Les trabajadores exigen su reincorporación inmediata. “Nosotros siempre trabajamos los feriados, por eso nos pareció extraño que la empresa nos diera libres los dos días de carnaval. No nos imaginábamos que fueran a aprovechar ese tiempo para vaciar el depósito y despedirnos”, contó Mardonio Racedo, empleado de Just Argentina hace dos décadas. Es uno de los 52 damnificados por la decisión unilateral del grupo Mizrahi, quien controlaba el centro de distribución sito en Cavia 832, La Matanza.
Asimismo, Racedo agregó que “el martes 16 por la noche, a través de mensajes de WhatsApp, la empresa convocó a sus empleades a una reunión por Zoom durante la cual les anunciaron que habían cerrado el depósito para trasladarlo a Transfarmaco, una tercerizadora de Escobar, a 60 kilómetros de distancia”.
Pedido de renuncia.
Además, Just Argentina pidió a les trabajadores que renuncien a sus contratos y a todos los beneficios conquistados durante más de 30 años de trabajo, y que presenten sus currículums en la nueva compañía.
“La empresa armó todo a nuestras espaldas, para impedir una acción colectiva”, aseguró el trabajador, delegado del Sindicato de Comercio en Just durante 4 años y luego gremialista sin fueros, pero reconocido por la empresa y el gremio como negociador.
“No es casual que hayan vaciado los sectores más sindicalizados y que a mí no me hayan convocado a la negociación”, apuntó.
Desde el 17 de febrero hay 30 trabajadores en asamblea permanente. Primero realizaron una toma pacífica del depósito y exigieron a la empresa que les devuelvan sus puestos de trabajo de forma efectiva, sea en la planta distribuidora de Lomas del Mirador o en la nueva empresa de Escobar.
En vistas de que la firma argentina no respeta la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, el 23 de febrero; les despedides decidieron acampar en la fábrica de General Rodríguez que pertenece a Just International Latam S.A., donde se encuentran resistiendo desde el lunes 22 de marzo.
El abogado del Sindicato de Empleados de Comercio de Zona Oeste (SEOCA), Lautaro Valenzuela argumentó que “como política gremial no aceptamos las reducciones de personal en medio de una crisis, mucho menos si la empresa toma esta medida porque dice que se está expandiendo”.
Para finalizar, Mardonio Racedo aseguró que seguirán en pie de lucha por sus puestos de trabajo; frente a la ausencia de respuestas serias de parte de la empresa. Además continuarán el acampe en tanto no les brinden una solución, tal y como definieron en asamblea.