El estudio conocido como Sisonke reveló que una dosis de la vacuna Johnson y Johnson contra el COVID-19 ayudó a prevenir una enfermedad grave.
Según informó la agencia EFE, consistió en un análisis de casi 480.000 trabajadores de la salud en Sudáfrica. De los cuales solo un 1% se infectó.
En tanto el total de esos contagios, el 98% supuso enfermedades «suaves», un 4 % de les infectades desarrollo síntomas moderados y solo el 2% desarrolló un cuadro grave.
“Probablemente sea más protectora contra Delta que con la cepa Beta anterior”
La presidenta del Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica, Glenda Gray, fue la encargada de este estudio. De esta manera, en una conferencia de prensa especificó que “se trata de la primera evidencia a gran escala de la vacuna J&J”.
Posteriormente, puntualizó que funciona contra esta variante dominante y que “probablemente sea más protectora contra Delta que con la cepa Beta anterior”.
Una de las cuestiones a destacar fue la pronunciación de que por el momento no hay necesidad de una vacuna de refuerzo ya que la vacuna demostró una buena durabilidad. Aun así la especialista señaló que continuarán evaluando esto a medida que hacen un seguimiento con les trabajadores de la salud.
“Una sola dosis neutraliza la variante Delta”
Desde Johnson y Johnson revelaron que con una sola dosis de su vacuna contra el coronavirus se neutraliza la variante Delta. Sumado a esto, resaltaron que “proporciona una protección duradera contra la infección en general”.
Consecuentemente, la empresa de Estados Unidos explicó que “los receptores de nuestra vacuna produjeron fuertes anticuerpos neutralizantes en el transcurso de al menos ocho meses”. Y agregaron que es eficaz contra todas las variantes, incluida la Delta.
Finalmente, anunciaron que tienen previsto presentar a finales de agosto los datos de eficacia de un ensayo de un régimen de dos inyecciones.