El comienzo del conflicto social en Sudáfrica se desató el jueves de la semana pasada cuando se condenó a Jacob Zuma, ex presidente del país, a cumplir una condena de 15 meses de prisión por desacato. Zuma se negó a cumplir una orden de la Justicia de testificar en el marco de una investigación estatal sobre presuntos hechos de corrupción durante su mandato presidencial, entre 2009 y 2018.
La información oficial hasta el momento da cuenta de al menos 72 personas muertas y más de 1200 detenidas.
Estos incidentes se producen a la vez que el país atraviesa una tercera ola de Covid-19, con alrededor de 2,2 millones de contagios y 64.000 muertes desde el comienzo de la pandemia. Cabe destacar también que Sudáfrica es uno de los países con mayor índice de pobreza y desigualdad social en el mundo.
El inicio de los hechos
Ante la noticia de la condena al ex mandatario estallaron las movilizaciones sociales. Con el correr de los días la escalada de violencia fue en aumento generando el bloqueo de rutas, incendio de camiones y saqueos de negocios.
Las protestas se originaron en las provincias de KwaZulu-Natal y Gauteng y se propagaron mayoritariamente en las ciudades de Pretoria y Johannesburgo, capitales administrativas y económicas del país.
Por su parte, en una conferencia de prensa el actual presidente Cyril Ramaphosa declaró que todos los implicados serán perseguidos y procesados por sus actos y remarcó que cualquier persona que utilice las redes sociales para fomentar disturbios puede ser detenida y procesada.
Al observar un aumento de los disturbios, anunció el envío de 2500 soldados para reforzar el accionar de la policía en las zonas más afectadas
El mandatario también enfatizó que «es motivo de preocupación para todos los sudafricanos que algunos de estos actos de violencia se basen en la movilización étnica», haciendo referencia al pueblo zulú, el mayor grupo étnico del país y del que procede Jacob Zuma.
El encarcelamiento de Zuma
Jacob Zuma es el primer ex presidente sudafricano que ingresa a prisión y una de las principales figuras del movimiento de liberación del Congreso Nacional Africano (CNA). En la década de los noventa, se encarceló a Zuma por defender los derechos de los negros frente a la minoría blanca para que se los considere ciudadanos de pleno derecho. Posteriormente, con el correr de su carrera política lo acusaron en diferentes causas de lavado de dinero, fraude y corrupción, en algunas de las cuales está siendo actualmente juzgado.