El proyecto Solar Inti comenzó en el 2008. Fue ideado por el francés Pierre-Yves Herrouet, ingeniero agrónomo y codirector de la ONG junto a su compañera salteña, Josefina Ferrato, diseñadora textil y gráfica, actualmente directora de la organización.
Les fundadores trabajan en Salta y Jujuy, pero también han estado realizando trabajos en el norte de Santa Fe, Rio Negro y Neuquén.
El ingeniero contó a Nota al Pie acerca de su recorrido hasta llegar a Salta. En ese sentido dijo que: “Decidí hacer un viaje para poder ver en otros países cómo se trabaja, cómo se respira, cómo se vive”.
Trabajó en Rusia, Mongolia, China, Japón, en Indonesia y Nueva Zelanda para llegar después a Salta. En todos estos países Pierre realizó tareas vinculadas a temáticas sobre la sustentabilidad con ONGS y organizaciones relacionadas con la misma.
“En Salta me quedé por el contexto, me gustó, es un lugar donde me siento cómodo”, agregó Herrouet. Previamente al viaje, en Francia, trabajó en políticas de innovación rural en distintas regiones del país.
El mayor interés de Pierre se centra en lo comunitario. “Nos hace feliz ayudar al otro a crecer y darle una mano a quienes no tuvieron la oportunidad inicial”, agregó.
Cocinas solares y ecológicas
Les fundadores de Solar Inti realizaron un viaje a Jujuy donde hay familias cocinando con leña, eso provoca, según Pierre, problemas respiratorios y musculares vinculados al consumo de humo.
En ese entonces decidieron ayudar a diez familias de la puna, de las salinas grandes, “a construir un sistema más eficiente y saludable”, expresó el ingeniero.
La idea fue armar un taller de auto-construcción ya que el objetivo era “que las familias puedan fabricar, replicar, reparar también los artefactos para evitar todo tipo de dependencia con nosotros”.
Luego se sumaron al taller 80 familias. Para esto tuvieron que recurrir “a padrinos, a la solidaridad, armamos un fondo”, mencionó Herrouet.
Más adelante llegó un delegado de un programa de Naciones Unidas que visitaba la puna y conoció el taller. “Se quedó sorprendidísimo del trabajo y nos propuso trabajar con 500 familias”, afirmó Pierre.
Terminó siendo una actividad principal, debido al número de familias y el cumplimiento del pedido. A su vez, se sentían “responsables de llevar a cabo este proyecto porque nadie más lo estaba haciendo”, comentó el ingeniero.
Actualmente son 3700 familias beneficiadas por estas cocinas y en total más de 12000 personas contando les integrantes de las familias.
Hay tres modelos: cocinas solares, cocinas de biomasa, donde se utilizan residuos de leña o equivalentes, y cocinas térmicas.
El proyecto protege la salud de las personas y el ambiente. Se evita la tala de árboles nativos y ayuda a la economía familiar ya que genera ingresos. “Tenemos un proyecto sustentable de triple impacto”, afirmó el ingeniero.
Mujeres emprendedoras
Mujeres trabajadoras del taller, “especialmente originarias”, comentó Pierre, se dieron cuenta que las cocinas eran transportables. Por ello les pidieron a les fundadores, desarrollar emprendimientos y ayudarlas “a la profesionalización” de las mismas.
“En un principio pensábamos la cocina como uso del hogar, uso particular”, mencionó Pierre. “Empezamos a hacer talleres de emprendedurismo, con un final feliz que es la feria comunitaria”, manifestó Herrouet.
Estos talleres permiten, al día de hoy, a 25-30 mujeres de una misma comunidad “exponer sus comidas, vender al público y generar ingresos”.
La región atravesada por múltiples problemáticas
Pierre comentó la situación que están viviendo las subregiones en Salta. Las comunidades originarias wichí y toba, por ejemplo, tienen múltiples problemáticas: agua contaminada, desnutrición infantil, niños muertos de hambre, inundaciones y enfermedades como el dengue.
“Una característica del Solar Inti, es siempre trabajar de forma articulada con organizaciones porque una sola no puede hacer todo”, mencionó Herrouet.
La región de la puna, por otro lado, encuentra dificultades en la accesibilidad, debido a las alturas de 3500-4000 metros. “No hay señal, ahí también se interviene”, manifestó Pierre.
En los valles de la parte del sur de la provincia de Salta hay productos agrícolas. “Es interesante intervenir ahí, para fomentar empleos, generar actividades gastronómicas”, mencionó Herrouet.
Pierre es también director de desarrollo socioeconómico en el Ministerio de Desarrollo Social de Salta. “El Estado tiene recursos humanos valiosos, pero en cuanto al poder de inversión y de cambios estructurales está muy limitado, siempre hay que acudir a fondos internacionales para articular y tener un impacto realmente importante”, comentó.
Identidad y Cultura
Les fundadores de Solar Inti tenían como prioridad el criterio ambiental, pero para algunas comunidades, como la wichi, primero está la supervivencia, lo social, la salud, lo económico y luego lo ambiental.
Por otro lado, trabajan la cocina de biomasa en determinadas comunidades ya que es culturalmente más aceptada debido a que “sigue siendo un fuego”.
“Hay que readecuarse a la identidad y al hecho cultural para poder generar un impacto, no es cumplir con el ideal nuestro, es cumplir con una necesidad, encontrar ese compromiso”, afirmó el ingeniero.
Medicina natural para sanar
Herrouet aprendió una técnica en Japón, la cual acomoda la columna, “libera tensiones y desbloquea dolencias profundas que existen en el cuerpo”.
Es una técnica sustentable, no necesita de aceites ni insumos. “Serviría en lugares pobres o poco accesibles y brinda una autonomía fantástica”, agregó. Si bien no la enseña le “queda como materia pendiente”.
“Corporaciones que vienen de una medicina tradicional no la aceptan tanto, les estás derrumbando el negocio, un poco es el motivo por el cual no lo implementé todavía”, manifestó Pierre.
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