La Comisión Nacional Salvemos al Tren es una agrupación nacida en el año 2002, con el objeto de pensar y reflexionar sobre la movilidad ferroviaria en Argentina. Nota al Pie dialogo con su presidente Jorge Gómez para conocer la entidad y su mirada respecto del panorama actual ferroviario en nuestro país.
¿Cómo nació la Comisión Nacional Salvemos al Tren?
El motivo que da origen a nuestra entidad es la reestatización de los ferrocarriles argentinos tal como lo hizo Perón en el año 1948. Con el golpe del 55 que le dieron a Perón quisieron acabar con la política nacional y popular. Los centros de poder de la economía transnacional quisieron acabar con lo que Perón había realizado.
En el período peronista se establecieron 45.000 kilómetros de vías, había 250.000 trabajadores ferroviarios y toda una industria ferroviaria. Teníamos fábricas de material rodante y tractivo (locomotoras). Hoy queremos recuperar todo eso. En los años noventa, en el gobierno de Menem con la Ley de Reforma del Estado, se privatizó todo y fueron despedidos 95.000 empleados ferroviarios.
Muchos pequeños pueblos del interior han ido perdiendo cantidad de habitantes, casi hasta desaparecer. Muchos atribuyen ese ocaso a la eliminación de los trenes que paraban en sus estaciones. ¿Cuál es su opinión?
Los pueblos al no tener el tren, perdieron un medio de transporte público y económico que cumplía una función social. Es de enorme importancia contar con trenes porque permiten la movilidad a bajo costo. Hoy, un tren a la ciudad de Bolívar, sale 600 pesos, en tanto que viajar en micro cuesta 3.000 pesos. Un micro a Bragado sale 2.000 pesos, en tren sale 180 pesos.
Nosotros queremos volver a los pueblos, queremos fomentar los arraigos. Por eso adherimos al plan de construcción de un millón de viviendas en los pueblos, la promoción de la agricultura familiar y la creación de Pymes en las pequeñas localidades del interior. Para eso se necesita tren de carga y de pasajeros.
¿Cuál es la situación actual de los trenes de carga?
El tren de carga, es el que subsidia el tren de pasajeros. Pero hoy eso no está sucediendo porque el tren de pasajeros está en manos de empresas privadas, que son parasitarias: Ferro Expreso Pampeano, Techint Roca que hoy dirige la UIA (Unión Industrial Argentina), Ferrosur de Camargo Correa y la familia Urquia con el Nuevo Central Argentino que termina en Rosario, donde ellos exportan sus granos. Esos son los que no nos permiten correr los trenes de pasajeros. Mientras existan concesiones a empresas privadas, difícilmente pueda volver el tren de pasajeros.
¿Cuáles son vuestras propuestas?
Nosotros proponemos que todos los trenes vuelvan al Estado y que este cobre un canon a los privados por el transporte de las cargas. Hoy no se puede hacer porque la vía si bien es parte del patrimonio nacional, en concreto no las tenemos. Hoy los trenes de carga están gerenciados por empresas privadas.
¿Cómo fue la gestión del ex presidente Macri de los trenes?
En ese periodo cerraron la empresa Ferrobaires, dejaron más de cien pueblos aislados, casi 800.000 usuarios a la deriva y se despidió a dos mil ferroviarios y ferroviarias.
Si se recuperara la movilidad ferroviaria, ¿tendríamos menos accidentes en rutas?
Indudablemente. Hoy los especialistas en accidentología nos dicen que tenemos 12.000 fallecimientos por año. Eso bajaría si impulsáramos la movilidad en tren. En el pasado, el tren tenía un rol central. Había tren a Bariloche, muchos hacían el viaje de egresados en tren. Era algo mucho menos peligroso.
Siempre que se aborda el tema del escaso desarrollo que tenemos de los trenes, surge la hipótesis que afirma que quien pone trabas a la recuperación de los trenes es Hugo Moyano. El tren afecta el negocio de los camioneros, por ende es contrario a sus intereses.
Con respecto al sindicato de camioneros, tenemos que decir que el compañero Moyano participó en el Belgrano Cargas con Macri y otros inversores. Las ganancias de esa empresa no iban al Estado sino al sector privado representado por ellos. El escaso desarrollo del tren ha beneficiado a Moyano quien controla sus 5000 camiones. Pero debemos ir a un transporte multimodal, el camión es rentable hasta los 400 kilómetros. A partir de ahí tiene que usarse el tren. El camión solo debe usarse desde la estación de carga al centro de logística. Hay que combinar el ferrocarril, el camión y la hidrovía.
El futuro de la hidrovía está en debate. Su periodo de concesión ya caduco, la empresa privada que lo opera, lo hace con una prórroga.
La hidrovía está monopolizada por una empresa belga. Yo sostengo que hay que finalizar con todas las concesiones, la de los trenes, la de los puertos y la de la hidrovía. A partir de allí podremos tener un transporte integral.
Actualmente el Ministerio de Transporte está incorporando puentes modulares en el AMBA. ¿Qué opinión tiene de ellos?
Nosotros aplaudimos la construcción de los puentes modulares, porque alivian el tránsito en la zona oeste del Conurbano. Con esta iniciativa se reducen los accidentes en la línea del Sarmiento. Con estos puentes se evitó el soterramiento del tren. Esa era una obra con mucha corrupción. Allí estaba involucrada la empresa Odebrecht, que tenía muchos casos en Latinoamérica de corrupción.
¿Qué opina de los trenes de doble piso?
Los trenes de doble piso los hacía EMFER Emprendimientos Ferroviarios allá por el año 2013, en la fábrica de Migueletes, en el Partido de San Martín. Esa empresa cerró. Su construcción fue un hito de los técnicos ferroviarios. Son trenes muy cómodos, resuelven muy bien las necesidades de transporte de pasajeros en horario pico. Actualmente van a ser reestructurados para servicios regionales.
¿Deberíamos impulsar en la sociedad argentina la reflexión sobre la cuestión ferroviaria?
Absolutamente. Nosotros trabajamos a diario para visibilizar este tema. Recuperar el tren es parte esencial para el desarrollo del país. El tren permite recuperar la vida en los pueblos. Otorga mayor seguridad vial. Reactiva las economías regionales. Es recuperar la soberanía. Los trenes son un componente esencial del bienestar de la comunidad.