Malena Taube (29) es Licenciada en Física Médica y actualmente hace el doctorado en el CONICET; en tanto Martina Tomaghelli (19) estudia Ciencia Política en la UBA. Ambas tienen algo en común: el reciclaje y el medio ambiente.
Se conocieron en el 2019 en una charla informativa de «Botella de amor», una fundación sin fines de lucro que tiene como objetivo el desarrollo sustentable y ambiental.
Ambas platenses y con proyectos sobre el medio ambiente, decidieron emprender en este viaje que es la recolección de plásticos de un solo uso. Para así transformarlo en madera plástica destinada a la construcción de viviendas y mobiliario para instituciones.
Nota al pie dialogó con Malena Taube y refirió que «la ayuda del municipio viene a partir de un video que hicimos viral”. Los dos municipios que las ayudan son Ensenada y Berisso. Sus familias las apoyan y los negocios de sus papás funcionan como puntos de acopio.
Modus operandi
El día de recolección viajan en camión hasta la localidad de Bernal (Provincia de Buenos Aires), encargándose ambas de subir las 10 mil botellas para llevarlo hasta la empresa que las transforma en madera plástica. El plástico reciclado se termofusiona para conseguir la madera plástica que luego se destina a diversos fines.
Solo ellas se encargan de hacer todo el proceso de recolección y envío de este proyecto, que hace dos años viene funcionando. «Lleva mucho tiempo y mucha dedicación hacer esto, Marti tiene que dejar de estudiar, yo ese día no puedo trabajar, así que tratamos de optimizar todo al máximo» expresó Taube.
Martina Tomaghelli, por su parte, comentó que «Las botellas las llevamos a la fábrica que tiene una fundación, que se llama botellas de amor […] el fin del plástico es convertirse en madera plástica».
Relleno de la Ecobotella
Las botellas de amor deben ser rellenadas con plásticos de un solo uso, como:
- Paquetes de alimentos no perecederos
- Paquetes de galletitas
- Bolsas de frituras
- Alfajores
- Palitos de chupetines
- Papel film
- Bolsas del supermercado
- Envoltorios de caramelos, de barrita de cereal
- Corchos sintéticos
- Caño corrugado
- Envases de quesos rallado y jugo, entre otros
Sociedad, conciencia y ambiente
Las entrevistadas contaron que tuvieron un boom durante la cuarentena donde “la gente nos preguntaba historias, la verdad que fue muy zarpado vivir todo este proceso».
Hoy en día, gracias a las redes sociales y el boca en boca, estos proyectos cobran vida en una sociedad que evoluciona y toma dimensión del cuidado ambiental. Ahora logran llenar un camión en 15 días, cuando antes tardaban un mes en hacerlo. «Hoy en día tenemos casi 16 mil seguidores y cada vez somos más personas» afirma Malena.
Explica que cada vez que van, se pesan las botellas que llevan y se suman kilajes por lo que “una vez que llevamos determinado kilaje hacemos un intercambio» y agrega que «estamos planeando hacer dos intercambios por día».
Este proyecto social se transmite día a día en sus cuentas personales de Instagram y también aportan mucha información desde la cuenta de Ecobotellas.laplata.
«Recibimos muchos mensajes hermosos, mensajes de cómo impactamos en sus vida y capaz nosotras no nos damos cuenta, porqué lo hacemos de una manera tan genuina […] no logramos comprender lo que hacemos […] creo que lo más lindo es eso, la gente de la comunidad», concluyo la entrevistada.
Se parte del proyecto
Los que quieran formar parte de Eco Botella, pueden hacerlo desde: el transporte de las botellas de un punto a otro, ayudar con elementos que se necesiten o siendo un punto de recolección.