Si bien el 70% del planeta está formado por agua, el 96,5% es agua salada y sólo el 3,5% es agua dulce. Por lo tanto, es pequeño el porcentaje disponible para las actividades sociales y económicas, como para el desarrollo de toda vida sobre la Tierra.
Aunque es un elemento esencial y básico que debería estar al alcance de todes, según las Naciones Unidas; 2200 millones de habitantes en todo el mundo no tienen acceso al agua potable, es decir, 3 de cada 10 personas.
Las poblaciones que más padecen la falta de este recurso natural son las comunidades rurales y aborígenes, las que viven en áreas urbanas pobres. También aquellas que residen en cercanías de grandes industrias o áreas agropecuarias que contaminan las fuentes de agua, y las zonas en las que suele haber sequías prolongadas.
Entre los problemas asociados que este déficit genera se encuentra el aumento de afecciones gastrointestinales, principalmente en niñes, por consumo de agua contaminada con microorganismos. En las pequeñas comunidades rurales la falta de agua se traduce además en la imposibilidad de sembrar cultivos o criar animales para subsistencia.
Son varias las amenazas que tiene este recurso indispensable para la vida. Entre ellas se encuentran el gran aumento poblacional, el avance de la frontera agropecuaria; el incremento del cambio climático y la contaminación generada por industrias y megamineras.
Cifras alarmantes
El Ministerio de Obras Públicas de la Nación, en un estudio realizado el año 2019, estimó que el 80% de la población cuenta con acceso a agua por red. Esto equivale a que alrededor de 8 millones de personas; todavía no tienen acceso a servicios de agua potable (siendo más alto el número en zonas rurales que en urbanas). En el caso particular de los barrios populares, el acceso formal a servicios de agua alcanza sólo al 11,6%.
Por otra parte, cerca de 2,6 millones de personas que habitan zonas rurales toman agua de pozo, y el 11% recolecta agua superficial. Se estima además que en estas áreas, las personas caminan entre 4 a 6 horas por día para buscar agua de pozo, canilla comunitaria o de camión cisterna. En relación a les niñes, 4 de cada 10 no poseen acceso a agua potable.
El Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), de Capital Federal, realizó un informe en el año 2017 donde indica que 4 millones de personas viven en nuestro país en una zona con agua contaminada con arsénico. Significa que 1 de cada 10 argentinos está en riesgo de contraer cáncer o sufrir daños irreversibles en su cuerpo. Esto es producido por las grandes industrias que contaminan las napas subterráneas y las mineras, principalmente.
En relación con el tratamiento de las aguas residuales, en un informe elaborado por el Plan Nacional de Agua Potable y Saneamiento durante el año 2019, se indicó que el nivel de tratamiento, sobre el total de aguas residuales recolectadas, es de apenas el 27,6%. En total, se calcula que el 56% de la población tiene acceso a saneamiento.
El agua en los medios masivos de comunicación
La falta de acceso al agua tuvo repercusión mediática en casos como les niñes wichí en el norte de Salta que fallecieron por desnutrición en febrero de 2020 y que llevó a la promesa de Marcelo Tinelli de construir 10 pozos de agua.
O el caso de Ramona Medina, comunicadora y referente de la organización social La Poderosa; que denunció la falta de agua en plena pandemia en la Villa 31 de Capital Federal (y que a las dos semanas falleció de coronavirus).
Para poder defender algo es necesario primero conocerlo. Por eso es fundamental que se dé a conocer en los medios lo que sucede día a día en todo el país en relación a la escasez de este recurso fundamental para la vida, para que deje de ser un privilegio y pase a ser un derecho de todes.
Cotización en bolsa
Aunque se trata de un recurso natural, para sorpresa de muchos (o no tanto) el agua cotizó en la Bolsa de Wall Street, en diciembre de 2020. Esto quiere decir que hay una expectativa de que suba de precio a largo plazo porque la oferta podría ser menor a la demanda. En otras palabras, los mercados suponen escasez de agua en el futuro. Su precio va a fluctuar al igual que lo hacen el petróleo, el oro o el trigo.
Marcha por el agua
Con el fin de visibilizar la importancia que tiene el acceso al agua entre las familias campesinas para producir alimentos sanos para el pueblo; desde la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) organizaron un #verdurazo en Plaza Congreso, en la tarde de ayer. Además, junto a otras organizaciones sociales, como Jóvenes por el Clima; realizaron una sentada frente al Congreso Nacional y luego se movilizaron hacia Plaza de Mayo.
Maritsa Puma, vocera de Jóvenes Trabajadores de la Tierra, denunció en el portal de la UTT que: “La captación desmedida del agua para represas, megaminería y agronegocios profundiza el cambio climático que genera períodos de sequía, excesivas nevadas e inundaciones y todo esto tiene un impacto muy negativo sobre nuestras formas de vida y de producción como campesinos”.
Bajo el lema #ElAguaNoSeNegocia, organizaciones ambientalistas marcharon en Mendoza capital. Lo mismo ocurrió en el Centro Cívico de Bariloche (Río Negro), en Tucumán (en la Casa histórica), en la Legislatura provincial de Salta, y también hubo movilización hacia la Casa de Gobierno en Posadas (Misiones).
Uno de los reclamos presente en las convocatorias fue la falta de una Ley de Humedales que los proteja. Los humedales son extensiones de tierra cubiertas temporal o permanentemente de agua. Son las zonas más productivas del mundo, además de proveer suministro de agua dulce, alimentos y biodiversidad, controlan las crecidas, recargan aguas subterráneas y mitigan el cambio climático.
Al día de hoy existen 13 proyectos de ley presentados con estado parlamentario tanto en Diputados como en Senadores. La Ley de Humedales se trató 3 veces, pero nunca se aprobó. Entre los objetivos de esta Ley se encuentran las definiciones de los presupuestos mínimos para la conservación, protección y uso sustentable y razonable de los mismos.
Cómo empezar a cuidar el agua
El agua no es un bien de consumo, es un recurso natural no renovable y limitado, indispensable tanto para nosotres como para las generaciones futuras. Por eso, hay que empezar a cuidarla desde las pequeñas acciones cotidianas.
- Que las canillas no goteen agua
- Que las duchas sean cortas
- Reutilizar el agua de lluvia (por ejemplo, para regar plantas)
- Al cepillarse los dientes, dejar cerrada la canilla
- Cuando se lavan los platos, al enjabonarlos con detergente cerrar la canilla
- No baldear la vereda con la manguera siempre abierta, utilizar la escoba para barrer hojas y otras suciedades
Agradecimientos y Fotografia:
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