamericana.
Su historieta denominada Sin la Sombra de las Torres, la utilizó también para expresar sus críticas hacia la gestión de USA. Se dirigió específicamente en lo referente a su política exterior en materia de seguridad. Entre sus ilustraciones, se destaca una en la que utilizó un zapato, puesto que ese es el elemento con el en los países árabes se expresa el repudio. Allí consideran al calzado un elemento impuro. Spiegelman con esa ilustracion grafico el descontento de les musulmaes hacia Estados Unidos.
El verdadero zapatazo
De allí que haya creado una pieza en la que el pueblo norteamericano teme un “segundo zapatazo” (el primero había sido el ataque a las Torres Gemelas). El calzado en cuestión tiene una mecha encendida, cual artefacto terrorista. Y es tan grande, que derriba edificios. Tiene una marca que lo distingue de otros: Yihad, término que en occidente se lo vincula con la guerra santa que realizan los fundamentalistas islámicos.
Años más tarde, en 2008, Estados Unidos recibiría un zapatazo, pero real. El país, representado por su máxima autoridad, el presidente George Bush (hijo) sería destinatario de una agresión de ese tipo. Bush decidió invadir Irak, por considerar que el régimen de Saddam Hussein representaba una amenaza para la seguridad estadounidense. Hubo cientes de muertes, militares y civiles.
En una conferencia que dio en ese país, un periodista le arrojó un zapato a Bush al tiempo que gritaba en idioma arabe “esto es por las viudas y los huérfanos y todos los que murieron en Irak”. El presidente logró esquivar el zapato, como así también el segundo componente integrante del par de calzados. El zapatazo dibujado en la ficción por Spiegelman, terminó convirtiéndose, en cierto modo, en un hecho real.
Humor arquitectónico
Finalmente, el sitio Humor12.com presenta un dibujo bajo la expresión “así serían las torres gemelas en un mundo perfecto”. Se propone una “innovación arquitectónica” que impediría la ocurrencia de catástrofes como la del 11 de Septiembre.
El homenaje de Marvel a les rescatistas
La editorial Marvel es la principal creadora de historietas de superhéroes. Sus títulos incluyen a El Hombre Araña, Capitan America, Hulk entre otros. Sus trabajadores vivieron de cerca el atentado ya que sus oficinas estaban ubicadas en proximidades a las Torres Gemelas.
Una edición de El Hombre Araña homenajeó en noviembre de 2001 a les rescatistas que trabajaron en la catástrofe. Hubo más de 300 bomberes que fallecieron cuando se derrumbó una de las Torres Gemelas. Marvel consideró como héroes a todes aquelles que trabajaron en la búsqueda de personas bajo los escombros. Por eso, presentó una edición en la que el Hombre Araña trabaja junto a las personas que ese día se convirtieron en héroes.
Superman, el máximo superhéroe admira a les verdaderes héroes
Los términos de superhéroe y héroe fueron redefinidos en el mundo del cómic, luego de los atentados. En una edición del año 2002 que reunió a varios historietistas creada para homenajear a las víctimas de la tragedia de las Torres Gemelas, DC Comics puso como portada a Superman. Allí, el hombre de acero, aquel que realizó las mayores hazañas en beneficio de la sociedad, es quien observa un mural de les héroes del 11 de septiembre.
Son personas comunes que no utilizan ropa de lycra, que no poseen capa, que no vuelan, ni poseen superpoderes. Son los bomberos, rescatistas, policías y personal médico. Son aquelles que arriesgaron sus vidas, de hecho cientos la perdieron, para rescatar a personas atrapadas. La portada solo dice “wow”. Una palabra que sintetiza todo lo que siente el máximo superhéroe frente a los héroes de las Torres Gemelas: admiración.