El pasado martes 13, el proyecto de Ley de Etiquetado Frontal resultó aprobado por un plenario de comisiones dentro de la Cámara de Diputades. De esta manera, queda a la espera de ser tratado en el recinto. La propuesta que busca mejorar la alimentación de les argentines ya cuenta con media sanción de Senadores. La misma contempla importantes modificaciones, como el etiquetado de productos que sobrepasen ciertos límites en algunos nutrientes.
A partir de esta ley, los alimentos y bebidas analcohólicas envasados y comercializados, deberán llevar etiquetas donde se anuncien excesos de componentes como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías, entre otros.
A través de esta jurisdicción, además de mejorar la alimentación de les adultes, también se contempla garantizar el cuidado de los marcos escolares, en torno a que alimentos fluyen en este sector. Siguiendo esta línea, regula la publicidad de alimentos y bebidas procesadas, fundamentalmente las que están dirigidas para este último sector.
“No va a resolver todos los problemas de nutrición del país, pero lo entendemos como una puerta de entrada para que puedan generarse otras políticas regulatorias”, declaró para Nota al Pie la coordinadora del equipo de etiquetado por la FAGRAN (Federación Argentina de Graduados en Nutrición), Mara Inés García.
“Nos va a permitir poner el tema en agenda, y que el común de la sociedad empiece a visibilizarlo”, agregó.
Importancia de la ley
“La ley apunta a proteger a los consumidores para que estén informados. Hoy en día el país no cuenta en su regulación alimentaria con información clara a la cual el consumidor pueda acceder en un lugar de consumo, y entender qué contiene un producto”, explicó García. “La información que existe es una tabla de composición nutricional pequeña, de difícil comprensión, que no aporta información sencilla al consumidor”, añadió.
De esta manera, a través de esta reglamentación, el consumidor puede llegar a la góndola ver un producto, y rápidamente identificar si es saludable.
A su vez, esta ley también apunta fundamentalmente a les niñes: “Todos sabemos que son los principales objetivos de muchas empresas, y hacia ellos apunta todo el marketing”, explicó la Licenciada en Nutrición. Es por esta razón que la ley “no va a permitir que un alimento que contenga sello tenga un personaje, la foto de un deportista, o algún tipo de regalo, juguetito o promoción”, declaró.
Avance de otros países en la región
A la hora de comparar con el resto de la región, “La realidad es que Argentina viene última de Latinoamérica en cuanto a este tipo de políticas regulatorias”, explicó la integrante de FAGRAN.
Un ejemplo de la efectividad de estas reglamentaciones puede ser encontrada en los países vecinos donde, como explicó García, “el público enseguida identificó la presencia de octógonos, y eligió usar productos que tuvieran menos o ninguno en sus envases”. De esta manera “se creó una percepción de que ese alimento no es tan saludable y empezaron a modificar las elecciones en sus compras”, agregó.
Pensando en ejemplos concretos, México es el país que ha marcado tendencia en esta problemática en la región. “En algún momento tuvo los índices de obesidad en niños más altos, y fue el primero en instalar políticas de tipo tributarias y empezar a regular la publicidad en los horarios de los menores”. De esta manera, según Mara Inés García, logró realmente modificar los indicadores. “Entendemos que podemos seguir viendo los resultados de otros paises para ver qué decisiones podemos tomar”, agregó.
Una parte de la industria alimentaria rechaza la ley
Una porción de las productoras alimentarias no se quedó callada ante este proyecto de ley, y salieron a condenarla. Una de las consignas que repitieron en este tiempo fue la de que “los etiquetados frontales tienen que ser de carácter informativo y no restrictivo”. García se mostró en desacuerdo con esto, ya que no va a haber ningún tipo de restricción de compra. “Los productos van a seguir estando en góndolas; no se va a aplicar un impuesto sobre los mismos, y los consumidores van a poder llevárselos sin ningún tipo de objeción”, contó.
Lo que va a haber, según la entrevistada, tan solo es “una advertencia, un cartel que le informe y le de elementos al consumidor para que tome una decisión de compra mucho más fundada”.