Este domingo, en distintas ciudades de Cuba, se desplegaron protestas en contra del gobierno. Las consignas fueron “libertad, “abajo la dictadura”, “patria y vida”, entre otras. En este contexto, el presidente Miguel Díaz-Canel, denunció la participación de Estados Unidos en estas acciones desestabilizadoras y, al mismo tiempo, convocó a les simpatizantes oficialistas a defender su gestión.
Las movilizaciones que tuvieron su inicio en San Antonio de los Baños, un pueblo rural de 34 mil habitantes perteneciente a la provincia de Artemisa, rápidamente se replicaron en otras localidades del país: en Güira de Melena y Alquízar (Artemisa), en Palma Soriano (Santiago de Cuba), Cienfuegos y La Habana.
Sí, es #Cuba. Lo que parecía imposible está pasando en Cuba y este domingo hay manifestaciones de protesta contra el gobierno y gritos de libertad. pic.twitter.com/UiEyIwwm03
— LaHistoria (@lahistoriaec) July 11, 2021
Un análisis del conflicto en Cuba
Desde el inicio de la pandemia, el pueblo cubano se ha visto obligado a hacer largas filas para acceder a una ración de comida y a medicamentos. Esto, sumado a la crisis económica causada por la pandemia, y a un récord de muertes y contagios, generó un aumento del descontento social.
Sin embargo, en diálogo con Nota al Pie, la investigadora del CONICET y doctora en Ciencias Sociales, Sonia Winer, presenta algunas claves para entender mejor el conflicto, sin desmerecer la realidad angustiante que está atravesando la población cubana.
En primer lugar señala que Cuba sufre un bloqueo por parte de Estados Unidos desde hace 60 años. En pocas palabras, no puede importar ni exportar. “Incluso, suponte que no puede importar jeringas y no las fabrica. Si vos querés mandar un barco solidario con jeringas y agujas, ni siquiera podés hacerlo porque las aseguradoras no te aseguran el barco; si lo hacen entran a una lista negra y son acusadas de ayudar a un Estado terrorista”, asegura Winer.
A la crisis económica, se le suma la debacle sanitaria. Durante la jornada de ayer, Cuba alcanzó los 6.923 contagios y las 47 muertes. Esto llevó al total acumulado desde el inicio de la pandemia a 238.491 casos y 1.537 defunciones, según el Ministerio de Salud Pública.
En este contexto, Estados Unidos “aprovecha para desestabilizar estos países y alentar grupos pequeños que consumen toda esta propaganda de redes sociales y mediáticas que él mismo inocula”, explica la investigadora.
De esta forma se da una polarización al interior del pueblo cubano. Por un lado, aquelles que se movilizan en contra del oficialismo, muches alentades por ONGs financiadas por Estados Unidos y otres que, ingenuamente, canalizan el descontento frente al contexto social; por el otro, quienes apoyan el gobierno de Díaz-Canel.
El rol de Estados Unidos
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró en un comunicado que su gobierno apoya “al pueblo cubano y su clamor por la libertad y el alivio del trágico control de la pandemia y de las décadas de represión y sufrimiento económico a las que ha sido sometido por el régimen autoritario de Cuba. El pueblo cubano está haciendo valer derechos fundamentales y universales“.
Por su parte, Diaz-Canel señaló la responsabilidad de Estados Unidos en la promoción de “acciones de desestabilización política históricas que tienen lugar contra Cuba y que se han intensificado particularmente durante la pandemia”. Además, aseguró que “han incentivado campañas que buscan legitimar la idea de que el gobierno cubano no puede controlar la pandemia”. Por último, el mandatario instó a “todos los revolucionarios a salir a las calles a defender la revolución en todos los lugares”.
#Cuba| En las calles d #LaHabana defendiendo a la #Revolución los héroes d ayer y de hoy @teleSURtv pic.twitter.com/Je4IT1nvjv
— Fabiola López (@FabiolateleSUR) July 11, 2021
Winer advierte que Estados Unidos propuso una intervención militar. En tal sentido comenta: “qué paradójico que el país que impone 243 medidas de bloqueo, que asfixia, que lleva al pueblo cubano a condiciones misérrimas de existencia, que atenta contra la vida digna, después dice que, en defensa de los derechos humanos, lo va a intervenir militarmente”.
“Ahí hay una tergiversación, no sólo de los derechos humanos, sino también de la libertad. Porque se la entiende como la libertad individual de consumo y hasta incluso de hacer lo que uno quiere; en lugar de entenderla como el derecho colectivo de un pueblo elegir de qué manera quiere determinar su forma de gobierno, que es lo que se pide del pueblo cubano”, agrega.
Patria y vida: ¿de dónde viene esta consigna?
Una de las consignas de las protestas que tuvieron lugar el domingo fue “Patria y vida”. Este es el título de una canción interpretada por distintos raperos como Yotuel Romero, Descemer Bueno, Gente de Zona, Maikel Osorbo y El Funky.
La canción reza: “No más mentiras. Mi pueblo pide libertad, no más doctrinas. Ya no gritemos patria o muerte sino patria y vida”. Este tema, abiertamente contrario al régimen de la isla y sus políticas, es una contraposición a la consigna revolucionaria cubana “Patria o muerte”.
Estados Unidos, además del bloqueo y del estrangulamiento económico para desestabilizar el proceso cubano, históricamente ha financiado distintos tipos de intervenciones. “El 15 de junio, una empresa desde Miami, con el aporte económico del gobierno republicano de la Florida, lanzó el hashtag #SOSCuba por las redes sociales. Así empezó a agitar este descontento que, como dijo Díaz-Canelo, es real pero es real porque es un pueblo asfixiado; absolutamente imposibilitado de hacer la más mínima transacción en un contexto de pandemia”, continúa la investigadora. Y concluye: “¿Cómo un país, una isla completamente aislada, y con este nivel de asedio, puede sobrevivir?”