Luis Núñez, el joven deportista chaqueño de solo 19 años llega a la competencia portando la segunda mejor marca en la disciplina de Lanzamiento de martillo a nivel sudamericano. Tras una visita guiada a distintos lugares emblemáticos de Buenos Aires con el comité de la selección argentina, se prepara para tomar el vuelo que lo va dejar en Perú, ya para el desarrollo de los juegos.
“Facha”, como lo apodaron sus amigos del 5to año del colegio secundario, se forjó en el Polideportivo Jaime Zapata, centro de entrenamiento de alta competición de múltiples disciplinas -todas ellas gratuitas-.
El esfuerzo y los más de 5 años de entrenamientos, casi de manera ininterrumpida, hicieron que consiguiera los récords de lanzamiento de martillo en las categorías de U18, U20 y U23 de la provincia.
De esa manera, logró la participación en la instancia internacional. Nota Al Pie logró entrevistar al joven deportista para conocer su panorama actual y sus expectativas frente a los próximos Juegos Sudamericanos.
Inicios en el deporte
“Yo al comienzo quería hacer rugby, ni conocía el atletismo, mi hermano me dijo para que vayamos a entrenar, pero yo no quería ir, pensaba que era correr no más”, decía quien hoy está arribando a los juegos para dejar la bandera del país en lo más alto.
Poco a poco, le empezó a llamar más la atención el deporte. Primero comenzó por el disco, y el martillo en segundo lugar, siendo todo lo contrario actualmente. “Después de una lesión, le empecé a agarrar el gustito al martillo y de ahí no lo solté. Dije, voy a romper el récord chaqueño que era 54 metros, era un montón, pero para abril tire 55”, logrando esto en su participación de los Juegos Evita 2018.
Luego de esa competición que quedó fuera de la final por tres lanzamientos nulos, se puso en la cabeza que debía superarse. Con ello, comenzó la pretemporada. “Los entrenamientos eran duros todo el 2019. Mi rutina era agotadora, tenía que ir al gimnasio a la mañana, a la tarde iba al colegio, y ni bien salía a las 18, me iba al Jaime a entrenar hasta las 21:30/22:00”, comentaba Luis.
Los objetivos claros y una mentalidad ganadora no dejaron espacio al azar. Sabía que todo logro llevaba su sacrificio y con ello tuvo que dejar de lado las salidas a las fiestas de 15 y a los boliches. “En pretemporada lo máximo que hacía era ir a tomar tererés a lo de mis amigos, después iba a entrenar, y a la noche no salía, tenía que rendir en los entrenamientos que te mataban”, declaraba el deportista.
Aislamiento y deporte
“Durante el aislamiento entrené en mi casa. Mi papá me había traído unas pesas y mi entrenador un martillo con los que yo giraba y los tiraba en un playón vacío, hasta que creció el pasto y no pude entrenar más”, afirmaba Luis. Luego de los primeros meses, comenzaron las primeras etapas de desescalamiento del aislamiento en que pudo volver al Jaime a entrenar alto rendimiento.
“La perseverancia y su paciencia lo están llevando a lo más alto. Cada vez que rompe un récord o la marca chaqueña ya está viendo cómo superarse. Es una persona que se esfuerza mucho por lograr sus objetivos”, establece Nayla Olmedo, su pareja.
La vida detrás del deportista
La difícil situación económica lo golpeó de una manera cercana. Aun así, Luis, un ejemplo de deportista y persona, nunca pensó en abandonar el deporte por no contar con los recursos adecuados. Su empeño y tenacidad hicieron que luche para conseguir cada objeto que necesitaba. “Cuando me tenía que comprar una zapatilla ayudaba a mi viejo a trabajar. Mi viejo es changarín hace de todo un poco, como que le costaba conseguir la plata y más si tenía que conseguir la comida de cada día para todos en casa”, contaba Núñez.
La fortaleza mental y la imaginación condujeron a que le busque la vuelta para continuar con su formación. El bajar los brazos era inadmisible. “Yo había juntado aluminio, me compre un basto para caballo, lo arreglé y lo vendí más caro. Ahí me pude comprar una zapatilla de lanzamiento usada, que me había vendido un profesor que ya no la ocupaba más” continuó el deportista.
Si bien no lo toma como un sacrificio, la verdad es que él no tenía muchos descansos, siempre estaba haciendo algo. Además, agregó que: “En vacaciones, mi viejo me decía que lo ayude a trabajar porque le dolía la espalda y yo lo ayudaba sin problemas. Por ahí llegaba más tarde a los entrenamientos, pero le decía al profe y me entendía”.
Como persona se lo puede considerar muy introvertido, es callado, sereno y familiar. Su familia es su mundo, después todo lo demás. Para el estudio un poco esquivo, pero nunca corrió el riesgo de repetir, en diciembre finalizaba todos sus años para luego dedicarse de lleno al deporte. Lo más característico en sus años de secundario fue su apodo, “si preguntabas por Luis en su curso, nadie lo conocía. Vos lo describías y al toque te decían, ‘Ahh el facha’”, decía su novia.
La familia
Los Núñez son 4 hermanos, su papá Luis Alberto Núñez y su mamá Viviana. Luis es el mayor, y después llegan María, Lara y Emanuel. Todos contribuyeron para que hoy Luis esté cumpliendo su sueño y pueda dejar la celeste y blanca en lo más alto, pero sin dejar de lado los colores de su querido Chaco.
A esta familia se le agrega Juan Pablo Chirnicinero, entrenador y formador del hijo mayor de Luis Alberto. Este último contribuyó en el desarrollo y el aprendizaje que condujo a que hoy esté peleando medallas contra los mejores competidores de América del Sur, y a la vez, que porte la segunda mejor marca en la disciplina.
El famoso “poli”.
El polideportivo Jaime Zapata que está ubicado en Padre Cerqueira 2150, es un centro de entrenamiento destinado a diversos sectores sociales, que sirve de semillero de deportistas en la provincia, otorgando entrenamiento de distintas disciplinas de manera gratuita en la ciudad.
A través de políticas integrales del Instituto del Deporte Chaqueño, este complejo cuenta con pistas de atletismo, pileta de natación, canchas de beach vóley, vóley, y un micro estadio con una cancha de básquet apta para la alta competencia.