En la madrugada del 21 de mayo de 1810, un grupo de 600 personas armadas se acercó a la Plaza de la Victoria (actual Plaza de Mayo) exigiendo la renuncia al Virrey Cisneros y la realización de manera urgente de un Cabildo Abierto. Entre las personas reclamantes se encontraban los militares Antonio Beruti y Domingo French.
A pesar del intento de calmar a los manifestantes por parte de Julián de Leyva, el Procurador Sindical del Cabildo de Buenos Aires fue desacreditado aún confirmando la intención del Virrey de realizar el acto. Los ánimos en la plaza se despejaron con las palabras de Cornelio Saavedra, quien aseguró realizar el evento en cuestión, además de contar con la protección del Regimiento de Patricios.
Finalmente, en la tarde del 21 se emitieron aproximadamente 450 invitaciones; las cuales se hicieron llegar a los principales vecinos, aristócratas y funcionarios de la ciudad. Muchos “criollos” también recibieron estas epístolas, al imprimirse más de las que se requería para el Cabildo Abierto.