La historia de Engrudo: sobreviviente del ARA General Belgrano

A 39 aรฑos de una de las tragedias de la Guerra de Malvinas, Hugo Molina cuenta cรณmo sobreviviรณ al hundimiento del crucero.
ARA General Belgrano.
El crucero ARA General Belgrano en el puerto de Ushuaia. Crรฉdito: Facebook Aula Malvinas.

El 2 de mayo de 1982, durante la Guerra de Malvinas, se produjo el hundimiento del crucero argentino ARA General Belgrano. Fue a consecuencia del ataque del submarino nuclear britรกnico HMS Conqueror. La tragedia dejรณ un saldo de 323 argentinos muerto, prรกcticamente la mitad de las bajas del paรญs en todo el conflicto. Nota al Pie hablรณ con Hugo Molina, uno de sus sobrevivientes, quien contรณ cรณmo se viviรณ aquella fatรญdica noche.ย 

โ€œEl 2 de mayo se mezclรณ lo mรญstico, supersticioso, asombroso y fantasmal con los hechos concretosโ€, recuerda Hugo Molina, sentado junto a la mesa de su departamento platense. โ€œEstรกbamos hartos, cansadosโ€ฆ Salรญ de la guardia de la mรกquina y me encontrรฉ al โ€œborracho Muรฑozโ€. Lo invitรฉ una cerveza en la cantina del bar, donde vi algo increรญbleโ€. 

Seรฑala con sus dedos รญndice y mayor, que sostienen un cigarrillo marca Camel y continรบa : โ€œallรก, en el lรญmite de la pared con el techo, caminaban miles de ratas, una procesiรณn de ratas que iban y venรญan. Nunca en mi vida volvรญ a ver cosa semejante. Ratas grandes, negras, claras, mรกs pequeรฑasโ€ฆ era fantasmagรณricoโ€.

Callado, sus ojos achinados fijan un punto indefinible en la pared, llorosos. โ€œEntonces pensรฉ, ยฟquรฉ va a pasar? Es raro, porque ratas hubo siempre en todos los barcos, solo que nunca se ven. Peroโ€ฆ parecรญa como si les hubieran ordenado irse, ellas querรญan abandonar el barcoโ€, da una pitada larga y deja la colilla en una pequeรฑa lata dorada, que funciona como cenicero. โ€œNo aguantรฉ mรกs esa situaciรณn y le dije a Muรฑoz: โ€œvamos a cubiertaโ€.

Hundimiento del ARA General Belgrano.
El hundimiento del crucero ARA General Belgrano. Crรฉdito: Facebook Aula Malvinas

La vida en el barco

โ€œMi historia es la de muchos muchachos cagados de hambre en el interior de la provincia, que encontraron una salida laboral en la Armada, porque te calificaba para la vida civil enseรฑรกndote un oficioโ€, cuenta Hugo. โ€œYo era un salteรฑo que vivรญa tranquilo, pero tuve problemas en mi casa porque era medio vago para estudiarโ€ฆ En virtud de eso, la pobreza en Salta y los quilombos familiares, me naciรณ una vocaciรณn marinera que desconocรญaโ€.ย 

โ€œCon el Crucero Belgrano zarpamos el 13 de abril de 1982. No soy supersticioso, pero dicen que los martes 13 no te cases ni te embarques. Salimos de la base naval de Puerto Belgrano, hicimos un metro y el barco se rompiรณ. Amarramos de vuelta, se reparรณ la embarcaciรณn y volvimos a zarpar el 16 de abril a las Islasโ€, explica el sobreviviente. Acto seguido, asegura: โ€œEstรกbamos todos preocupados, con cara de culo. Pero continuamos nuestro viajeโ€.

En el micromundo del barco, ajeno a lo que pasaba en las Islas, Hugo era tรฉcnico electromecรกnico naval especialista en generadores y atendรญa el tablero de popa. Trabajaba de dos de la tarde a ocho de la noche, y de dos de la maรฑana a ocho (seis horas de guardia y seis de descanso).

Su dรญa comenzaba a las dos de la maรฑana, cuando tomaba unos mates con el panadero Soria y comรญan algunas medialunas del desayuno de los oficiales al dรญa siguiente. Cuando terminaba su turno a las ocho de la maรฑana, se tiraba a dormir un rato, salรญa a cubierta para no estar todo el dรญa metido abajo, volvรญa a la mรกquina de dos de la tarde a ocho de la noche, salรญa, se baรฑaba, comรญa y se acostaba de nuevo. En combate su puesto era operador de la motobomba y a su vez en el banco de sangre nรบmero cinco, que era una estaciรณn de primeros auxilios.

El Crucero Belgrano iba acompaรฑado por dos destructores: el Piedrabuena y el Bouchard, y un buque tanque de YPF que les aprovisionaba de combustible. Hugo recuerda que navegaron cerca de la Isla de los Estados hasta fines de abril. Luego pararon en un muelle de Ushuaia para cambiar parte de la hรบmeda y vencida municiรณn y cargar algunos vรญveres complementarios. Desde ese punto el crucero zarpรณ para nunca mรกs volverโ€ฆ

Los torpedazos

โ€œLleguรฉ a divisar las islas al horizonte, no desembarquรฉ ni las vi de cercaโ€, confiesa Hugo. โ€œEl primero de mayo pasรณ un aviรณn Hermes y un portaaviones que iba para el lado de Chile. Se nos ordenรณ que abandonemos las posiciones y lo interceptemosโ€.

โ€œLo seguimos hasta que nos hundieron, al sur de las Malvinas, el 2 de mayo a las cuatro de la tardeโ€, recuerda. Hugo cuenta que โ€œfue un submarino nuclear, el Conqueror. Era muy silencioso, a nosotros nos siguiรณ y ni nos enteramos. Cuando deciden hundirnos se abrieron unos kilรณmetros y nos dieron cuatro torpedos, de los cuales impactaron dos, uno en popa y otro en proaโ€.ย 

Submarino Conqueror.
Submarino Conqueror. Crรฉdito: Aula Malvinas.

Hasta ese entonces el relato de Hugo habรญa sido frรญo, sin emociรณn. Como si lo tuviera estudiado y lo repitiera de memoria. Pero al llegar el momento del hundimiento, la formalidad en sus palabras deja paso a la emociรณn. 

โ€œDespuรฉs de ver las ratas en el bar, con el โ€œborracho Muรฑozโ€ nos fuimos a cubierta a fumar un pucho. Luego nos fuimos a descansar a las seis de la maรฑana. A las cuatro de la tarde nos hundieron, mรกs exactamente a las 15:58. Cรณmo estรกbamos en alerta de combate, yo estaba como suboficial de guardia de electricidadโ€, recuerda Hugo.  

โ€œEn eso sonaron los dos torpedos, primero el de popa que me hizo volar por los aires: โ€˜ยกTRAAA!โ€™, asรญโ€ abre los brazos en forma de cruz y se inclina para adelante. โ€œSe apagรณ instantรกneamente la luz, me caรญ, me levantรฉ inmediatamente y volviรณ a sonar otro torpedazo. Saltรฉ de nuevo por los aires y caรญ en el mismo lugar. Estaba todo lastimado, con la pierna rota y lleno de sangreโ€ฆโ€, cuenta.

โ€œFue muy curioso, esas vueltas de la vida que solo Dios sabe por quรฉโ€ฆ  Mi compaรฑero Daniel Romero me tenรญa que tomar la guardia a las cuatro de la tarde. A las tres y media lo voy a  despertar, le dije: โ€œDani, levรกntate, es tu turno. Ya puse la pava, tomamos unos mates y te digo lo que tenรฉs que hacerโ€. โ€œBueno, ya voyโ€, me dijo. 

โ€œCuatro menos veinte fui de nuevo e intentรฉ llamarlo, pero no se levantรณ. Menos diez volvรญ: โ€œVos sos un hijo de puta,  me querรฉs matar a mรญ ยฟno? Levantate de una vez, me haces poner la pava y cebar mates al pedo. Decime estoy muerto y yo te banco, no tengo problemaโ€. โ€œNo, no, ya me levantoโ€, y se incorporรณ. Fui a las menos cinco pasaditas: โ€œlo tuyo ya llegรณ al lรญmite, me tenรฉs harto, podrido, por mi te podes ir aโ€ฆโ€ Hugo se queda en silencio por unos segundos y continรบa su relato: โ€œPobre, despuรฉs se muriรณโ€.

โ€œYo calculo que iba subiendo las escaleras de los dormitorios cuando el torpedo venรญa en camino, porque cuando lleguรฉ al taller y abrรญ la puerta, explotรณ.  Daniel no viviรณ, porque la explosiรณn fue donde dormรญa.  Lo agarrรณ de lleno, lo matรณ, a รฉl y a muchos mรกs. De un viaje nomรกs se llevรณ 300 muertosโ€ฆ Un montรณn. La guerra dejรณ 649 bajas, la mitad de ese numerito la pusimos nosotrosโ€.

Salir del barco

โ€œร‰ramos nueve en el taller de electricidad donde reparรกbamos las cosas, en la segunda cubierta bajaโ€. Guarda silencio durante unos segundos y antes de hablar se aclara la garganta: โ€œmis ocho compaรฑeros salieron para popa y no volvieron nuncaโ€ฆ El torpedo entrรณ de abajo para arriba, reventando las cubiertas, entre esas la mรกquina donde yo deberรญa estar de guardiaโ€. 

Las pausas en el relato son mรกs frecuentes, y los ojos de Hugo se humedecen. โ€œTodos los que salieron: Quintana, Fleitas, Josรฉ Franciscoโ€ฆ llegaron al comedor  y se resbalaron en el petrรณleo que habรญa salpicado la abertura hecha por el torpedo. Por eso se cayeron en el fondo de la mรกquina y quedaron ahรญ, hechos mierdaโ€.

โ€œYo, no sรฉ porque, si me preguntas hoy a casi treinta y cinco aรฑos, te digo no sรฉ. El protocolo decรญa que tenรญamos que salir para popa, pero yo salรญ para proa. Iba  alumbrando el camino, levantรฉ unos cuantos que estaban tirados, agarrรฉ un salvavidas, me lo puse y lleguรฉ a cubierta a ver que se podรญa hacer. Pero me dijeron: hay que abandonar porque esto se hunde. Asรญ que lanzamos la balsa al agua y me tirรฉโ€ฆโ€

โ€œNo querรญa hacerlo, porque el barco estaba inclinado para popa, tenรญamos que saltar por el lado de atrรกs de la proa. Pero no quedaba otra, asรญ que agarrรฉ una soguita y empecรฉ a escalar: โ€˜tum, tum, tumโ€™. Cuando estaba llegando a la balsa, vino una oleada de agua frรญa y me mojรณ todo. Me caรญ al mar y la balsa me tapรณ, conmigo pegado del lado de abajoโ€.

Rescate de los sobrevivientes del hundimiento del crucero.
El rescate de los sobrevivientes. Crรฉdito: Facebook: Aula Malvinas

โ€œCreo que habrรฉ estado tres o cuatro minutos, hasta que me sacaron de los pelos mis compaรฑeros. No tanto porque me quisieran sino porque tenรญa un cuchillito. La balsa estaba atada al barco, que se hundรญa; entonces buscaban el cuchillo para cortar la soga. Me rescataron, partieron la soga y nos pudimos alejarโ€. 

Sobreviviendo

โ€œA partir de ahรญ estuvimos en un mar de cuatro mil metros de profundidad, con vientos de mรกs de 70 kilรณmetros por hora y olas que superaban los diez metros de altura. Era al sur de las Malvinas, cerca del Cรญrculo Polar Antรกrtico. Si te caes al agua en dos o tres minutos morรญs de hipotermia. ยฟPor quรฉ vivo? No sรฉ, no tengo respuestaโ€ฆ Me conformo con saber que vivo nada mรกs. No serรญa mi horaโ€ฆโ€

Hugo recuerda que la balsa era un poco mรกs grande que una carpa de cuatro personas. Sin embargo, ahรญ estuvieron 20 personas durante 48 horas. โ€œUn detalle importante, estaba pinchadaโ€, resalta. Toda la tarde del 2 de mayo, esa noche y todo el 3, soplaron vientos fuertes.

Balsas de los sobrevivientes.
Una de las balsas de los sobrevivientes. Crรฉdito: Facebook Aula Malvinas.

La primera noche un barco los buscaba pero no los vio, a pesar de que tiraron bengalas. โ€œSe fueron y nos quedamos ahรญ, en la noche mรกs triste que pasรฉโ€, se entristece Hugo. โ€œCreรญ que nos morรญamos, que no la contaba. Es horrible, te podรฉs hacer el corajudo y decir: โ€˜naah, yo no le tengo miedo a la muerteโ€™. ยกMinga!, cuando tenรฉs esa sensaciรณn en la que realmente pensas que te vas a morir, te quiero verโ€.

Pasaron dos dรญas de agonรญa. Hugo continรบa su relato: โ€œNo me quiero hacer el pobrecitoโ€ฆ pero no hay peor terror que no saber si en los prรณximos cinco segundos vas a estar vivo o muerto. Porque yo te puedo decir: โ€œen una hora vas a estar muertoโ€. Te va a caer mal, pero ya sabes que no vas a vivir mรกs, te resignas.  Pero luchar permanentemente, pensar: โ€œresolvรญ este instante, faltan todos los demรกsโ€. Porque en esa situaciรณn ni siquiera cuentan los minutos, sino los segundos. Eso esโ€ฆ mortal, te genera pรกnico, estrรฉs, te condiciona de por vidaโ€.

โ€œLa noche del 3 al 4 hubo un milagro. No puede ser que, como si cruzando una puerta, pasamos de un temporal a un mar calmo. No hay una divisiรณn tajante climรกticamente, sino que va parando, se suaviza de a poco, hay una leve brisa. Pero no frena de repente. Eso se lo atribuyo a Dios, fue un milagro, no tengo dudasโ€.

Balsas de los sobrevivientes.
Las balsas de los sobrevivientes. Crรฉdito: Facebook Aula Malvinas.

A pesar de que contaban con elementos sofisticados para pedir ayuda, lo que sirviรณ  fue un espejito cuadrado con un agujerito y un palito, con el que hicieron seรฑas a un aviรณn. A las tres horas, apareciรณ el destructor Piedrabuena. Parรณ mรกquinas y la correntada los fue llevando de a poquito, hasta que chocaron contra el barco. Ahรญ los subieron con unos arneses de uno en uno, y terminรณ la pesadilla.

El despuรฉs de la guerra

Cuando los rescataron, les dieron comida caliente y vino mezclado con agua. Al llegar a Ushuaia los recibiรณ la gente de la base naval, pero sobre todo los obreros y estudiantes del pueblo. โ€œViolando todas las normas y arriesgando sus vidas, pusieron una mesa en el puerto y nos dieron sopas, cigarrillos, chocolates, frazadas. Ese abrazo colectivo es algo difรญcil de olvidarโ€, se enorgullece Hugo

De allรญ los subieron en un aviรณn y los mandaron a Puerto Belgrano. Hugo se fue urgentemente a Salta a ver a sus padres, porque si bien habรญa sido incluido en la lista de sobrevivientes, querรญa que tuvieran una confirmaciรณn personal. Entonces fue al Correo Argentino y mandรณ un telegrama que decรญa: โ€œestoy bien y sanoโ€, firmado con un apodo familiar: โ€œEngrudoโ€. โ€œMe decรญan asรญ porque siempre tenรญa el pelo parado y mi mamรก me ponรญa mucha gominaโ€.

Base Naval Puerto Belgrano.
Base Naval Puerto Belgrano. Crรฉdito: Facebook Aula Malvinas.

La Guerra de Malvinas dejรณ huellas muy profundas en su ser, que aunque รฉl quiere le cuesta mucho cambiar: โ€œpasar dos dรญas perdidos en el marโ€ฆ He ido aรฑos enteros a terapia  y no superรฉ ese terror crรณnico. Esa es la tara mรกs grande que me ha quedado, ademรกs de no poder tomar agua. Puede ser jugo, mate, gaseosa, pero el agua sola no la tomo ni en pedo, porque recuerdo cuando casi me ahogoโ€. 

Si bien pasรณ muchos aรฑos enojado con la vida, despuรฉs entendiรณ que habรญa que seguir su camino. โ€œEso me permitiรณ asociarme con la Asociaciรณn de Veteranos, construir, crear, hacer partรญcipes a mis hijos. Ellos hicieron de todo cuando formamos el Museo de Malvinas del Fuerte Barragรกn (en la localidad bonaerense de Ensenada).ย ย 

โ€œPor eso, si bien fue terrible, la guerra tuvo su correlato positivo. Hoy soy muy querido, yo veo que el afecto de la gente es sincero. Se me han abierto muchas puertas y lo mรกs importante, formรฉ mi familia. Todo gracias a la guerraโ€, concluye Hugo โ€œEngrudoโ€ Molina, un sobreviviente.

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