El 30 de junio se cumplieron seis meses de la aprobación de la Ley 26.610. La misma reconoce un derecho fundamental; como lo es el derecho a decidir sobre los propios cuerpos. La Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) hoy es un hecho. Esta se puede realizar en cualquier hospital público de forma gratuita hasta la semana 14 de gestación.
La IVE, a diferencia de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), permite a quien acude a interrumpir su embarazo no decir el motivo por el cual aborta. Asimismo, la ILE se aplica si existió una violación; o está en peligro la vida de la mujer o persona gestante, mientras que la IVE puede practicarse por diversos motivos.
Por otro lado, para obtener una ILE se deben determinar las causales. Estas son tres: causal violación, causal salud, referido a la salud física; y causal salud integral; donde se contemplan también las condiciones psicosociales de la persona, desde una mirada interseccional.
Es decir, se aborda la superposición de distintas categorías que pueden implicar problemas de justicia social; como, por ejemplo, la precarización laboral, el racismo y el sexismo. Se justifica un aborto teniendo en cuenta el encuadre completo de la situación psicosocial; que sufre y habita en su cuerpo la mujer o persona embarazada.
Trabajo en Red
Hasta el 18 de mayo se registraron 403 IVE en Jujuy. La psicóloga Corina Larriqueta describió a Nota al Pie los pasos a la hora de interrumpir un embarazo. En ese sentido dijo que “generalmente las chicas vienen por medio de la ginecóloga; de la médica clínica que trabaja conmigo; o por derivaciones de compañeras de otros hospitales cercanos”.
La psicóloga es una de las impulsoras de la formación de la Consejería en salud sexual reproductiva y no reproductiva del hospital Salvador Mazza de Tilcara, en Jujuy. Ella, junto a un equipo interdisciplinario, abordan el “primer trimestre. En el segundo trimestre a veces nos dan una mano las socorro”. En ese momento “ya hablamos de Interrupción Legal del Embarazo (ILE)”.
A su vez “desde hace un año o más se facilitó la medicación en el hospital, con lo cual es una gran ventaja. La medicación estaba en el hospital central, en la capital y en Tilcara estamos a una hora. Por suerte actualmente todas las farmacias, todos los hospitales tienen que tener misoprostol”.
Por ende, “si a la usuaria se la escucha decidida, en el día se puede resolver o en dos, tres días. Se apunta a que sea ambulatorio. Se le da la medicación y la paciente hace el procedimiento en su casa con nuestro seguimiento; cuando es primer trimestre”, sostuvo Larriqueta.
Objetores de conciencia de la IVE y la ILE
En el caso del hospital Salvador Mazza existen objetores de conciencia, pero “no se ha explicitado eso. No se ha hecho una lista en el hospital. Trabajamos entre los que sabemos que trabajamos, con la médica generalista, la ginecóloga”.
En otros hospitales, de todas formas, “sigue pasando que no se hace el aviso correspondiente”. Les objetores tienen la obligación de informar a les pacientes sobre el derecho a la IVE/ILE; y derivar de forma inmediata a otre profesional que sí garantice la práctica.
Existen, según la psicóloga, “colegas que no dan la consejería. Si en una entrevista una paciente que viene por cualquier cosa; te cuenta como al pasar que está embarazada, yo le tengo que ofrecer la consejería. Si alguien no lo hace, está vulnerando los derechos de la paciente”.
“Capaz que la mujer tiene siete hijos, está rodeada por un contexto desfavorable y una le avisa que puede interrumpir ese embarazo. A veces te abren los ojos como diciendo, me estás dando la mejor noticia del mundo”, relató la profesional. Aún no hay un conocimiento total sobre “que pueden abortar en el hospital”.
Falta de personal
La psicóloga dijo que “no hubo cambios a nivel de profesionales que se hayan sumado, somos los mismos efectores de siempre”. En ese sentido, al haber pocos profesionales que garantizan el aborto; en muchas ocasiones se encuentran colapsados; y algunos casos de segundo trimestre terminan siendo derivados a hospitales con escasas herramientas para abordarlos.
“Se supone que por ley todo lo que es segundo trimestre debe ser en un hospital de otro nivel, por la complicación que implica”, afirmó la integrante de la red. “Tiene que ser en un lugar donde haya quirófano, para atajar cualquier complicación; por si la paciente pierde mucha sangre y necesita una transfusión”, explicó.
Las ILE realizadas en el hospital Salvador Mazza han sido de hasta 18 semanas. La también integrante de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir de la regional Jujuy aclaró: “No hay un límite de lo que es segundo trimestre, ahí ya depende del profesional que le atienda y que quiera resolverlo. Las socorristas por ejemplo acompañan embarazos bastante avanzados; más de veinte”.
Las féminas sembrando justicia social
Desde la red, se realizó una propuesta “a lo que es maternidad de la provincia para la resolución de las interrupciones del segundo trimestre”. La misma consiste en el armado de un equipo itinerante con mirada integral; “esto es la ginecóloga, la médica, la psicóloga y la trabajadora social”. Aún están esperando la respuesta.
Contextos desfavorables
En el norte “hay situaciones de las mujeres con mucha vulnerabilidad, donde atraviesan cuestiones de mucho consumo de alcohol, situaciones de violencia; sobre todo cuando más alejado estás del pueblo de Tilcara”.
En zonas rurales, “donde hay pocas familias y son todos parientes, existe incesto y cierta naturalización del abuso, si se quiere; es complicadísimo. Después vienen hacer secundario acá porque en el campo no hay; y vienen con toda una constructiva familiar y social super compleja”, mencionó Larriqueta.
En el hospital se trabaja con poblaciones vulnerables, “generalmente hay alguien que toma mucho en la casa, familias numerosas; sumado también a que es un lugar en el que no hay muchas actividades para los chicos; entonces el momento de diversión es juntarse a tomar”.
“No se ponen un forro ni por casualidad los chicos. Aunque haya preservativos en todos los hospitales generalmente no vienen a buscar. La piba siempre es la que pone el cuerpo, la que pasa por un aborto; con lo tremendo que es eso, más si es un embarazo avanzado y el pibe capaz que ni se enteró. Hay que trabajar también con los varones, por lo menos los adolescentes pienso que están a tiempo”, reflexionó.