Los Encuentros Nacionales de Mujeres (ENM) son una tradición en Argentina. Cada año, miles de mujeres y disidencias se reúnen en una ciudad elegida en el Encuentro anterior. La sede siempre cambia, pero la fecha no. Los Encuentros se realizan, generalmente, en el fin de semana del feriado del 12 de octubre. Así, la duración puede ser de tres días.
Durante ese fin de semana mujeres y disidencias de todas partes del país se acercan a la sede establecida para ese año. Pertenecen a organizaciones políticas, ONGs, grupos de estudiantes, un sin fin de colectivos que en conjunto acuden al Encuentro. También se acercan personas autoconvocadas, no es necesario pertenecer a una organización para participar.
La premisa es la horizontalidad, no hay figuras de autoridad dentro del Encuentro. Solo una comisión organizadora que varía según la sede del evento y se encarga de ajustar los detalles para que todo funcione. Desde un principio, la idea fue que todas pudieran decir lo que pensaban, sin distinción de origen, orientación política ni clase social.
Así, miles de mujeres se concentran para pasar un fin de semana único. La ciudad sede se puebla de estas encuentreras, que duermen en hoteles, colegios, clubes, cualquier lugar que la comisión organizadora consiga para ese fin. El alma del evento son los talleres, en donde se discuten diferentes temas dentro del amplio abanico del feminismo.
Además hay eventos nocturnos como peñas, una feria artesanal donde las encuentreras pueden mostrar sus productos y la histórica marcha. Con ella cierra cada Encuentro; allí las participantes reclaman por la igualdad de derechos, por el fin de la violencia de género y, hasta la última edición, por la implementación del aborto legal seguro y gratuito.
La historia de los Encuentros
La última vez que se realizó fue en el 2019, en la ciudad bonaerense de La Plata. Allí se celebró el 34° Encuentro Nacional de Mujeres (ENM). Pero la historia se remonta a 1986, cuando tuvo lugar la primera edición.
Los ENM son parte esencial de la historia reciente del feminismo en el país. Sin embargo, no tienen un lugar preponderante en los medios de comunicación hegemónicos. Por eso, Nota al Pie te contará todo sobre los Encuentros en una serie de notas que saldrán los fines de semana.
Desde su formación, su crecimiento, el distanciamiento con la Iglesia Católica, el giro que tomaron en la crisis económica del 2000 y su masividad actual. Hoy, es el turno del primer encuentro. ¡No te lo pierdas!
1986: la primera edición
Las encuentreras dicen que no volvés de un ENM siendo la misma. Seguro que estas primeras mujeres tuvieron esa sensación. El Primer Encuentro Nacional de Mujeres tuvo lugar en el Centro Cultural San Martín de la Ciudad de Buenos Aires. Fue entre el 23 y 25 de mayo de 1986 y participaron mil doscientas personas.
¿Por qué se creó? Las chicas de la comisión organizadora querían contarles a las argentinas lo que habían vivido en la III Conferencia Mundial de la Mujer, en Kenia, Nairobi. Este evento fue convocado por la ONU con motivo de la clausura de la «Década de la Mujer» (1975/1985).
Se realizó en julio de 1985 y juntó a quince mil mujeres de todo el mundo. El objetivo era evaluar los obstáculos y los logros obtenidos en ese decenio en lo que hace a las condiciones de vida femeninas. Para contar lo vivido, las argentinas que habían participado volvieron y comenzaron a organizar el primer ENM del país.
En el libro “Mujeres pariendo historia” las primeras encuentreras cuentan cómo fue la creación del Encuentro. Un dato importante es que fue autofinanciado y declarado independiente. Esto era clave, para no seguir ningún lineamiento político. Así, participaron desde chicas de partidos comunistas hasta las pertenecientes a la Acción Católica. Todas querían compartir y discutir su realidad.
Una organización a pulmón
Para juntar el dinero se realizaron dos peñas, se recibieron aportes personales y bonos contribución. El Centro Cultural San Martín se solicitó gratuitamente. El Banco Provincia de Buenos Aires donó las carpetas, y algunos sindicatos ayudaron con el alojamiento con las participantes del interior del país.
Belkys Karlem fue una de las primeras encuentreras. En el libro “Mujeres pariendo historia” cuenta que ella era la encargada de juntar direcciones de mujeres anónimas para invitarlas al Encuentro. “De casualidad, conozco una persona que en esa época vendía a domicilio, y esta señora me dio las direcciones de gente que trabajaba con ella”.
“Con eso juntamos más de tres mil y pico de direcciones, y algunas de ellas contestaron y vinieron al Encuentro” recordó Karlem. “Mandamos cartas a cada una de las mujeres contándoles de qué se trataba y después invitándola a participar y proponer ideas”.
Cuando comenzó el Encuentro, el 23 de mayo, las organizadoras tuvieron de competencia a dos eventos masivos, que ocurrían en la Ciudad de Buenos Aires. Por un lado, el presidente Raúl Alfonsín realizó un acto en Plaza de Mayo que reunió a aproximadamente cien mil simpatizantes. Por otro, el justicialismo también convocó a un acto en Plaza Once donde asistieron alrededor de cincuenta mil personas.
El primer encuentro: las temáticas
Sin embargo, las mujeres tuvieron éxito, ya que en el primer ENM hubo mil participantes. En palabras de Belkys Karlem “había mujeres que habían venido, con dos o tres chiquitos, porque no tenían donde dejarlos. No era como ahora”, prosiguió, “que se juntan, rentan un micro y se van todas juntas. La primera vez vinieron en forma individual”.
En la primera jornada se realizó el acto de apertura y la inscripción a los talleres. En el segundo día, se continuó con el debate y se elaboraron las conclusiones. Finamente, el tercer día fue el plenario de cierre con lectura de las mismas y la elección de la siguiente sede.
En ese momento había derechos que hoy son considerados básicos, pero las mujeres no los tenían. Por eso, dos temas recurrentes eran el reclamo porque la patria potestad de les hijes no sea solo de los hombres, y la proclamación de la ley del divorcio.
Los temas de los talleres fueron: identidad, la mujer y la violencia doméstica, mujer y salud, mujer y salud mental, mujer y participación, iglesia y mujer, mujer educación y realidad, estereotipos sexuales en la educación y utilización del cuerpo de la mujer.
También se dictaron talleres sobre: medios audiovisuales, aislamiento y comunicación, sexualidad, mujer y la industria, jardines maternales zonales, mujer y familia, familia tradicional y nuevos modelos de familia, la mujer y la ley. Otros talleres fueron “la mujer india”, «mujer y participación» y el taller sobre derechos humanos a cargo de Marta Fontenla y Nora Cortiñas.
También se tocaron temas como mujer y militarismo, la mujer y la tercera edad, y la mujer y el dinero. Otro taller fue «Por la libertad de Hilda Nava de Cuesta» (estudiante y enfermera detenida a los 20 años y que continuaba detenida como presa política).
Por último, también discutieron sobre globalización, la mujer, la deuda externa y la solidaridad continental. El reclamo principal en esos talleres era el fin de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.
Belkys Karlem contó en “Mujeres haciendo historia”, que el primer ENM “no fue tan organizado como ahora, pero sí se puso la semillita en marcar la necesidad que tenían las mujeres de reclamar sus derechos”. Para ella lo más importante fue que esas chicas sintieron la necesidad de pelear por sus deseos. “Este fue el comienzo de trabajar juntas para lograrlo”.
Los ENM no frenaron
El próximo fin de semana avanzaremos en el tiempo y descubriremos cuáles fueron los siguientes Encuentros. La ola feminista estaba creciendo y no había forma de frenarla. Conoceremos cuáles fueron las siguientes sedes, qué derechos consiguieron y por cuáles hubo que seguir peleando. No te lo pierdas.