La tasa de contagio de COVID-19 en niñes y adolescentes aumentó un 468% a nivel país. En la Ciudad de Buenos Aires se eleva hasta el 547,8% y en el AMBA alcanza el 582,6%, según un informe de la Defensoría Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes difundido el viernes 23 de abril.
Desde marzo del 2020, al día de hoy, más de 170.000 niñes y adolescentes contrajeron el virus a nivel país. De esos casos, el 37.387 lo hicieron entre el 1 de marzo y el 16 de abril de 2021, en coincidencia con el comienzo de la cursada presencial.
“De esa tendencia hemos sido testigos, por ejemplo y a partir de la situación pública expuesta desde el Hospital Garrahan, donde los casos en seguimiento en dicho establecimiento entre los meses de octubre del año pasado y marzo del corriente, nunca habían superado los 25; comenzando a subir a partir de la primer semana de marzo, registrándose 85 niños y niñas con diagnóstico de covid en la tercer semana del mes de abril”, explica María José Cano, integrante del Foro por los Derechos de la Niñez y ex presidenta del Colegio de Trabajadores Sociales de la Provincia de Buenos Aires.
Por su parte, Verónica Bruzzo, pediatra del Hospital Posadas especializada en terapia intensiva, explica que “en realidad no es que hay más casos de niños internados por covid, sino que a niños internados por otras causas se les hace el test por protocolo y les da positivo”.
Al día de hoy, les adolescentes de entre 15 y 19 años representan el 60% de los casos con COVID-19 que se registran en menores en la Argentina. En cambio, les niñes que tienen menos de cuatro años representan menos del 10% de los casos de niñes y adolescentes con coronavirus. El 30% restante son los niñes de entre 5 y 14 años.
El covid en la escuela
La pediatra explica que no es que les niñes se contagien más, sino que como hay más casos, hay más niñes contagiades. “Creo que es una mezcla entre aumento de volumen, porque hay una mayor circulación, y porque se testea más a pacientes sin síntomas”.
Sin embargo, declara que si bien el aula no es un espacio de contagio en sí misma, sí lo es la actividad escolar. “Los chicos después del colegio se juntan, los padres después del colegio se quedan charlando en la puerta. Todo ese movimiento genera más contagios”, explica Bruzzo. Además, señala como otro factor clave el uso de transporte público para desplazarse al colegio.
Acorde con un informe presentado por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, basado en 257 escuelas públicas, en el 54% de ellas se producen amontonamientos en sus ingresos y en el 30% no se cumple el distanciamiento social. Además, en el 23% de los colegios no hay los mínimos y adecuados espacios al aire libre.
En ese sentido, María José Cano explica que “aunque no se encuentra ni se ha podido demostrar fehacientemente que la escuela podría ser un foco de contagio, o “el lugar” de transmisión del virus, no se puede negar tampoco que en las escuelas hay contagios. El hecho de no concurrir presencialmente a las escuelas es una manera, entre tantas hoy, de interrumpir la circulación del virus. Si este no es mitigado, volver a la presencialidad correría el riesgo de acelerar e incrementar los contagios”.