Este viernes a las 17 horas el colectivo “Docentes contra la Presencialidad en Pandemia” con el apoyo de “Familias por el Retorno Seguro”, se movilizaron ante la Jefatura de la Ciudad de Buenos Aires. El objetivo fue manifestar su repudio ante la decisión del Gobierno porteño de retomar este 2 de agosto la presencialidad total en las aulas. Otra cuestión que se hizo presente fue la necesidad de declarar en dicha fecha paro docente.
Florencia Palombo, maestra de nivel primario de escuelas públicas de la ciudad y miembro de “Docentes contra la Presencialidad en Pandemia”, dialogó con Nota al Pie. “Nosotros entendemos que tal como pasó a principio de año para llegar a la segunda ola. La presencialidad escolar y la movilidad que conlleva la misma son detonante de los aumentos de contagios, del colapso sanitario y de la proliferación de nuevas cepas”, expresó la docente.
La amenaza de la circulación de la variante Delta y la inminente llegada de una tercera ola de Covid-19 son el escenario donde les docentes deben enfrentar las medidas tomadas por el Estado. Hasta el momento les educadores y las familias luchaban diariamente contra lo denominado como “presencialidad administrada”. Esta modalidad pese a funcionar con “burbujas” no reducía el riesgo de contagios motivo por el que se perdieron la vida de muches docentes y auxiliares a lo largo del año.
La propuesta de les docentes
Debido a ello Florencia destacó que el colectivo viene reclamando desde marzo la suspensión de las clases presenciales en pandemia. “Entendemos que el Estado puede garantizar que la educación en este contexto epidemiológico sea virtual, garantizando conectividad dispositivos para estudiantes y docentes en su conjunto”, sostuvo.
Además puntualizó que las medidas debe tener en cuenta “un programa de vacunación masiva para el conjunto de la población”; y agregó también las “medidas económicas como por ejemplo IFE y licencias para todas las familias”.
Problemas institucionales
En un contexto con 800 contagios diarios de Covid y la propuesta de una presencialidad “completa”, es decir sin burbujas. Lo que equivale a que en muchas aulas de ciudad se agrupen aproximadamente 30 niñes sin el distanciamiento pertinente para prevenir los contagios. Se suma la delicada situación institucional de los centros educativos.
Según un comunicado de “Familias por el Retorno seguro” : “La pandemia puso aún más de manifiesto los problemas históricos de las escuelas: edificios con graves problemas de infraestructura, calefacción, conectividad, así como también los pedagógicos y de vulneración de derechos” .