Desde el Observatorio MuMaLa y Libres y Diverses, presentaron los datos relevados desde el 1° de enero al 31 de diciembre del 2020, elaborado a partir de medios gráficos y digitales. Nota al Pie dialogó con Cris Pizzani de Libres y Diverses sobre el tema.
De los datos relevados se observa que se produjeron 104 ataques de odio, 99 fueron trans/travesticidios sociales y 13 fueron crímenes de odio. Respecto a las víctimas de estos ataques y crímenes, el 61 por ciento fueron travestis y mujeres trans, 26 por ciento gays/maricas, un 9 por ciento lesbianas, 3 por ciento varones trans y 1 por ciento no binaries.
Distintos tipos de violencia
Los tipos de violencia (basados en la Ley de Protección Integral de las Mujeres 26.485) ejercidos fueron: Física en un 52 por ciento, psicológica: 84 por ciento, sexual: 4 por ciento, económica: 21 por ciento, simbólica: 26 por ciento. El 75 por ciento de las víctimas sufrió más de un tipo de violencia. El 38 por ciento requirió atención médica. En el 28 por ciento de los casos se vulneró su identidad autopercibida.
En cuanto a les agresores, 32 por ciento eran desconocidos (transeúntes, etc), 28 por ciento conocides de la víctima (vecines, compañeres de estudio, compañeres de trabajo, etc). Un 25 por ciento miembres de las fuerzas de seguridad, 7 por ciento Profesionales de la Salud, 2 por ciento periodistas, 3 por ciento profesionales de la educación.
Respecto a los lugares físicos donde se produjeron los hechos: el 34 por ciento se dio en la vía pública, 15 por ciento en instituciones policiales, 14 por ciento en propiedad privada, 6 por ciento en instituciones de salud, entre otros.
Del total de hechos, 99 fueron trans/travesticidios sociales, esta categoría, se trata de un “conjunto de exclusiones que se dan hacia la comunidad travesti trans (expulsión de nuestros hogares, la dificultad para acceder al sistema salud, educación, trabajo, entre otros) que llevan a la precariedad de nuestro bienestar y a la reducción de la expectativa de vida”.
97 de las víctimas eran mujeres trans y travestis, el 2 por ciento de las víctimas eran varones trans. El 5 por ciento de las víctimas se suicidó. Del informe se desprende que la comunidad LGBTI+ sigue atravesando situaciones de violencia en los ámbitos cotidianos, siendo la vía pública el lugar de mayor desprotección.
Hacia más políticas públicas
Desde Libres y Diverses exigen “las políticas necesarias que aborden estas problemáticas, que se implemente efectivamente la Educación Sexual Integral, la Ley Micaela y se generen mayores medidas de protección hacia aquellas personas en situación de extrema vulnerabilidad”, manifestaron desde la organización.
Consultade por Nota al Pie, Cris Pizzani de Libres y Diverses detalló que “las violencias que sufrimos como colectivo son varias y tienen que ver con violencias estructurales que suceden a lo largo de nuestra vida, desde nuestras infancias al no reconocer nuestras identidades por nuestras familias hasta en las escuelas, en las universidades, en los espacios públicos, transportes; constantemente la violencia es un factor que está siempre presente en nuestras vidas”.
La idea del observatorio es poder visibilizar “las situaciones de violencia que vivimos como colectivo que son invisibilizadas y, muchas veces, esto no termina llegando a los medios hegemónicos y nosotres creemos que es súper importante visibilizar lo que sufrimos cotidianamente”, expresó.
“Estamos cansades, ¿hasta cuándo vamos a tener que tolerar este tipo de violencia?, ¿cuánto más tenemos que esperar si ya conquistamos la ley de identidad de género, conquistamos la ley de matrimonio igualitario, tenemos una educación sexual integral?, ¿cuánto más hace falta para que la comunidad LGBT no sea violentada?”, se lamentó.
El caso Tehuel
Pizzani comentó que ahora están acompañando el caso de Tehuel, el pibe trans que desapareció cuando iba a una entrevista laboral. “Ya no queremos más ser desaparecides cuando vamos a una entrevista laboral, no queremos más ser procesades por estar besándonos con nuestra pareja en la vía pública, no queremos más ser violentades por grupos de varones cis de nuestro barrio porque no encajamos en la heteronormatividad; estamos cansades de la violencia”, se conmovió.