De la mano de la reconocida editorial Chirimbote llega el libro infantil llamado Barriletas Cósmicas: Historia del fútbol femenino. La autora es la periodista, escritora y feminista Ayelén Pujol y el libro cuenta con ilustraciones de Romina Ferrer.
La obra infantil es una adaptación de su anterior escrito llamado ¡Qué jugadora! Un siglo de fútbol femenino en la Argentina. Ambos impulsan la reivindicación de la historia del fútbol femenino.
Con alrededor de 30 páginas, nos embarca en un viaje temporal en el que relata hitos de la historia del fútbol femenino. Entre ellos se puede resaltar la prohibición del deporte a las mujeres en tres países distintos a saber, Inglaterra (1921-1971), Alemania (1955-1970) y Brasil (1941-1979).
En la contratapa del libro Pujol expresa sus motivaciones: “La historia del fútbol femenino estuvo escondida por mucho tiempo. Por eso buscamos esas formas de jugar aunque no les estuviera permitido o aunque no cobraran por hacerlo”. Por lo cual, expresa su deseo sobre el deporte “un fútbol en el que nadie quede afuera, porque jugar es lo más lindo del mundo. Y si se juega de a muches, ¡mucho mejor!”.
Deconstruyendo el fútbol
La elección del título no es azarosa, sino que refiere al libro Barrilete cósmico: (el relato completo) de Víctor Hugo Morales.
En diálogo con la periodista Candela Gomes Diez la autora explicó “Queríamos deconstruir esa frase histórica para que las pibas puedan también tener sueños de fútbol, para que dejen de ser señaladas como varoneras o marimachos, y para que ser barriletas cósmicas sea para ellas un horizonte posible”
Una publicación por parte del Banco Interamericano de Desarrollo exponía datos sobre la profesionalización del fútbol femenino. Hacia 2018 las jugadoras de fútbol profesional no recibían un salario y un 87% finaliza su carrera deportiva antes de los 25 años, por la baja o nula remuneración.
Lo mencionado con anterioridad lo ejemplifica con el caso de Lionel Messi y Ada Hegerberg, quien es la mejor jugadora del mundo según la FIFA y que percibía un sueldo 325 veces menor al del argentino en 2019.
A su vez, la publicación respecto a nuestra región informa que de los 26 países latinoamericanos y caribeños una minoría posee un equipo femenino profesional.
Sobre las disparidades la autora comentaba a Gómez Diez “que las mujeres perciban un salario por jugar al fútbol, y que sean consideradas trabajadoras, es un reconocimiento a su identidad de futbolistas que, hasta el momento, había sido negado”
Asimismo, añade “el fútbol femenino viene a poner en debate un montón de cosas como la desigualdad salarial, el derecho al juego, la diversidad y la división binaria del deporte”.
Impacto del libro
Respecto al impacto de su libro explicó a La Diez “En un momento donde el fútbol femenino empieza a aparecer como un espacio más permitido para las infancias, está bueno que puedan conocer la historia y saber que lo que hoy en algunos lugares se practica con mayor libertad, no siempre fue así, y si lo pueden hacer es porque antes hubo otras”.
Y concluyó “Pero también para que le pongan nombre a las ídolas, soñar ser como ellas, integrar una selección, hacer goles, colgar un póster en la pared.”