Luego de un mes y medio de ser mordida por un gato callejero, una mujer presentó síntomas neurológicos de encefalitis, por lo que dentro de los diagnósticos diferenciales estaba la rabia.
Desde el Ministerio de Salud emitieron un alerta y junto con Veterinaries municipales con apoyo de colegas del ámbito privado y de la oficina del SENASA de Coronel Suárez; realizaron una campaña de vacunación antirrábica para perros y gatos de la zona. Esto se realizó para aumentar la cobertura vacunal en la población de animales. El hecho se produjo en la ciudad de Coronel Suárez, dentro del partido homónimo ubicado en el centro-sur de la Provincia de Buenos Aires.
Se realizaron estudios de titulación de anticuerpos antirrábicos, llevados a cabo en el Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, y prueba de RT-PCR procesada en el ANLIS Dr. Carlos Malbrán, ambos ubicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Finalmente los resultados dieron negativos, por lo que se descartó dicha enfermedad.
Nota al Pie se contactó con el, Jefe de Departamento Zoonosis Urbanas del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Gustavo Martínez. El veterinario explicó que la rabia es una enfermedad infecciosa presente en todo el mundo.
Ataca al hombre y a todos los mamíferos tanto domésticos como silvestres, aunque todos los animales de sangre caliente pueden contagiarse. Se transmite por mordidas o contacto con saliva de animales infectados. Es decir, es una zoonosis, una enfermedad transmitida por animales.
Síntomas de rabia
Según detalló el Dr. Martínez, en los perros y gatos presenta dos formas. Una es la furiosa donde los animales se vuelven muy agresivos y salivan mucho porque no pueden tragar saliva. También cambia el ladrido porque se paralizan los músculos de la cara y de las cuerdas vocales. Luego comienzan a tener dificultad para caminar, se paralizan los músculos del cuerpo hasta que fallecen.
La otra forma es la muda donde se van paralizando distintos músculos del cuerpo y no pueden tragar bien. Esto se suele confundir con que tienen un cuerpo extraño en la boca. Al meter la mano para intentar sacárselos, las personas pueden ser mordidas y contagiarse rabia. Por eso recomienda no realizar nunca esa maniobra y acudir rápidamente a un centro asistencial veterinario. Por último, se terminan de paralizar todos los músculos y el animal fallece.
En las personas el cuadro es diferente. Primero se excitan mucho y tienen espasmos en el cuerpo. Presentan hidrofobia (miedo o fobia al agua por espasmo de faringe), fonofobia (miedo o fobia a los sonidos), fotofobia (miedo o fobia a la luz).
También presentan convulsiones, alteraciones sensoriales e hiperestesia o hipoestesia (aumento o disminución de la sensibilidad al tacto). Luego evoluciona a estado de coma. La muerte se produce por paro cardiorrespiratorio, debido al compromiso de los centros respiratorio y cardíaco ubicados en el cerebro.
Una zoonosis mortal
El especialista comentó que en Argentina hay circulación de rabia aérea, que son variantes del virus rábico cuyos reservorios son los quirópteros, es decir, los murciélagos. Éstos pueden alimentarse de sangre (hematófagos) provocando la rabia paresiante principalmente en el norte del país, o de insectos (insectívoros).
En el caso de Buenos Aires «las variantes que actualmente se detectan son v.4, v.6 o v.myotis en murciélagos insectívoros, que también pueden ser transmitidas al hombre y otros animales mamíferos domésticos y silvestres», detalló. Por lo tanto, en la provincia hay presencia de murciélagos que se alimentan de insectos y pueden contagiar la rabia.
Cuando se presentan los signos clínicos de la enfermedad, tiene una letalidad cercana al 100%. Por lo tanto «se justifican todos los esfuerzos que deben centrarse en la asistencia preventiva, a pesar de su alto costo al Sistema de Salud y el del lucro cesante del paciente humano». También agregó que se han descripto casos aislados a nivel mundial, en el que algunos individuos sobreviven a la enfermedad, lo que se denomina “rabia abortiva”, pero su incidencia es muy baja.
Ante contacto con murciélagos
Ante la detección de murciélagos caídos o muertos, el integrante de la Dirección de Vigilancia Epidemiológica y Control de Brotes especificó que se deben remitir en un frasco de plástico (preferentemente) o vidrio con tapa y refrigerado al Centro de Zoonosis local para realizar el diagnóstico de rabia, sin tener contacto directo con el ejemplar. Nunca se debe tratar de agarrarlos con las manos, aunque parezcan muertos, para evitar ser mordidos.
Respecto a cómo se puede prevenir esta enfermedad mortal, el Dr. Martinez explicó que «la rabia se previene mediante varias acciones, por un lado si una persona es mordida por un canino o felino se debe realizar la observación antirrábica del mismo durante un período de 10 días para determinar si es necesario o no iniciar alguna terapia específica». Además aclaró que «en los casos de mordida de animales que no son encontrados para dicha observación, murciélagos y otra especie silvestre se inician tratamientos post exposición con vacunas antirrábicas exclusivamente de uso humano».
Por otra parte, en el caso de los perros, gatos y hurones, la prevención se la realiza vacunando anualmente los animales con vacunas antirrábicas exclusivamente de uso veterinario desde los 3 meses de vida. Estas vacunas se aplican gratuitamente en los Centros de Zoonosis de cada municipio. Además, la vacunación antirrábica es obligatoria por Ley 22.953, por lo tanto todos los propietarios deben tener vacunadas a sus mascotas.