Ante la llegada de la segunda ola y el consiguiente aumento de casos de coronavirus, los gremios docentes vienen exigiendo el cierre de las aulas y que las clases continúen con virtualidad. Tal es el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde Ademys (Asociación de Enseñanza Media y Superior) convocó a un paro para este miércoles 14 de abril.
Con la medida de fuerza buscan que el Gobierno porteño ordene la no presencialidad en las aulas. Además, exigen prohibir la exportación de vacunas, proponen la distribución de las mismas, que se producen en la planta de Garín, a la ciudadanía, puesto que, consideran que sin vacunación masiva no puede haber presencialidad.
Por su parte, UTE (Unión de Trabajadores de la Educación), se suma al paro por razones coincidentes, y además, reclaman por la convocatoria a docentes con dispensas (esto es, la no obligatoriedad de asistir presencialmente a la institución por razones de salud), por el incumplimiento de los protocolos sanitarios y el colapso del sistema hospitalario.
Mariana Scayola, dirigente de Ademys, señaló a Nota al Pie que “si no es por la presión de docentes y sindicatos, el gobierno de la Ciudad, no va a retroceder en la presencialidad”. Esto tiene que ver con dos aspectos: por un lado, una actitud negacionista frente a la pandemia y, por otra, la falta de inversión para conectividad y dispositivos para la virtualidad.
Para Scayola, esta “es una pelea difícil pero el gobierno va a tener que retroceder por la propia realidad sanitaria”. Desde Ademys, insistieron en la suspensión de la presencialidad y exigieron ayuda a las familias desocupadas, por la vacunación masiva y recomposición salarial, ya que, los docentes quedaron 15 puntos por debajo de la inflación del 2020.
Por su parte, Angélica Graciano de UTE reclamó ante Nota al Pie “dispositivos, asistencia económica a las familias, testeos y vacunación masiva” y cuestionó al gobierno porque “sostiene un discurso cerrado que mantiene la presencialidad a como dé lugar”.
Graciano denunció que hubo ocultamiento de casos, aprietes de directoras de escuelas cuando se suspendían las burbujas por contagios. Por eso, “convocamos a un paro de 24 horas, por el colapso hospitalario y solicitamos la suspensión temporal de clases presenciales para regresar a la modalidad de teletrabajo”, concluyó.