Una de las grandes problemáticas que recorre silenciosamente a la sociedad, y que actualmente no parece ser una prioridad en la agenda de gobierno, tiene que ver con los casos de abusos sexuales en la infancia. Se estima que el 20% de la población ha sufrido o está sufriendo este tipo de ataques. Una cifra que se ha mantenido constante a lo largo del tiempo, y que refleja la ineficacia estatal para intervenir en esta temática tan importante.
Gracias a la activa militancia de organizaciones sociales abocadas a esta materia, la situación se vio modificada a lo largo de este último tiempo. En diálogo con Nota al Pie, la codirectora de la ONG Adultxs por los Derechos de la Infancia, Silvia Piceda comentó: “Desde que empezamos con la asociación civil hace siete años, vemos que el abuso sexual contra la infancia está teniendo cada vez más presencia, tanto en los medios de comunicación como en la sociedad”.
Según ella, este nuevo contexto que se está gestando genera condiciones favorables para que cada vez haya “más notas periodísticas, más grupos de sobrevivientes y más madres protectoras que salen a hablar y a pedir ayuda”.
A pesar de este escenario optimista, aún debe operarse un gran cambio cultural; promoverse el acceso de esta temática a lugares donde aún no ha llegado; y que el poder estatal empiece a intervenir efectivamente en este tipo de casos.
Falencia del poder judicial
Una de las grandes novedades a nivel teórico que presentó la agrupación Adultxs por los Derechos de la Infancia tiene que ver con el concepto de “adultocentrismo”. Esto refiere a que cuando existe un conflicto de intereses entre los derechos de une niñe o un adolescente y un adulte, van a prevalecer los de este últime, por comodidad. “Es por eso que cuando hay un caso de abuso sexual en la infancia, los adultos de los grupos donde hay agresores tienden a protegerse entre sí, y confabularse contra el niño victima”, explicó Piceda.
Entonces es en este marco en que, según las palabras del codirector de la misma agrupación, Sebastián Cuattromo, “no hay nadie más vulnerable que el colectivo de las infancias. Es aquel sector cuyos derechos menos peso políticos tienen en nuestras sociedades”.
Siguiendo esta línea, Piceda explicó que es primordial promover el cuestionamiento de los elementos culturales adultocéntricos que contiene nuestra sociedad; para lograr “que la infancia sea prioridad absoluta para todos”.
El Poder Judicial tampoco resulta excluido de este sesgo ideológico. Esto lo termina constituyendo en “el mayor cómplice que tiene el abusador”, según las palabras de Piceda. Realizar una denuncia ante la Justicia acompañando a une niñe de corta edad conlleva muchas dificultades; ya que el Poder Judicial “muestra una gran ignorancia, un gran machismo, y sobre todo esta idea de adultocentrismo”, agregó.
Un ejemplo de esto fue cuando la propia Piceda fue a denunciar los abusos sexuales que el progenitor de su hija ejerció contra la misma, y “decidieron no escuchar, obligándola a vincularse con este hombre”. En otros casos, incluso se han dado reversiones de tenencia por denuncias de estas características, otorgándole el niñe al adulto sospechade o denunciade por abuso sexual.
Reformas necesarias
Está claro entonces que deben tomar lugar un conjunto de reformas concretas en el terreno de la justicia para superar esta situación de conflicto. Sobre esta temática, la codirectora de Adultxs por los Derechos de la Infancia señaló las grandes dificultades que existen a la hora de insertar esta problemática en la agenda de gobierno. En estos momentos, “la única vía de acceso al poder es mediante un juicio político”.
Este hecho refleja, como declaró su par, la falta de voluntad y compromiso político que hay por parte del Estado de cambiar las cosas. También expone la posición de desigualdad en la que se encuentran les niñes frente a una sociedad adultocéntrica.
Para tratar el problema de manera concreta, Cuattromo señaló la importancia de extender la formación integral sobre el tema, generando debates colectivos y crítica a nivel social. A su vez, propuso que “una cuestión básica sería, como se hizo con la Ley Micaela, que los integrantes de los tres poderes del Estado reciban capacitación en materia de abuso sexual en infancia”.
En el caso del Poder Judicial “es clamorosa la urgencia de cambiar mentalidades, prácticas, concepciones y conocimientos en esta materia”, para combatir el abuso sexual en la infancia. Este delito “según especialistas, está considerado como el crimen más impune de la tierra”. De cada mil abusos que ocurren, menos del 10% llegan a conocimiento del Poder Judicial; y sólo uno de ellos termina en el juicio y condena del victimario.
Por el momento, ante este escenario de pasividad política, “lo que sí podemos hacer como sociedad es no dejar en la impunidad del silencio el accionar de los jueces. Que las personas sepan que se están cometiendo estas barbaridades judiciales”, declaró Piceda.
Militancia activa
A la hora de pensar, combatir y transformar la idiosincrasia “adultocéntrica” que predomina en la sociedad; y lograr que la infancia sea considerada una prioridad, Sebastián Cuatrromo destacó la importancia de militar la causa y crear espacios donde revelar estas experiencias. “Compartir historias es un disparador que siempre abre caminos”, manifestó; y agregó: “Con la sencilla herramienta de un testimonio es impresionante cómo fluye el debate, el encuentro y gente que se siente habilitada para empezar a compartir sus propias vivencias”.
Es por esa razón que desde Adultxs por los Derechos de la Infancia proponen la idea del acompañamiento solidario permanente. Desde hace nueve años, todos los sábados del año llevan a cabo la iniciativa llamada “Encuentro Solidario de Pares”. A través de ésta, toda persona que fue víctima de abuso o que está acompañando a una víctima puede acercarse sin más y contar sus experiencias.
Datos de contacto
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Mail: adultxsporlainfancia@gmail.com.
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