En los últimos días, ardieron bajo llamas zonas forestales de Candonga, en Sierras Chicas, Córdoba. Posteriormente, los incendios en Potrero de Garay se extendieron hasta San Clemente, Intiyaco y Athos Pampa.
A pesar de que los focos fueron controlados, estos nuevos puntos de incendio en la provincia se suman a la lista de 2000 hectáreas de bosque nativo destruidas en 2021. En muchos casos los incendios son intencionales, con el objetivo de llevar a cabo emprendimientos económicos.
Cada vez más incendios y desmontes ocurren en la provincia, aun cuando la Ley de Bosques contempla y condena los actos de incendio intencional a fin de desarrollar negocios inmobiliarios. Sin el efectivo cumplimiento de la ley, la provincia se encuentra en alerta por la pérdida del bosque nativo y su biodiversidad.
El escándalo ambiental que azota la Provincia
El pasado 13 de agosto se inició un incendio forestal devastador en Candonga, en el predio donde Ticupil S.A. desarrolla un emprendimiento inmobiliario en zona roja (de muy alto valor de conservación) de bosque nativo, en la cabecera de la cuenca del Río Chavascate.
Según denuncia la Asamblea en Defensa del Ambiente Córdoba Capital, pretenden intervenir ilegalmente en el bosque nativo con canteras, negocios inmobiliarios y rutas. ‘’Desde abril de 2019 existe un fallo judicial que ordena suspender todas las obras en Candonga pero nada se detuvo. El loteo avanza con total impunidad. Las obras continúan’’, declararon.
Esta situación particular se ha repetido sistemáticamente en sierras, valles y llanos. Desde el año 1987 al 2018 se han perdido más de 1.600.000 de hectáreas a raíz de 9.200 incendios provocados.
Una ley de protección ambiental que no se cumple
La pérdida de hectáreas de bosque nativo y biodiversidad aumenta a cantidades que son incalculables, debido a que el mapa del área realizado para la Ley Provincial de Bosques es impreciso.
Según reconoce esta Ley, un 95 por ciento de los incendios son provocados por la actividad humana y agravados por factores climáticos. Como por ejemplo, la falta de precipitaciones, las temperaturas elevadas, el bajo porcentaje de humedad, las heladas constantes y los vientos fuertes.
Es por eso que la Ley de Bosques y La Ley de Manejo del Fuego delimitaron áreas que el Estado tiene la obligación de proteger. No obstante, el mismo gobierno provincial vende o realiza obras ilegalmente en estas áreas.
Ante este panorama, asambleístas ambientales de Córdoba se organizan constantemente para salir a las calles y hacer frente a los intereses privados y particulares que amenazan el ambiente.