Según la Organización Mundial para la Salud, el COVID Prolongado, también llamado Long Covid, tiene un “impacto grave en la capacidad de las personas para volver al trabajo”, comprometiendo su salud y su posibilidad de acceder al mercado laboral.
De acuerdo con un informe realizado por Viviana García y Marcelo Amable, durante 2020, en Argentina hubo 4.362 infectades cada 100.000 personas en edad laboral. Si bien se desconoce la prevalencia del COVID Prolongado, se estima que 1 de cada 3 infectades continúan con síntomas luego recuperarse.
Los síntomas que pueden presentarse de manera extendida son: la fatiga; el dolor torácico, articular y muscular generalizado; dificultades para respirar; problemas cardiovasculares, renales y neurológicos; disfunciones cognitivas; incapacidad para concentrarse; así como ansiedad y depresión. Los mismos pueden durar de 12 semanas a, incluso, 8 meses.
“Es importante el reconocimiento del Covid-19 como una enfermedad profesional porque se relaciona directamente con los riesgos que hay en tu espacio de trabajo”, explicó García, del Instituto de Formación, Capacitación e Investigación de la La Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina.
Cabe precisar que, el 13 de abril de 2020, a través del Decreto de Necesidad y Urgencia 367/20, se estableció la infección por Covid-19 como una Enfermedad Profesional no listada y que las aseguradoras de riesgo de trabajo (ART) no podrían rechazar la atención médica a quien lo requiriese.
Decreto de reconocimiento
El Decreto contemplaba a trabajadores esenciales de distintos rubros, pero fue modificado y hoy solo contempla al de salud. “Estamos haciendo todo lo posible porque el Covid-19 sea reconocido como enfermedad profesional listada. Es decir, que aparezca en el listado oficial”, indicó García.
Esta situación afecta principalmente a los sectores populares, que muchas veces viven de trabajos no registrados y quedan relegados del acceso a la salud. “El problema es que quedan afuera todos los trabajadores de la economía informal, ya que no gozan de ART”, precisó.
La especialista insistió en la necesidad de reforzar medidas para los sectores populares, quienes “siempre son los que están en situación de mayor vulnerabilidad. Y dentro de ellos, las mujeres y las diversidades”, acotó García.