El Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia (ENIA), se enmarca dentro de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI). Se trata de una política pública que surge de la necesidad de atender la alarmante cifra de niñas y adolescentes menores de 20 años afectadas por esta problemática.
Los objetivos del plan apuntan a conocer y potenciar los derechos sexuales y reproductivos en la adolescencia, brindar información sobre salud sexual y métodos anticonceptivos gratuitos y fortalecer políticas para la prevención del abuso, la violencia y el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo.
La importancia del Plan ENIA radica en la integralidad que propone, al abordar la problemática de la ESI desde el trabajo articulado entre los Ministerios de Salud, Desarrollo Social y Educación.
La Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DESI), estableció que las principales causas de embarazos no intencionales en adolescentes de 10 a 14 años se deben a situaciones infantiles de abuso y violencia, en la mayoría de los casos intrafamiliar. En las adolescentes de 15 a 19 años las causas se relacionan con condiciones de pobreza, estar fuera del sistema escolar, y tener relaciones sexuales sin uso sistemático o adecuado de métodos anticonceptivos.
La acompañante pedagógica escolar del Plan ENIA en el conurbano bonaerense, Gisel Molluso, relató “no se trata solo de ir a un colegio y dar un taller sobre ESI sino de realizar un trabajo profundo en todos los ámbitos de la institución con directives, docentes y estudiantes y trabajar por integrar a toda la comunidad educativa y esto incluye a las familias como un factor muy importante”.
En este sentido el rol de les acompañantes pedagógicos requiere de un múltiple desempeño en cada una de las escuelas que se les asignan, aproximadamente 10 por cada une. Su tarea consiste en realizar un exhaustivo diagnóstico sobre las particularidades y cómo cada institución aborda la ESI, desde el proyecto institucional hasta las planificaciones docentes de cada materia y la atenta observación de los vínculos establecidos entre docentes y estudiantes.
A partir de allí se diseñan diversas estrategias para lograr cambios significativos en función de lograr por ejemplo “ver que cuando elegimos anticonceptivos y ponemos la mirada en la mujer están operando un montón de normas sociales, micromachismos, que son culturales e históricos y que tenemos que desarmar y ver cómo responsabilizarnos entre todes para que vivamos más libremente nuestras sexualidades”, señaló Molluso y agregó: “Cuando identificamos situaciones de vulneración o abuso tenemos que seguir los pasos necesarios de acompañamiento para proteger los derechos de les estudiantes, por eso la importancia de la intersectorialidad del trabajo con tres Ministerios”.
La principal dificultad que aparece cuando se trata de la aplicación de la ESI es que a pesar de que muchas veces está incluida en el proyecto institucional o en las planificaciones por materia, aparece como talleres aislados.
“Seguimos viendo en las escuelas las listas de asistencia divididas en varones y mujeres, el espacio de gimnasia separado por sexos y deportes estereotipados por género. Si vamos a cualquier institución educativa lo más probable es que, por ejemplo, encontramos el centro de patio, en el recreo, ocupado por varones jugando a la pelota y los márgenes ocupados por las mujeres que están en pequeños grupos separados charlando” remarcó Molluso y enfatizó “Prevenir el embarazo no intencional implica brindar información sobre derechos y salud sexual y reproductiva pero también romper con múltiples micro machismos instalados”.
La profesora de Lengua y Literatura en la ESS Nª 47 de la localidad de Lanús, provincia de Buenos Aires, Marianela Giardino, afirmó “las capacitaciones del ENIA nos brindan recursos para manejar situaciones de conflicto que puedan presentarse con les estudiantes y que antes no sabíamos cómo acompañar, y por otra parte involucra a todos los docentes a capacitarse en ESI sin importar la materia que den”.
Si bien queda mucho por hacer en materia de prevención de embarazos no intencionales en la adolescencia, el abordaje de la problemática en forma sistemática, intersectorial y comprometida constituye una medida importante en el avance hacia una sexualidad libre, consciente y cuidada.