Según los estudios realizados por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi), los aumentos de la carne siguen siendo el motor de los incrementos de la Canasta Básica de Alimentos. Aunque en las últimas semanas se vienen dando bajas en los precios en el Mercado de Liniers (principal fijador de precios), los números de junio continúan verificando renovados crecimientos.
En los primeros seis meses de 2021, los alimentos básicos aumentaron un 26%; y desde junio del año anterior el incremento fue del 53,61%. En junio de 2020 la Canasta Básica de Alimentos era de $17.905,23, mientras que en junio de este año fue de $27.504,81.
Relevamiento de precios de la Canasta Básica
El ISEPCi realiza mensualmente relevamientos en comercios de cercanía de 20 distritos del conurbano bonaerense. En los mismos se observa que los precios de los alimentos de la Canasta Básica mantienen inalterado el ritmo de aumentos que traen desde la segunda parte del año pasado. En junio pasado subieron en promedio un 3,07%.
Al igual que en mayo, el rubro de frutas y verduras acusó un descenso (esta vez del 3,45%); mientras que las carnes se incrementaron 3,41% y los productos de almacén tuvieron el mayor salto: 5,19%.
Como sucede desde hace varios meses, el rubro Carnicería encabeza los aumentos de 40,70% en los primeros seis meses. Es seguido por el almacén, con 25,20%, y más atrás se encuentra verdulería con 2,54%.
En relación al año pasado, el rubro almacén subió 43,13%, las frutas y verduras 3,72%, y las carnes alcanzaron el récord de 81,53%, respecto de junio de 2020.
De todos los alimentos, la carne bovina sigue siendo el motor de los incrementos de la Canasta Básica de Alimentos.
Los productos que más aumentaron en el último año
Varios productos aumentaron su precio más del 50% respecto de junio de 2020. Según explicó a Nota al Pie el Director de ISEPCi, Isaac Rudnik, la suba de los precios internacionales de los granos y de las carnes es la causa principal de los incrementos de los alimentos. En particular afecta a los productos de almacén. Entre estos, los que más subieron son el aceite, los lácteos y los farináceos como el pan y las galletitas.
En el sector Almacén, el que más se elevó es el aceite mezcla en un 78,95%. Le siguen los lácteos como el queso cuartirolo (1 kg) con 57,14% y el yogur firme (190 gr). La yerba (500 gr) se ubica en tercer puesto con 50%. Por último se encuentran los farináceos como el pan y las galletitas. En el caso del pan (1 kg) el aumento registrado es del 44%.
En el área de Verdulería, la naranja (1 kg) es la fruta que más aumentó su valor, ya que lo hizo en un 80%. También lo hicieron la manzana (1 kg) en un 75%, la mandarina (1 kg) y la batata (1 kg) en un 60%. En quinto lugar se ubica el zapallo (1 kg) que registró un incremento del 58%.
En el rubro Carnicería, los aumentos en su mayoría superan el 75% respecto del año pasado. Consultado por este tema, el Director Nacional del ISEPCi explicó que “las políticas del gobierno destinadas a detener los aumentos de las carnes vienen fracasando”. Las cadenas de comercialización, como los grandes productores, resisten las intervenciones del Estado tendientes a regular los mercados. Por su parte, el Estado no cuenta con herramientas de control efectivas que puedan hacer cumplir las medidas tomadas.
El asado (1 kg) es el que más elevó su precio, en un 94,29%. Es secundado por la nalga (1 kg), que elevó su valor en un 90%. La carnaza (1 kg) le sigue con un aumento del 87,50% y la paleta (1 kg) con un 80,56%. El pollo (1 kg) se encuentra en quinto lugar, con un incremento del 76,67%, y en último lugar se ubica la carne picada (1 kg) con un 66,67% de aumento.
Control de precios
Desde el ISEPCi sostienen que desde hace varios meses, el gobierno intenta con diferentes medidas detener, o al menos moderar, la escalada de aumentos.
“Estas medidas van desde la fijación de precios máximos de referencia para un grupo de cortes populares, hasta el cierre temporario de las exportaciones; pasando por acuerdos con frigoríficos y cadenas de supermercados”, relatan en el informe sobre este tema. Pero ninguna ha dado resultados palpables en los mostradores de las carnicerías.
Actualmente hay una apertura parcial de las exportaciones, continúan los precios máximos para los cortes populares, y se renuevan acuerdos con frigoríficos y cadenas de supermercados.
Según explican en el informe publicado, los problemas estructurales no están solo en la cadena de producción, también se encuentran en las vías de comercialización. Desde hace décadas, éstas presentan un permanente proceso de concentración, que dificultan los intentos del Estado para intervenir con medidas que protejan el consumo básico de las familias.