En los últimos días, desde la Unión de docentes de la Provincia de Buenos Aires (UDOCBA) y la Asociación de Enseñanza Media y Superior (ADEMYS) pidieron el cierre de las escuelas y retomar la educación a distancia, debido al crecimiento vertiginoso de casos de coronavirus ante la llegada de la segunda ola.
Los gremios advierten que las escuelas son un gran foco de contagio y circulación del virus, viéndose afectados no solo les docentes sino, también, les niñes y sus familias. Y consideran que restringir las clases presenciales podrían favorecer a que el sistema de salud y los hospitales no lleguen al colapso.
Ante esta situación, expresaron su preocupación a la Directora General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Agustina Vila, por medio de una nota fechada el 29 de marzo; al no obtener respuestas, decidieron iniciar una campaña de concientización de la situación en cada distrito.
“Deben cerrarse las escuelas presencialmente y deben abrirse las clases virtuales. Que cambie la modalidad”, tuiteó el Secretario General de UDOCBA, Miguel Ángel Diaz, y sostuvo que los chicos tienen una clase cada 15 o 20 días. Lo que deriva en la falta de un rol pedagógico y de objetivos, que imposibilitan el desarrollo de los contenidos de manera adecuada.
La Secretaria General de Ademys, Mariana Scayola, sostuvo que la situación de la educación en pandemia es crítica y que hay un fracaso de la virtualidad, debido a la imposibilidad de mantener un vínculo educativo por la falta de equipos y conectividad.
Para Scayola, la presencialidad también genera desigualdades, ya que algunas escuelas no alcanzan siquiera a ir todas las semanas volviendo imposible sostener un vínculo educativo entre docentes, alumnes y familias.
“Lo principal, para resolver el problema, es garantizar inversión en docentes, en gabinetes psicopedagógicos, equipos y conectividad para los momentos de virtualidad”, consideró la titular de Ademys y pidió políticas que acompañen y apunten a mejorar la situación educativa.
Para Scayola, aún no están dadas las condiciones para garantizar la presencialidad ya que las aperturas de las escuelas contribuyen al colapso sanitario y del transporte público debido a la circulación que supone abrir el sistema educativo.
Ante esa situación anunciaron que este miércoles 14 de abril irán al paro en la Ciudad de Buenos Aires para exigir la suspensión de la presencialidad, equipos y conectividad para todos les alumnes. Además, exigieron la vacunación para todes les docentes de Capital Federal.