Desde el inicio de la pandemia, y su consecuente virtualidad obligatoria, el debate en torno al acceso a las tecnologías y a la conectividad se volvió central. En ese sentido, el Presidente de la Nación Alberto Fernández anunció este lunes su intención de declarar Internet como un servicio público. En este contexto, se vuelve indispensable hablar sobre la accesibilidad y las brechas digitales.
Así lo confirma en diálogo con Nota al Pie el investigador del CONICET y docente de la UBA y de la UNQ (Universidad Nacional de Quilmes), Martín Becerra. Explica que al volcarse a la virtualidad muchos de los procesos que antes se hacían de manera presencial, tales como los laborales, comerciales, productivos, educativos, sanitarios, afectivos inclusive, generan que la demanda de las redes se multiplique. De manera que creció la conciencia social y de las elites políticas sobre la importancia de la conectividad.
“Más allá de lo que digan las normas legales, la conectividad es un servicio esencial. Porque sin conectividad no podes aprender, ni asistir a un proceso educativo, ni pedir turno en el médico. No podes pagar impuestos, no podes conectarte con tu familia, ni con tus amigos”, asegura el investigador.
20 años de conectividad
El año pasado se cumplieron 20 años de conectividad en Argentina. En junio de este año, Becerra publicó un informe denominado “ACCESOS TIC 2000-2020 EN ARGENTINA: ¿20 AÑOS NO ES NADA?”. En el mismo, da cuenta de las transformaciones que ocurrieron a partir de la revolución tecnológica ocurrida a principios de este siglo, que generó una multiplicación en las formas de acceso. Sin embargo, no logró terminar con las desigualdades.
Becerra explicó que las transformaciones más significativas en los últimos 20 años fueron “el crecimiento en el acceso a comunicaciones móviles. Y a la conectividad de banda ancha fija a Internet”. Otra tendencia que señala es que “hoy lo que llamamos telefonía móvil, no es sólo telefonía. En realidad son comunicaciones móviles porque también hay intercambio de datos y consumo audiovisual”.
Lo mismo ocurre con la conectividad fija a Internet. “Hoy por hoy la velocidad de carga y descarga de contenidos es ampliamente superior a la de principio de siglo, con otras estructuras de conectividad. Cada vez hay más fibra óptica en el hogar, cuando a principio de siglo sólo existía la inalámbrica”, continúa el investigador.
Acorde con lo relevado por el informe, entre 2000 y 2020, los accesos a comunicaciones móviles crecieron un 748%, los accesos a Internet fija un 497%, a tv paga un 125,6% y la cantidad de líneas de telefonía fija decreció un 4,8%.
Una pluralidad de brechas
Sin embargo, estos datos aparentemente alentadores, no han buscado terminar ni aminorar las desigualdades. “Siguen existiendo manifiestas brechas económicas, culturales –en el sentido de habilidades y competencias para el uso de tecnologías-, geográficas, de género y etarias. Estas impiden que una parte considerable una parte de la población argentina acceda en buenas condiciones, de accesibilidad económica, de servicios de última generación a las TICS”, asegura Becerra.
En el programa El Algoritmo Escondido de FM 89.9 Radio con Vos, Martín Becerra explicó que a principios de siglo se hablaba de brecha digital de manera muy rudimentaria, entendiéndose como aquella que separaba a los países ricos de los pobres; y, dentro de un mismo país, a los sectores que tenían acceso de los que no. Pero en los últimos años fuimos testigos de todo un abanico de distintas posibilidades para acceder a los servicios, aún sin estar bien cubiertos por ellos.
De manera que hay formas degradadas de tener acceso. En ese sentido, el informe señala que los sectores populares y juveniles suelen acceder a la conectividad a través de la carga de crédito a lo largo del mes. Considerando que el 42% de la población se encuentra debajo de la línea de pobreza, muchas veces la accesibilidad se ve limitada por la inestabilidad en los ingresos.
Por otro lado, Argentina tiene una estructuración centralizada en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Mientras que en CABA estadísticamente todos los hogares cuentan con conexión, en Formosa sólo 3 de cada 10. En nueve provincias argentinas (Formosa, San Juan, Santa Cruz, Mendoza, Corrientes, Misiones, Chaco, Santiago del Estero y Catamarca) más de la mitad de los hogares carecía al finalizar 2020 de acceso a Internet fija.
El rol del Estado
Becerra reiteró que hoy la conciencia sobre la importancia de las TICS está bastante diseminada en todos los ámbitos de la sociedad. Tanto Estados nacionales, provinciales como municipales son conscientes de la necesidad de garantizar el acceso a las TICS y a la conectividad. Sin embargo, lo que para el investigador falta es “armonizar y planificar esos esfuerzos que hasta ahora, se han desarrollado de manera desarticulada, impidiendo garantizar o mejorar la conectividad”.
Dos años de virtualidad ameritan una mirada introspectiva de todos los actores de la sociedad, y especialmente del Estado. Con el objetivo de reflexionar qué estrategias puestas al servicio de mejorar la conectividad o superar las brechas digitales, deberían ser revisadas, acorde con Becerra. En ese sentido, asegura que esa mancomunión de esfuerzos aún está pendiente.