Hoy, a partir de las 14:00 hs, se tratará en Cámara de Senadores la ley de «Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero Diana Sacayán – Lohana Berkins”. La misma viene de obtener media sanción en la Cámara de Diputades, con un total de 207 votos a favor, 11 en contra y 7 abstenciones.
La agenda de derechos para el colectivo trans-travestis avanza. En este caso, lo hace a partir de este proyecto de ley, el cual lleva el nombre de dos referentes históricas de esta lucha.
La iniciativa establece que por lo menos el 1% de los puestos en organismos de los tres poderes del Estado, entes públicos no estatales, organismos descentralizados o autárquicos y empresas y sociedades del Estado, deben ser ocupados por personas travestis, transexuales y transgénero.
Importancia de la ley
“Si bien todo el colectivo LGTBIQ+ fue vapuleado a lo largo de los años, sabemos que más que nada las compañeras travestis y trans fueron las más perjudicadas. Por eso es importante darles este derecho fundamental”, declaró Noé Orieta, integrante de MuMaLa (Mujeres de la Matria Latinoamericana), en conversaciones con Nota al Pie.
A su vez, agregó que a las personas travesti y trans “no les toman en los trabajos por discriminación, y no por una cuestión de capacidades. Conocemos compañeres que han accedido a la educación superior y siguen sin conseguir trabajo”. Sobre esto último, una de las excusas que se usaba antes era decir que algunes no habían terminado el colegio, pero ahora ya no tiene como justificarse.
Expectativas y plan de lucha
Orieta confesó que desde MuMaLa hay mucho optimismo frente al debate de hoy. “Como en diputades salió aprobado, sabemos que en senadores puede haber una mayoría aún más amplia”, declaró.
Aprobada esta ley, los esfuerzos estarán puestos en controlar que la misma sea verdaderamente aplicada. Según la integrante de la organización feminista, “en Argentina, que algo sea ley no se traduce en que se empiece a aplicar en el mismo momento. Ya lo vimos por ejemplo en el caso de la Ley Micaela, ESI y el aborto legal”.
Para que la reglamentación se cumpla, “las organizaciones, el movimiento feminista y la comunidad LGTB tenemos que ir por detrás para que haya una efectivización real”, concluyó