“A vos, a tus hijos, a tus nietos, les llenan los pulmones de humo, la boca de veneno y le vacían los bolsillos, los derechos, la posibilidad de tener una vida con agua y aire limpios, la posibilidad de tener una vida, incluso”. Gabriela Cabezón Cámara.
El Día Mundial del Ambiente comenzó a celebrarse a partir de la Conferencia de Estocolmo. Donde la Asamblea General de la ONU tomó como tema central del encuentro el cuidado y la protección ambiental. La fecha, como tal, se estableció oficialmente a través de una resolución del organismo internacional en diciembre de 1977.
Desde el año en que se llevó a cabo la citada conferencia no pararon de realizarse acciones a nivel mundial; con el fin de intensificar y concientizar políticamente sobre la necesidad de trabajar en un desarrollo sustentable, que garantice la protección y el cuidado del Ambiente.
En este marco, se hace inevitable referenciar las incesantes luchas que se libran en el país en materia de cuidado y protección del Ambiente para preservar la vida de todas las especies que habitan la tierra.
Para conmemorar esta fecha, Nota al Pie realizó un recorrido por las principales luchas desde que comenzó el 2021.
Incendios en la Patagonia
Según informó el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, en lo que va del 2021 se registraron incendios en 7 provincias argentinas: Río Negro, Chubut, Buenos Aires, Entre Ríos, San Luis, Neuquén y Misiones. Se calcula un total de 40.000 hectáreas afectadas.
Esto sin contar aún los datos oficiales de los daños ocasionados en los últimos incendios desatados en la Comarca Andina, en marzo. En estos incendios, muchas de las zonas arrasadas por el fuego son irrecuperables.
Las menos transitadas pueden tener una recuperación natural, pero esto llevará, aproximadamente, 100 años. Uno de los puntos más graves de la deforestación y destrucción de bosques se debe a que es intergeneracional.
Terricidio y después…
“El Terricidio debe ser considerado un crimen de lesa naturaleza” Moira Millán.
Terricidio es el término, acuñado por Moira Millán weychafe (guerrera) mapuche, que designa las prácticas criminales que cometen los Estados y las empresas contra la tierra y las diferentes formas de vida; en función de obtener ganancias a costa de cobrarse ecosistemas completos.
En mayo de este año, bajo la consigna de “Basta de Terricidio” diversas comunidades de mujeres indígenas recorrieron más de 2000 Km. Desde el Sur, Centro, Norte y Noroeste del país marcharon durante 9 días.
El Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir partió desde Puel Willimapu (Chubut). Mientras que las mujeres Qom y Diaguitas lo hicieron desde la ciudad de Roque Sáenz Peña (Chaco). Ambas con el objetivo de confluir en Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Las inclemencias climáticas no detuvieron la fuerza de estas guerreras para manifestarse en Casa Rosada el 22 de mayo: Día Global de Lucha contra el Terricido; y pedir que sea declarado crimen de lesa naturaleza y humanidad.
No a la Megaminería
En la década del ´90, el paquete de medidas desregulatorias promovido por el gobierno menemista logró introducir reformas al Código Nacional de Minería que resguardaba los recursos naturales no renovables como reaseguro de la soberanía nacional.
A partir de ese momento se abrió la puerta al extractivismo minero desregulado. Gracias a la resistencia de sus habitantes, 7 provincias lograron prohibir la minería metalífera a cielo abierto: Mendoza, Chubut, Río Negro, Tucumán, La Pampa y San Luis.
Mientras que Salta, Catamarca y San Juan se ubican entre las que no lograron detener la actividad, aunque sus habitantes no renuncian a la lucha, tal es el caso de Andalgalá.
El pueblo catamarqueño de Andalgalá mantiene una activa lucha contra el extractivismo minero del Proyecto Mara que pone en peligro la salud y el ecosistema.
Los principales cuestionamientos son el uso de cianuro y ácido sulfúrico, dos sustancias químicas claves para la minería a cielo abierto y uno de los factores contaminantes más peligrosos de la actividad.
En abril de este año los habitantes del pueblo realizaron la marcha 584 y pese a la brutal represión que recibieron, por parte de las fuerzas de seguridad, mantienen viva la llama de la resistencia.
Más Litio menos Agua
De acuerdo a los datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) , Argentina se encuentra en el cuarto lugar de producción mundial de Litio. Fuente de energía que se utiliza para las baterías de celulares, computadoras y autos eléctricos.
Este mineral se encuentra concentrado principalmente en tres provincias: Catamarca, Salta y Jujuy. Su extracción requiere perforar profundamente los salares de estas zonas para llegar hasta la salmuera.
Este proceso utiliza agua salada que se bombea a unas enormes piscinas en la superficie y se deja evaporar durante meses, obteniéndose como resultado una solución rica en litio.
El problema de esta extracción radica en que, cuando la salmuera se bombea desde debajo del salar, genera pérdida de suelos por la gran cantidad de agua salada y dulce que se consume.
La consecuencia de esta actividad implica que se sequen las reservas acuíferas subterráneas y que quede menos agua para cultivos, animales y personas, provocando un grave impacto ambiental.
Agrotóxicos
Hablar de agrotóxicos es hablar de glifosato, un plaguicida aprobado en 1997 por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) en acuerdo con Monsanto, la empresa estadounidense.
Monsanto ingresó al país en 1956 como productora de plástico. En 1978 empezó a experimentar con semillas híbridas de maíz hasta convertirse en una de las principales productoras de soja y cultivos transgénicos.
De esta manera las puertas del país quedaron abiertas al cultivo masivo de la soja y su herbicida asociado: el glifosato.
El Biólogo Raúl Montenegro explicó detalladamente en una investigación producida para la Universidad Nacional de Córdoba los peligros del modelo extractivista:
Para Montenegro, Monsanto representa “un modelo basado en cientos de sustancias tóxicas, falta de controles estatales y ausencia de estudios epidemiológicos, que le roba salud y estabilidad ambiental a las actuales y futuras generaciones”.
En definitiva, “un modelo donde por cada tonelada de soja exportada se genera localmente una tonelada de sufrimiento silencioso. Pero los sufrimientos silenciosos terminan por romperse. Y cuando el silencio social se rompe, nada vuelve a ser igual”, reflexionó el biólogo.
Trigo Transgénico
En octubre de 2020 se aprobó en el país la utilización de la tecnología HB4, que introdujo el cultivo de trigo transgénico. Esta es desarrollada por la empresa biotecnológica Bioceres.
La explosión masiva de rechazo contra el recurso modificado genéticamente explotó en mayo de este año
Cuando se conoció el acuerdo de Bioceres con la reconocida marca de alfajores Havanna, en las redes sociales emergió una campaña masiva de rechazo conocida como: #ChauHavanna, con el objetivo de que el Gobierno Nacional intervenga para dar marcha atrás a la aprobación de este convenio.
Desde la campaña denuncian que el riesgo del consumo de trigo transgénico viene dado por la resistencia que el cultivo presenta frente a glucosinato de amonio y la sequía.
Su consecuente producción conduce, indefectiblemente, a una mayor deforestación y contaminación por agrotóxicos; lo que atenta contra el cuidado y la preservación del ecosistema.
En el informe “El pan en manos de las corporaciones”, realizado para Acción por la Biodiversidad, el especialista Fernando Frank aseguró: “La masificación del cultivo implica una mayor exposición a agrotóxicos, principalmente, al glufosinato de amonio, que crecerá en aire, aguas, suelos y alimentos”.