Los Encuentros Nacionales de Mujeres (ENM) son un territorio de disputa política. Desde 1986 cuando se realizó el primero hasta la actualidad hubo treinta y cuatro años ininterrumpidos de Encuentros, solo se frenó en 2020 por la pandemia mundial de COVID 19. En Nota al Pie todos los fines de semana te contamos un pedacito de esa historia.
Los ENM que sucedieron entre 2007 y 2012 tienen mucho sabor a las luchas feministas actuales. En ellos se generaron más discusiones internas. Es que en un principio el número de asistentes rondaba las mil personas, y veinte años más tarde eran entre veinte y treinta mil “encuentreras” (mujeres que asisten a los Encuentros).
Así, a fines de la década del 2000 y principios de la del 2010, ciertas cuestiones generaban disputas al interior de los Encuentros. Por una parte la intención de los partidos políticos de imponer nuevas formas de organización al determinar las conclusiones de los talleres. Pero esto no es posible, ya que los ENM desde su creación son horizontales y no jerárquicos: todes pueden expresar su opinión.
Además, la Iglesia Católica y otras confesiones religiosas como les evangelistas se metían dentro de los talleres para complicar las discusiones. La razón principal: frenar la campaña contra el aborto legal, seguro y gratuito, que cada vez ganaba más pañuelos verdes entre las encuentreras.
A continuación, Nota al Pie te cuenta cuales fueron las principales temáticas e hitos de los Encuentros entre el 2007 y 2012.
“Revolución en las camas, en las casas y en las plazas”
Ese fue el grito con el que se inauguró el XXII Encuentro Nacional de Mujeres en Córdoba. Las mujeres no iban a callarse nunca más. Entre el 15 y 17 de octubre de 2007, casi treinta mil mujeres llenaron la capital cordobesa.
Se habló de derechos sexuales y reproductivos, de violencia y de trata. Exigieron que se cierre de una vez la brecha salarial entre varones y mujeres, que se rompa el techo de cristal, que se asegure el derecho a la educación, a la alimentación, a la tierra y a la vivienda. La consigna histórica fue “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal y gratuito para no morir”.
En el cierre de las tres jornadas se vio la necesidad de asegurar el funcionamiento horizontal y representativo de los Encuentros. Cuando las propuestas de nuevas sedes se empezaron a escuchar, Buenos Aires, propuesta por la delegación del Partido Obrero, fue abucheada masivamente. El temor de que los aparatos políticos obturen las voces de la mayoría de mujeres independientes era una de las razones. Finalmente, la sede elegida para el 2008 fue Neuquén.
El XXIII Encuentro Nacional de Mujeres se llevó a cabo entre el 16 y 18 de agosto de 2008. Las cuestiones nacionales irrumpieron en el acto de apertura, a través del conflicto entre “el campo” argentino y el gobierno kirchnerista. Sobre todo fueron las mujeres organizadas en partidos políticos las que tomaron las riendas de esa discusión.
Como desde 1997, los sectores más conservadores de la ciudad intentaron frenar la avanzada feminista. Se vieron carteles con la leyenda “Por el derecho a nacer”, afiches de las mujeres en defensa de la vida y la familia, una marcha en contra del aborto y de la homosexualidad, y medios de comunicación atacando a activistas feministas y lesbianas por la próxima implementación de la educación sexual en las escuelas,
Pero varios grupos de mujeres habían hecho lo suyo. Como la lucha se da en las calles, las pintadas son un elemento importante. La ciudad patagónica amaneció con grafitis que decían: “La heterosexualidad es un régimen político”, “No a la trata”, “potencia tortillera”, “milico=cura=patrón”, “todxs somos lesbianas”, “aborto legal, seguro y gratuito”.
Otra vez, los medios locales y hegemónicos poco mostraron de lo que el Encuentro significa. Fueron los medios independientes o de otros países quienes se encargaron de la cobertura.
Al año siguiente, el XXIV Encuentro Nacional de Mujeres se llevó a cabo en Tucumán. Allí asistieron más de veinte mil personas. Por primera vez desde sus orígenes, se sintió en la marcha un gran despliegue policial. Hubo tiros al aire, algunos gases lacrimógenos y un grupo de policías antimotines entre las manifestantes.
Las conclusiones finales de los talleres mostraban la discusión sobre cómo avanzar en la legalización del aborto seguro, legal y gratuito. También, se reclamó que la provincia de Tucumán adhiriera a la Ley Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable que garantiza el reparto gratuito de anticonceptivos; que implemente la Ley de Educación Sexual Integral y se deroguen las clases de religión en las escuelas públicas.
Además, se denunció el aumento de la violencia de género, se repudió el secuestro y tráfico de mujeres y niñas para explotación laboral y se reclamó la implementación de medidas contra la desigualdad en el ámbito laboral.
2010: una nueva década
El XXV Encuentro Nacional de Mujeres, se realizó en Paraná del 9 al 11 de octubre de 2010. El número de asistentes se repetía: arribaron a la ciudad unas treinta mil mujeres.
Allí tuvo lugar por primera vez el Festival «Canta y baila por el Aborto Legal». Fue organizado por la Campaña Nacional por este derecho y convocó a más de tres mil mujeres. Las Condenadas al Éxito (grupo del Frente Darío Santillán), Karla Lara (feminista hondureña) y Actitud María Marta, fueron las artistas protagonistas del show.
Del 8 al 10 de 2011, el ENM se trasladó a Bariloche. Ese año, la típica ciudad turística estuvo cubierta de gris. Fue el año en que las cenizas que provenían del volcán Puyehue tiñeron la localidad. Así, el gris se mezcló con el verde de los pañuelos que exigían el aborto legal, seguro y gratuito. La lucha por la interrupción legal del embarazo es la consigna que unifica a todos los Encuentros.
También se habló de violencia de género y la falta de políticas públicas integrales que den respuesta a la misma, la incorporación al Código Penal del delito de femicidio, las redes de trata y su connivencia con el poder político y policial. La criminalización de la protesta social y judicialización de les luchadores sociales fueron temas de discusión. Por último, la desigualdad existente en el acceso a los lugares de decisión de las mujeres tanto a cargos públicos como dentro de las organizaciones sociales y/o políticas.
Desde el sur argentino el Encuentro viajó al norte. El calor de la capital misionera, Posadas, recibió a les asistentes al XXVII ENM , en octubre de 2012. Las asistentes no mermaban la cantidad: treinta mil personas asistieron a este Encuentro.
El número de talleres también creció desmesuradamente: fueron doscientos los lugares en donde debatir sobre los temas dispuestos por la comisión organizadora. Los tópicos se repiten año a año, porque muchos no encuentran solución. Algunos de ellos fueron: salud, cultura y arte, derechos sexuales y reproductivos, sostén de familia, lesbianismo, pueblos originarios, violencia, prostitución y trata de personas.
La campaña de la triple consigna “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir” siguió ocupando su lugar primordial. También se rechazó la construcción de megarepresas y se defendieron los derechos de la tierra.
“Para Posadas, este encuentro significó un antes y un después” compartían en esa época las componentes de la comisión organizadora en su cuenta de Facebook. “Las misioneras gritaron a viva voz los reclamos de toda la sociedad, y se apropiaron de las luchas para continuarlas en sus propios espacios”.
Los ENM en la actualidad
Ya recorrimos los libros y testimonios sobre los primeros encuentros. También buceamos en Internet para descubrir notas acerca de los ENM de fines de la década de los noventa y principios de los 2000. Ahora llega el turno de la actualidad.
En el próximo fin de semana, la última nota sobre los Encuentros Nacionales de Mujeres contará con la voz de sus protagonistas. Jóvenes de diferentes ciudades que asistieron a estos eventos masivos y que luchan hoy en día por una sociedad más justa.